94. ¿Es correcto usar palabras como thou, thee y ye en el inglés moderno?
La respuesta corta a esa pregunta sería no, si hablamos desde el punto de vista de un purista gramatical. Sin embargo, muchas palabras que ahora se consideran arcaicas en el inglés estándar mantienen toda su vitalidad en los dialectos regionales, pese a la implantación de la educación estandarizada hace aproximadamente ciento cincuenta años. Por supuesto, tanto la frecuentemente citada Biblia del rey Jacobo como las obras de Shakespeare usan formas arcaicas, lo que ha permitido que las más frecuentes resulten comprensibles para mucha gente. Más discutible resulta, sin embargo, que este hecho haya influido en su pervivencia en el habla dialectal.
Hacia 1700 aproximadamente, y debido a distintas razones lingüísticas y sociales, tanto el término thou como sus formas asociadas thee, thine y thy, habían desaparecido del inglés estándar de Londres, del sur y de las Midlands, conservándose tan solo en el lenguaje poético —donde todavía se utilizan ocasionalmente— y en los dialectos regionales de la distante zona norte. Es interesante señalar que durante el auge del inconformismo anglicano (siglos XVI a XVIII), particularmente pujante en el norte, el uso de thou fue adoptado por muchos de los grupos religiosos más influyentes, incluidos los cuáqueros, por considerarla una forma más democrática que you, cargada de connotaciones clasistas. George Fox, el fundador de los cuáqueros, describió la reacción, en ocasiones violenta, que se producía cuando se dirigían a la gente utilizando thou:
We were often beset and abused, and sometimes in danger of our lives for using these words to some proud men, who would say, “What! You ill-bred clown! Do you thou me?” (A menudo éramos atacados y acosados, e incluso llegamos a ver peligrar nuestras vidas por dirigirnos en estos términos a algunos hombres arrogantes que nos decían: “¡Será posible! Payaso maleducado, ¿cómo me tratas de thou?”).
Las novelas de las hermanas Brontë —residentes en Yorkshire—, que se publicaron en la década de 1840, muestran a sus instruidos protagonistas utilizando you de forma habitual. El uso de thou, en cambio, se reserva para los sirvientes, que hablan el dialecto local, y emerge también en flashbacks de conversaciones anteriores, para subrayar que tienen lugar en un período histórico anterior.
Con la implantación de la educación infantil obligatoria a nivel nacional se hicieron denodados esfuerzos para erradicar los dialectos locales e imponer una forma estandarizada del inglés. Era bastante frecuente que los niños recibieran castigos físicos por hablar en clase lo que se consideraba un “mal inglés”, así que en la mayor parte del territorio nacional los alumnos aprendieron a utilizar en clase el “idioma del profesor” para, una vez fuera, volver discretamente a su habla local, con la que se sentían más cómodos. En las zonas rurales más remotas del país, donde había menor contacto con forasteros, había más probabilidades de que se produjera esa situación. El uso de thou, pronunciado /ðæ/, ha sobrevivido en Yorkshire, junto con un gran número de variantes en lo que a estructuras gramaticales y vocabulario se refiere, y todavía puede escucharse generalmente entre los varones de más edad, para quienes conlleva un trato de camaradería muy similar al que podrían tener los españoles que han hecho juntos el servicio militar.
El término ye es simplemente la forma plural de thou. En lugares turísticos es frecuente encontrar establecimientos pintorescos, “típicos”, que ostentan nombres escritos en un inglés supuestamente “antiguo”, tales como Ye Olde Sweete Shoppe. En esos casos, la mayoría de la gente da por hecho que ye es el equivalente en inglés antiguo de the, y, por tanto, pronuncian la y inicial como la de you. Esto, sin embargo, es tan solo el resultado de un enorme malentendido. En inglés antiguo, th se representaba con un símbolo llamado thorn (‘espina, pincho’), que tenía un aspecto parecido al de una Y mayúscula, de modo que la palabra the se escribía «símbolo thorn + e». Más adelante, los normandos intentaron implantar la grafía th- como forma alternativa. Cuando apareció la imprenta, al final de la Edad Media, la caja de tipos no disponía de ninguno que representase el símbolo thorn, así que los impresores usaron la letra Y, que era el carácter que más se le parecía, de ahí la confusión. Lo cierto es que la imprenta tan solo dio el golpe de gracia a un símbolo que ya estaba en vías de extinción. Pese a ello, con el paso del tiempo ye ha arraigado en el imaginario popular como la forma original de the, aunque, como hemos visto, se trata en realidad de un completo impostor.