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Las recetas que estudia el PP
Siete de las medidas que está analizando Mariano Rajoy para recortar entre 20.000 y 40.000 millones y cumplir con la dieta milagro que exige la artista antes conocida como Europa (y que ahora se llama Merkozy).
1. Impuestos. Subida para la gasolina, para el tabaco, para el alcohol… para empezar a hablar. Es probable que haya también algunas rebajas —la famosa ayuda a «los emprendedores»—, pero la suma global en cualquier caso supondrá más impuestos y más recaudación.
2. IVA único. Es el impuesto que más puede crecer —tal vez incluso con una subida directa— y la pista está en el libro verde de la Comisión Europea, que recomienda aumentar la recaudación tendiendo hacia un tipo único, el máximo, en vez de los tres que tenemos en España: normal (18 por ciento), reducido (8 por ciento) y superreducido (4 por ciento). Según la Comisión, si se sacan productos de los tramos reducidos, la recaudación del IVA podría aumentar hasta el 45 por ciento. La lista de sectores potencialmente afectados va de la hostelería al transporte o la energía. En Portugal se ha hecho ya con el IVA de la la electricidad y el gas, que ha pasado de la tasa reducida del 6 por ciento a la máxima del 23 por ciento.
3. Recortes a los funcionarios. Por el sueldo y por las plazas. Además de la segura reducción del número de interinos, también se mira con atención una fórmula que Portugal acaba de estrenar: eliminar las pagas extras para los funcionarios (y pensionistas) que cobren más de mil euros al mes.
4. Rebaja salarial. El PP lo llama de otra forma: reforma laboral. Más allá de los cambios en los contratos y el despido, la clave estará en la eliminación de los convenios sectoriales y provinciales. En la práctica supondrá que las empresas podrán negociar por separado rebajas de sueldos con sus empleados con más facilidad.
5. Copago no solo sanitario. Al uso de las carreteras para transporte de mercancías, a las recetas o a las tasas universitarias, con la vista puesta en un modelo de educación superior a la americana donde los estudiantes pagarían a crédito su formación.
6. Recorte del desempleo. O, más bien, del número de personas que lo podrán cobrar. El PP planea endurecer los requisitos para acceder a los subsidios y entre las posibilidades que se baraja para ello está perder la prestación si rechazas un trabajo o un curso de formación. Es algo que ya intentó Aznar (y que tuvo que retirar porque le costó una huelga general).
7. Un banco malo. Que el Estado cree un banco-basurero que compre a las entidades financieras los activos tóxicos que lastran su balance (especialmente el suelo). Es una de las pocas medidas concretas que aparece en el programa del PP. Los optimistas creen que, en unos años, el banco malo podría vender la basura sin perder un euro público. Los pesimistas temen que este rescate a la banca pueda salir por 60.000 millones, el doble de lo que ahora se va a recortar.