5

Con la barra, Jonnie aflojó el cadáver de un obrero y después se acercó a la grúa y sacó el hielo de las ruedas dentadas y los trinquetes. Estaba por ponerla a funcionar cuando notó la ausencia de Pierre. Había esperado que al menos le mantuviera abiertas las puertas de carga del avión.

Localizó al hombre tirado a la sombra proyectada por un motor de equilibrio. La nieve ya había empezado a cubrirlo. Algo ansioso, lo observó para ver si estaba herido, desconcertado porta mochila propulsora y preguntándose por qué estaba echado allí, inconsciente. Bueno: este lugar no era apto ni siquiera para los primeros auxilios.

Jonnie puso la grúa en movimiento y levantó a Pierre. Llevó la máquina hasta las puertas y, de pie sobre el asiento, las abrió.

Pero el viento, que venía desde la cola del avión, amenazaba con cerrarlas. Jonnie saltó al fuselaje, esperando encontrar algo para trabar la puerta, y de pronto se detuvo.

¡Pattie! Estaba todavía en el avión. En la prisa por huir de la lluvia, debieron de pasarla por alto. En esos días hacía tan poco ruido y se movía tan poco, que fácilmente pasaba inadvertida.

Debía de estar congelándose. Jonnie abrió un armario de equipo, sacó una manta y la cubrió con ella. Apenas lo miró.

Todo lo que pudo encontrar para mantener la puerta abierta fue el cilindro de madera en que enrollaban los mapas, y trató de hacer encajar uno de sus extremos en un anillo del suelo y apoyar el otro extremo contra un gozne.

Bajó y manejó la grúa para meter en el avión el cuerpo inerte de Pierre. Casi lo había conseguido cuando una violenta ráfaga de viento cerró la puerta. Volvió a trepar al avión para colocar el cilindro. Pero esta vez la frágil madera se astilló.

Detrás de él se oyó una voz suave:

—Yo la mantendré abierta.

Pattie, sosteniendo contra ella la manta con una mano, puso la otra contra la puerta y la abrió de par en par.

Era la primera vez en meses que la veía ofrecerse voluntariamente a hacer algo.

Jonnie saltó a la grúa, levantó a Pierre y lo depositó sobre las planchas del suelo. Volvió a entrar al avión y empezó a empujar al hombre hacia un costado y quedó algo sorprendido al ver que Pattie también lo ayudaba en esto.

Así, con Pattie manteniendo abierta la puerta, Jonnie pudo meter el cuerpo de los dos monstruos, sacándolos de la nieve y arrojándolos dentro del avión. Pattie miraba atentamente lo que hacía.

Pronto dejó la grúa, cerró el avión y se metió en la cabina, lejos del viento cortante. Telefoneó al complejo para que lo esperaran con un remolque y una grúa y, después de controlar si Pattie se había atado el cinturón, despegó.

Se había preparado para tentar su descenso a través de las nubes, con las pantallas medio ciegas, y se alegró mucho de ver que lo peor de la tormenta y su interferencia eléctrica habían pasado.

Ya no llovía en el complejo y habían encendido todas las luces. En torno a los vehículos que esperaban se había reunido mucha gente, para ver llegar al avión. La última vez que Jonnie había visto a algunos de esos ex marines y ex hombres del espacio había sido a través de las miras de un cañón, de modo que era algo extraño tener jambitchow y hawvin a su alrededor, aunque parecían bastante inofensivos. Entre la multitud había tres ingenieros chatovarios, vestidos con monos de color naranja brillante en los cuales llevaban inscrito: «Defensa Desesperada». Probablemente, estarían haciendo sus estudios preliminares para convertir la protección de esta mina al sistema nuevo.

Había allí un avión recién llegado, vacío, y Jonnie supuso que debía de haber llegado Mac Kendrick. Llamó a Pattie y con ella bajo un brazo saltó del avión.

Ker estaba sentado en una grúa.

—El copiloto está allí dentro. Respira, pero debe de estar herido o algo así —dijo Jonnie—. Llévalos a él y a los psiclos al hospital.

Todavía llevando a Pattie, Jonnie entró corriendo al complejo en busca de Mac Kendrick.

Ker empezó a manejar la grúa y, con una destreza que sólo Ker podía alcanzar con una máquina, levantó los tres cuerpos y los pasó al remolque.

El conductor, un jambitchow recién entrenado, miró con los ojos abiertos de sorpresa cuando vio los dos inmensos cadáveres psiclo llegar al camión y el cuerpo más pequeño que caía encima de ellos.

Al ver psiclos, el primer impulso de la multitud fue retirarse, y rápido. La nieve y el hielo se habían disuelto y bien podían estar vivos.

El conductor estaba a punto de salir del camión y poner los pies en polvorosa entre él y cualquier cosa que tuviera que ver con los psiclos, que podían resucitar de pronto.

Ker retiró las plumas y vio que se había producido una conmoción y estaba a punto de quedarse sin conductor.

—¡No, no! —exclamó—. ¡Están muertos!

Tímidamente, el jambitchow regresó al asiento del vehículo. Tomando precauciones, el grupo se adelantó para ver mejor. Montones de ojos miraron inquisitivamente a Ker.

—¿No oyeron lo que me dijo Jonnie? —preguntó Ker.

No, no habían oído; estaban demasiado lejos.

—Esos psiclos habían estado ocultándose en la jungla —explicó Ker—. Salieron de su refugio e intentaron hacer pedazos al copiloto. Esto puso tan furioso a Jonnie que los atacó. ¡Los cogió a los dos por la garganta y sencillamente los estranguló!

Las bocas se habían abierto y los ojos se salían de las órbitas. Tenían la prueba delante de ellos.

Un momento después, un ex oficial hawvin advirtió:

—No es sorprendente que hayamos perdido esta guerra.

—Sí —dijo Ker—. ¡Cuando conozcan mejor a Jonnie, comprenderán que cuando se enfurece, se enfurece!

Hizo al remolque la señal de seguirlo y se alejó con su grúa. No había podido resistir la tentación de hacer lo que había hecho, pero lo más difícil había sido no reírseles en su propia cara.

Campo de batalla: la Tierra. La victoria
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
Section0102.xhtml
Section0103.xhtml
Section0104.xhtml
Section0105.xhtml
Section0106.xhtml
Section0107.xhtml
Section0108.xhtml
Section0109.xhtml
Section0110.xhtml
Section0111.xhtml
Section0112.xhtml
Section0113.xhtml
Section0114.xhtml
Section0115.xhtml
Section0116.xhtml
Section0117.xhtml
Section0118.xhtml
Section0119.xhtml
Section0120.xhtml
Section0121.xhtml
Section0122.xhtml
Section0123.xhtml
Section0124.xhtml
Section0125.xhtml
autor.xhtml