NARCISO, HÉROE DEL CIUDADANO EJEMPLAR

LA carrera profesional del juez Baltasar Garzón deja una huella impresionante de la persecución del delito. Sus primeras apariciones públicas lo fueron por su constante batalla contra los traficantes de droga, después fue punta de lanza contra el terrorismo de ETA, con decisiones de asfixia del entorno terrorista que causaron asombro, luchó contra la guerra sucia, desafiando al poder del Gobierno, aplicó por primera vez la teoría de la justicia universal logrando la detención del dictador Augusto Pinochet en Londres, acogió las legítimas aspiraciones de las familias que anhelaban encontrar los restos de sus ancestros asesinados durante la guerra civil, investigó hasta que lo detuvieron la trama de corrupción político-empresarial que implicaba al Partido Popular, todas ellas causas nobles para los ciudadanos ejemplares. ¿Por qué entonces es un juez tan polémico? Sin duda será repudiado por aquellos que se sientan perjudicados por sus acciones, pero hay más, hay una cara oculta del juez modélico.

Muchos casos de delincuencia ligada al contrabando no terminaron con la condena esperada y lógica a tenor de los hechos, a causa de una deficiente instrucción del juez.

Se detectaron un número importante de irregularidades en el procedimiento contra los responsables del Ministerio del Interior en la causa por la guerra sucia contra el terrorismo.

El propio Tribunal Supremo le separó de la judicatura por las decisiones ilegales adoptadas para la persecución de la corrupción política y por la extralimitación en el asunto que socorría la petición de los familiares de los asesinados durante la guerra.

La conclusión es fácil: el juez investiga mal causas que merecen ser investigadas. ¿Es por torpeza intelectual? No, se debe a la aplicación de un principio aborrecible que, sin embargo, posee un aliciente populista: el fin justifica los medios. Si lo que pretende es castigo a delincuentes peligrosos, a criminales, no es cosa de ponerse puritano a la hora de la investigación, es el esquema que muchos aceptan y que el juez Garzón ha practicado sin medida.

Pero como sabe todo el que respeta la justicia como uno de los pilares de la democracia, la inatención a las normas que garantizan la inocencia de las personas quiebra el sistema jurídico de un país civilizado.

Garzón ha incurrido repetidamente en la desconsideración de las normas porque lo que estaba haciendo —pensaba él— no puede ser contestado por ningún demócrata. Cuando sus compañeros de profesión, hartos de la política publicitaria del juez, decidieron darle una lección, eligieron erróneamente los asuntos a los que oponer objeciones y sanciones: el asunto de la corrupción de Gürtel (por abuso al grabar las conversaciones de los implicados con sus abogados) y la atención a las peticiones de responsabilidad por la guerra civil (por extralimitación procesal). Haber utilizado estos casos y no otros redundaba en la política mediática del juez, que una vez contó con el amparo del diario El Mundo y después con el de El País, pasando de héroe a villano en el primero, y de villano a héroe en el segundo.

Y es que hay personas con pasiones irrefrenables en distintas actividades humanas. El juez en cuestión tiene una pasión incontenible por sí mismo, y todas sus acciones se dirigen a cimentar unas imágenes que puedan servir a esa pasión egocéntrica.

Cuando escribo estas palabras, Garzón aparece de nuevo en el centro del escenario, como abogado de Julian Assange, el filtrador universal de noticias procedentes de webs y archivos ajenos. ¿El juez español pretende dar lecciones a los tribunales británicos y suecos amparándose en la cobertura de la legislación ecuatoriana?

Éste es un claro ejemplo de la actuación del juez español. Bajo apariencia progresista está defendiendo la causa de una persona acusada de delito sexual bajo la intrincada excusa de que es una maniobra de los tribunales suecos para enviar al encausado a Estados Unidos, donde sería represaliado por la filtración de documentos hecha a través de WikiLeaks. Poner bajo sospecha a la justicia sueca amparándose en la garantía de la ecuatoriana es algo grotesco, si no fuera porque muchas personas son sorprendidas en su buena voluntad y aceptan el alambicado argumento utilizado para evadir una responsabilidad por delito sexual.

En un brillante artículo[1], Ignacio Sánchez-Cuenca, tras afirmar que «el Estado de derecho requiere que los jueces sean independientes y puedan tomar decisiones con autonomía y sin coacción», se preguntaba: «¿Pero qué sucede si, siendo independientes, son parciales y actúan de acuerdo con principios ideológicos? Y, sobre todo, ¿qué hacer si los jueces tienen un sesgo ideológico claro, […] que les lleva a enfrentarse a los poderes políticos representativos?».

España necesita una judicatura con neutralidad política a la hora de la instrucción y las sentencias.

A Baltasar Garzón se deben algunas actuaciones que han marcado un antes y un después, como la detención de Augusto Pinochet, pero también se le debe la degradación de la función de jueces y magistrados por mor de la vanidad, el único peso que no son capaces de soportar los hombres sin rendirse a él.

Una página difícil de arrancar
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
introduccion.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
fotos.xhtml
notas.xhtml