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EXTRACTO DEL INFORME HELIOS
1.3. El personal de mantenimiento de Helios se enfrentaba con el problema de mantener bajo control el aumento secundario de temperatura producido en el núcleo del reactor, lo cual suponía enfriarlo bastante.
(Nota sobre el concepto «aumento secundario de temperatura»: Cuando se interrumpe repentinamente el funcionamiento del reactor a través de la rápida introducción de las barras de control y la disolución de boro en el agua de refrigeración, se interrumpe la reacción en cadena, pero las barras de reacción continúan generando energía. Ésta determina un aumento secundario de la temperatura de tal magnitud que si no se procede a una constante refrigeración, esto es, si no se renueva continuamente el agua que se va vaporizando en el núcleo del reactor, las vainas de los cartuchos de combustible y el propio combustible atómico comienzan a fundirse.)
Puesto que el reactor ya no generaba electricidad y la destrucción de la línea de alta tensión le impedía abastecerse de la red general de suministro, fue preciso hacer funcionar las bombas de agua con el grupo electrógeno de emergencia.
Uno de los motores diesel estaba en reparación en el momento del accidente. Los tres motores en buenas condiciones eran capaces de producir en conjunto una corriente de 14.000 voltamperios, suficiente para proveer a las necesidades de todas las instalaciones necesarias. Estos motores diesel entraron en funcionamiento sin problemas...
1.5. La segunda explosión ocurrida dentro del edificio del reactor — aproximadamente una vez y media más fuerte que la primera (véase Apéndice, págs. 858—875)— tuvo lugar a las 13:15 horas y causó la muerte directa, o por el impacto de los fragmentos de metal despedidos, de dos de las 14 personas que componían el equipo de voluntarios formado para registrar la segunda sala circular de la cúpula del reactor en busca de otros posibles explosivos. Las víctimas fueron: el ministro de Economía, Eberhard Hühnle (Informe sobre la actuación del señor ministro, véase «Documentos adjuntos al presente Informe, etc.», págs. 114—115) y el jefe del equipo de vigilancia de la Central, Ernst Baumann. La explosión destruyó, entre otras, las siguientes instalaciones:
1. La cámara de conexiones Illa;
2. el cuarto de los paneles de mandos;
3. la compuerta de materiales n.° 2;
4. dos medidores de radiactividad (sistemas de monitores de seis canales, marca AEG)...
1.7. El desperfecto citado en el apartado 1.5, punto 1, desencadenó la catástrofe. La fuerza de la explosión, unida al impacto de los trozos de hormigón y de metal desprendidos, destruyó diversas partes de la cámara de conexiones Illa, la cual contenía importantes instalaciones eléctricas. Se cortó la conexión con uno de los generadores diesel, lo cual dejó la alimentación de las bombas de refrigeración de emergencia a cargo de sólo dos motores del grupo electrógeno. Aun así, el incidente no hubiera tenido mayores consecuencias, pues incluso con dos motores aún era posible suministrar la energía necesaria.
Sin embargo, la explosión también inutilizó algunos contactos del sistema de control electrónico situados en la cámara de conexiones, los cuales debían desconectar todos los aparatos eléctricos de la Central al producirse el corte de suministro eléctrico y entrar en funcionamiento el grupo electrógeno de emergencia. A consecuencia de ello, muchas fuentes de consumo de electricidad que habían sido desconectadas — como bombas, condensadores, sistemas de aire acondicionado, etc.— de pronto volvieron a sobrecargar la red. Ello determinó un cortocircuito al cabo de escasos segundos e interrumpió totalmente el suministro de energía. Las bombas de refrigeración de emergencia se detuvieron; resultaba imposible enfriar el núcleo del reactor en la medida suficiente...
2.1. El accidente sobrevino según el siguiente orden cronológico reconstruido:
Tiempo
(Segundos) Suceso
0 Falla el generador diesel de emergencia.
10 Fallan las bombas de refrigeración de emergencia.
15 Baja el nivel del agua en el reactor. Casi de inmediato comienza a producirse una fuerte concentración de vapor.
25 Mala dispersión de calor. La temperatura de las vainas de las barras de reacción sube hasta 1.100 grados centígrados. Se rompen las primeras vainas.
40 Se han roto más de la mitad de las vainas del núcleo del reactor.
60 La temperatura de las vainas de los cartuchos de combustible sobrepasa los 2.000 grados centígrados. Las primeras partículas de uranio se desprenden de las vainas rotas y caen en el reactor.
100 El material fundido de las vainas entra en reacción con el agua aún existente («reacción metal—agua»). Se producen múltiples explosiones.
250 Alcanzada una temperatura de más de 2.800 grados centígrados, el uranio comienza a fundirse.