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El inspector Kramer llamaba desde una cabina telefónica del centro de Darmstadt.

—La Born dice que no conoce a nadie llamado Alexander Fuchs — dijo a toda prisa, ensordecido por el ruido del tráfico—. Pero luego hemos hablado con la criada. La chica ha reconocido sin titubeos la foto de Fuchs. La semana pasada aún se vieron con Sibylle Born. La chica no sabe la dirección exacta, pero recuerda e] nombre de la calle. Dentro de media hora le tendremos. Todo este asunto me huele a chamusquina, jefe. La mujer podría haberle proporcionado los planos de la Central o yo qué sé. En cualquier caso, desearía su aprobación para hacer registrar la Central sin tardanza... Gracias... Desde luego, ahora mismo llamo a Born... De acuerdo, le tendré informado.