La cumbre de la pasión púrpura
EE.UU.
rase una vez un marinero que estaba paseándose por la calle y se encontró a una Dama De Labios Pintados.
—¿Sabes lo que es la Cumbre de la Pasión Púrpura? —lo interrogó ella.
—No —respondió él.
—¿Quieres saberlo?
—Sí.
Así que ella le pidió que fuera a visitarla a su casa a las cinco en punto. Él la obedeció y cuando tocó la campanilla de la puerta, los pájaros se pusieron a revolotear en torno a la casa. Estuvieron revoloteando hasta que completaron tres vueltas enteras y solo entonces la puerta se abrió, y los pájaros desaparecieron. Allí estaba, la Dama De Labios Pintados.
—¿Todavía quieres saber lo que es la Cumbre de la Pasión Púrpura? —preguntó ella.
Él le dijo que le gustaría averiguarlo, de modo que ella lo instó a ir y darse un baño para quedarse bien limpio. Él hizo lo que ella sugería, y volvió a la carrera, con tan mala fortuna que se resbaló al pisar la pastilla de jabón y se rompió la crisma. Este es el final de la historia. Él nunca averiguó cuál era la respuesta. Mi amiga Alice me contó este cuento. Es algo que le ocurrió a un conocido suyo.