Agradecimientos
QUIERO dar las gracias a las siguientes personas por su inestimable ayuda en la publicación de este libro. A mi amiga, la escritora Gillian White, por su generoso aliento desde el principio. A Vanessa Neuling, por leer los primeros borradores y por sus inteligentes observaciones. A mi agente, Caroline Hardman, de Hardman & Swainson, por acoger el libro con tanto entusiasmo y compromiso, además de sus consejos expertos. A todo el equipo de Viking/Penguin, en especial a su directora editorial, Venetia Butterfield, y a mi editora, Elspeth Sinclair, ambas extraordinarias. A Nicole Wotherspoon, por compartir sus recuerdos sobre la vida en Malasia en la década de 1950 y en un internado inglés. A Sophie Endersby, por su información sobre la legislación de la época en materia de herencia y sobre los trámites con los certificados de defunción cuando no aparece el cadáver. A mi madre, por sus recuerdos y sus álbumes de fotos. A mi encantadora familia, a los jóvenes y a los mayores, en especial a mi sufrido marido, Richard, que siempre creyó en este libro y disfrutó ayudándome en el trabajo de documentación. Gracias a todos.