Segunda parte
Los cuatro jinetes

Cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, vi y oí a uno de los cuatro jinetes que decía con voz como de trueno: «Ven, mira».

Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió como vencedor; y para seguir venciendo.

Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo jinete, que decía: «Ven, mira».

Y salió otro caballo, rosillo, y al que cabalgaba sobre él le fue concedido desterrar la paz de la tierra y que se degollasen unos a otros, y le fue dada una gran espada.

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer jinete, que decía: «Ven, mira». Miré y vi un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.

Y oí como una voz en medio de los cuatro jinetes que decía: «Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero el aceite y el vino, ni tocarlos».

Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto jinete, que decía: «Ven, mira».

Miré y vi un caballo bayo, y el que cabalgaba sobre él tenía por nombre Muerte, y el Infierno le acompañaba. Fueles dado poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar por la espada, y con el hambre, y con la peste, y con las fieras de la tierra.

Apocalipsis 6, 1-8