IX
Por fin nació el tercer descendiente, el cual recibió por nombre Vidura. Bishma tuvo que asumir nuevamente el papel de regente hasta que los nuevos príncipes alcanzaran edad suficiente para gobernar el reino.
Y mientras pasaban los años, Bishma les enseñaba todo aquello que un kshatrya debía saber. El primero de los príncipes Dhritarashtra estaba dotado de una fuerza fuera de lo normal, mientras que el segundo Pandu demostró ser un maestro en el uso del arco. Vidura por su parte era el más sabio de los tres. Una vez alcanzada la madurez, Bishma nombró a Dhritarashtra heredero legítimo al trono. Pandu, el maestro de las armas, fue designado como el general del ejército, mientras que a Vidura se le asignó las funciones de ministro del rey.
Dado que Dhritarashtra era ciego no podía gobernar el reino, así que Pandu asumió el gobierno del reino con la asistencia de Vidura.
Los tres muchachos habían alcanzado ya su juventud y la preocupación más inmediata de Bishma era encontrar esposas para ellos. Y oyó que Subala el rey de Gandhara, tenía una hija muy bella y fiel, que además tenía fama de ser muy devota de Sankara. También la hija del rey de Madrás era de una dulzura y belleza extraordinarias. Bishma comentó el hecho con Vidura recomendándolas como las esposas apropiadas para los príncipes, a lo que Vidura le contestó:
—Para nosotros tú eres como nuestra madre, nuestro padre, nuestro guru, nuestro todo.
Lo que tú decidas para nosotros será siempre lo mejor.
Bishma hizo llegar la noticia al rey de Gandhara, el cual al principio se mostró indeciso por la ceguera de Dhritarashtra, pero su hija Gandhari le aseguró que no tenía ningún inconveniente en casarse con el príncipe kuru, y para probarlo vendó sus ojos con un pañuelo de seda, pues no quería ser mejor que su señor en nada. Así pues Subala envió a su hija a Hastinapura acompañada de su hermano Sakuni y allí se celebró la boda.
Por otra parte, el rey de Madrás celebró un Swayamvara para su hija Madri, la cual eligió a Pandu como su esposo, pues sobresalía en gentileza y belleza muy por encima de sus rivales. Bishma estaba muy complacido con las nuevas esposas que iban a convertirse en reinas de la gran Casa de los Kurus.