CAPÍTULO LXXXIII

Cómo los rebeldes mudaron de propósito en el ir a Castilla, e hicieron nuevo convenio con el Almirante

En tanto, como tardaban las carabelas, y no quería embarcarse la mayor parte de la gente de Roldán, tomaron por motivo para quedarse allí, la tardanza, echando la culpa al Almirante porque no les había despachado con la brevedad que pudo. Sabiendo esto el Almirante escribió a Roldán y a Adrián de Mújica, exhortándoles con buenas razones a cumplir lo capitulado y apartarse de la inobediencia; a más de esto, Carvajal, que estaba con ellos en Xaraguá, hizo una protesta ante un notario llamado Francisco de Garay, que después fue gobernador de Jamaica y Pánuco, diciendo a los rebeldes que aceptasen los navíos que enviaba el Almirante provistos de todo, y se embarcasen, según lo capitulado. Pero ellos no quisieron aceptarlos, por lo que, a 25 de Abril, mandó que se volviesen a Santo Domingo, pues los deshacía la broma[195], y la gente que traían padecía falta de vituallas.

No hicieron caso de esto los rebeldes; antes se alegraron y ensoberbecieron bastante, viendo que se hacía tanto caso de ellos, de suerte que no sólo no agradecieron la moderación del Almirante, sino que escribieron tener éste la culpa de que se quedasen, porque deseaba vengarse de ellos, y por esto había mandado tarde las carabelas y en tan mal estado que era imposible que pudiesen llegar a Castilla, y que aunque fuesen buenas y bien proveídas, habían ya consumido las vituallas, sin que pudiesen bastar las que quedaban, para tan largo tiempo; y siendo esto cierto, habían resuelto esperar el remedio de los Reyes Católicos. Con cuya respuesta se volvió Carvajal a Santo Domingo por tierra, y al tiempo de su partida le dijo Roldán que si el Almirante le enviaba otro seguro, iría a verle, por si podía hallarse algún medio de arreglo que fuese a gusto de ambos, como se lo escribió Carvajal al Almirante, desde Santo Domingo, a 15 de Mayo, y a 21 le respondió éste agradeciendo los trabajos que padecía en aquel negocio, y le envió el seguro que pedía, con una carta para Roldán, breve, pero abundante en eficaces sentencias exhortándoles a la paz, la obediciencia y el servicio de los Reyes Católicos; y habiéndole respondido, el Almirante volvió a escribirle más ampliamente a 29 de Junio.

A 3 de Agosto, seis o siete de los principales que estaban con el Almirante, le enviaron a Roldán otro seguro para que pudiese ir a tratar con Su Señoría; pero, como la distancia era mucha, y conveniente que el Almirante visitase la tierra, acordó ir con dos carabelas al puerto de Azúa, en la isla Española, al poniente de Santo Domingo, para acercarse a la provincia donde estaban los rebeldes, de los cuales fueron muchos a dicho puerto. Llegado el Almirante con sus navíos, casi a fin de Agosto, empezó a tratar con los principales, exhortándoles a que desistiesen de su mal intento, prometiéndoles grandes mercedes y favores, y ofrecieron cumplir si el Almirante les concedía cuatro cosas. La primera, que en los primeros navíos que viniesen, mandaría quince de ellos a Castilla. La segunda, que a los que se quedasen en la isla, les daría casas y tierras en pago de sueldo. La tercera, que publicase en un bando que todo lo sucedido provino de falsos testigos y por culpa de algunos malvados. La cuarta, que nombrase otra vez Alcalde mayor perpetuo a Roldán.

Convenido esto entre ellos, volvióse Roldán a tierra, desde la carabela del Almirante, y envió los capítulos a su gente, tan a su gusto que, al fin de ellos decía, que si el Almirante faltaba a alguna cosa de esto, sería bien hacérselos guardar a la fuerza, o por la vía que mejor les pareciese.

El Almirante, deseoso de ver el fin de tantas dificultades, y considerando que en esto habían pasado ya dos años; que sus enemigos eran cada vez más, y perseveraban en su contumacia, y viendo que algunos de los que estaban con él se atrevían a juntar en cuadrillas, y a conjurarse para irse a otras tierras de la isla, del mismo modo que Roldán lo había hecho, resolvió firmarlos, de cualquier modo que fuesen, y expidió dos patentes: una, a Roldán, de Alcalde perpetuo, y otra que contenía las cosas dichas; demás de esto, lo que antes se había convenido, cuya copia hemos ya puesto. Luego, el martes, a 5 de Noviembre, empezó Roldán a ejercer su autoridad, y en virtud de ella, nombró juez del Bonao a Pedro de Riquelme, con facultad de castigar los reos criminales, excepto los de pena de muerte, que había de enviarlos a la fortaleza de la Concepción, para que Roldán los sentenciase; y porque el discípulo no abrigaba intención menos depravada que el maestro, intentó luego fabricar una casa fuerte en el Bonao; pero se lo estorbó Pedro de Arana, pues conoció claramente que era contra el servicio debido al Almirante.

Historia del Almirante
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
introduccion.xhtml
mapa.xhtml
section000.xhtml
proemio.xhtml
cap001.xhtml
cap002.xhtml
cap003.xhtml
cap004.xhtml
cap005.xhtml
cap006.xhtml
cap007.xhtml
cap008.xhtml
cap009.xhtml
cap010.xhtml
cap011.xhtml
cap012.xhtml
cap013.xhtml
cap014.xhtml
cap015.xhtml
cap016.xhtml
cap017.xhtml
cap018.xhtml
cap019.xhtml
cap020.xhtml
cap021.xhtml
cap022.xhtml
cap023.xhtml
cap024.xhtml
cap025.xhtml
cap026.xhtml
cap027.xhtml
cap028.xhtml
cap029.xhtml
cap030.xhtml
cap031.xhtml
cap032.xhtml
cap033.xhtml
cap034.xhtml
cap035.xhtml
cap036.xhtml
cap037.xhtml
cap038.xhtml
cap039.xhtml
cap040.xhtml
cap041.xhtml
cap042.xhtml
cap043.xhtml
cap044.xhtml
cap045.xhtml
cap046.xhtml
cap047.xhtml
cap048.xhtml
cap049.xhtml
cap050.xhtml
cap051.xhtml
cap052.xhtml
cap053.xhtml
cap054.xhtml
cap055.xhtml
cap056.xhtml
cap057.xhtml
cap058.xhtml
cap059.xhtml
cap060.xhtml
cap061.xhtml
cap062.xhtml
cap063.xhtml
cap064.xhtml
cap065.xhtml
cap066.xhtml
cap067.xhtml
cap068.xhtml
cap069.xhtml
cap070.xhtml
cap071.xhtml
cap072.xhtml
cap073.xhtml
cap074.xhtml
cap075.xhtml
cap076.xhtml
cap077.xhtml
cap078.xhtml
cap079.xhtml
cap080.xhtml
cap081.xhtml
cap082.xhtml
cap083.xhtml
cap084.xhtml
cap085.xhtml
cap086.xhtml
cap087.xhtml
cap088.xhtml
cap089.xhtml
cap090.xhtml
cap091.xhtml
cap092.xhtml
cap093.xhtml
cap094.xhtml
cap095.xhtml
cap096.xhtml
cap097.xhtml
cap098.xhtml
cap099.xhtml
cap100.xhtml
cap101.xhtml
cap102.xhtml
cap103.xhtml
cap104.xhtml
cap105.xhtml
cap106.xhtml
cap107.xhtml
cap108.xhtml
autor.xhtml
notas.xhtml