VI
Amba abandonó el bosque y se dirigió a otro lugar para emprender una vida de terribles mortificaciones y austeridades, negándose hasta las necesidades más esenciales. Shanmukha, el hijo del señor Sankara, estaba muy complacido con ella. Así pues un día se le apareció, y le regaló una guirnalda de lotos que jamás se marchitaban. Le dijo:
—Hija mía, toma esta guirnalda. La persona que lleve esta guirnalda alrededor de su cuello será la persona que matará a Bishma.
A continuación Amba se dirigió a los reyes más poderosos de aquellas tierras y trató de persuadirles de unirse a su causa, mas todos rehusaban a hacerlo, a pesar de que la guirnalda otorgada por un dios era un signo seguro de éxito. Bishma tenía una personalidad tan poderosa que no había ni un solo kshatrya que se atreviera a oponerse a él. Amba se dirigió a la corte de Drupada, el rey de los Panchalas. Le ofreció la guirnalda y le pidió que le ayudara, a lo que el rey le respondió:
—Bishma no sólo es poderoso sino que es bueno; no encuentro ninguna razón por la cual luchar con él. No puedo complacerte.
Amba estaba desesperada. Ató la guirnalda a una columna del salón principal de Drupada y se fue llena de furia.
Y otra vez fue a refugiarse al bosque para reanudar la práctica de severas austeridades.
En su corazón tan sólo había un sentimiento: odio a Bishma. Su único deseo era verle muerto.
Sus austeridades se prolongaron durante mucho tiempo, hasta que finalmente el mismo señor Sankara se apareció ante ella y le dijo:
—No te apenes hija mía, pues en tu próxima vida tú misma matarás a Bishma.
Pero Amba pensaba para sí misma: "Quizás en mi próxima vida le mataré, pero no recordaré mi odio y no podré saborear el placer de la venganza; debo matarle ahora."
Sankara le sonrió y le dijo:
—No te preocupes, en tu próxima vida recordarás cada uno de los pequeños detalles de esta vida. Serás la hija del rey Drupada, monarca de los Panchalas, mas luego te convertirás en varón y realizarás tu venganza: matarás a tu enemigo Bishma.
Al saber esto, Amba hizo una enorme hoguera y se arrojó en ella. Mas tarde nació como una hija del rey Drupada, y un día, mientras jugaba en el palacio, vio la guirnalda de lotos que estaba colgada en la columna. La cogió y se la puso alrededor de su cuello. En cuanto Drupada supo de este hecho se apresuró a su encuentro, preocupado por lo que pudiera pasarle. Amba sonrió serenamente a su padre y le dijo:
—No te sorprendas, padre, yo he nacido de ti sólo para poder ponerme esta guirnalda.
Vive tranquilo y deja el resto de mi parte.
En esta vida el nombre de Amba era Sikhandi. Fue educada por Drona, el cual siempre pensó que era un muchacho. Y Sikhandi después de practicar austeridades durante muchos años, gracias a un don que le otorgó un Yaskha cambió su sexo, convirtiéndose en un hombre.
Y luego siguió viviendo en la corte de Drupada guardando en su corazón su odio por Bishma como una antorcha encendida.