Nadia vive
En los grandes almacenes de Moscú, hoy conocidos como GUM, fue velado el cuerpo de Nadia. La versión oficial de la muerte aseguraba que había fallecido de un ataque de apendicitis, pero la verdad sólo pudo develarse tras la caída de la URSS, cuando se conoció la sentencia del informe original del forense, el profesor Krushner, que decía: “Hay un orificio de cinco milímetros encima del corazón. La muerte se produjo instantáneamente por herida abierta”.
Para la historiadora Tatiana Pigariova, “el monumento funerario a Nadezhda Alliluyeva es posiblemente el más famoso del cementerio Novodévichi, que es el más importante de Rusia. La parte donde descansa Nadia había sido creada en 1898, pero después, en tiempos comunistas, allí sólo eran enterrados los soviéticos ilustres. Además, la lista de los posibles habitantes del cementerio la determinaba una comisión especial. Por supuesto que para Nadezhda se escogió un buen sitio, aunque es evidente que su suicidio era considerado no sólo como una traición amorosa, sino también política. ¿Cómo podía suicidarse la mujer del máximo líder?
”El monumento permite muchas lecturas. Primero, si vemos el texto escrito en el pedestal sobre el cual se halla instalada esta imagen tenue, clara, de la mujer tan bella, es realmente chocante. Dice: ‘Nadezhda Alliluyeva Stalina (1901-1932), miembro del Partido Comunista, de parte de Stalin’. Punto. Creo que esta inscripción define la personalidad de Stalin mejor que cualquier tratado sociopolítico… Además, si observamos el monumento, una de las manos de Nadezhda, vista de frente, más bien parece la de un hombre estrangulándola. Si damos la vuelta y la miramos de lado, vemos cómo el pedestal evoca arenas movedizas que van ascendiendo a punto de tragar a esta frágil y tenue mujer. Realmente no es tanto un monumento a Nadezhda Alliluyeva, sino a toda una época. Ella es una joven cualquiera de los años treinta, siempre atenta a la presencia del peligro, de la muerte, porque nunca podía saber cuándo los coches negros de los agentes secretos vendrían por cualquiera y lo detendrían”.
Pigariova explica que de Novodévichi es el cementerio “más vivo del mundo”. Esto porque, para la filosofía comunista, la muerte no era una cuestión en sí misma. “Un soviético actuaba y al morir ganaba un monumento en el cementerio en el que continuaba haciendo lo suyo, seguía trepando la montaña si era alpinista, o tocando el violín si era violinista, trabajando en los planos de los aviones si era ingeniero o dirigiendo un ejército si era general. Nadia aquí también nos sigue mirando; está viva”.
Respecto de su monumento hay versiones y comentarios disímiles. Según Ludmila Mars, directora de las Galerías Tretiakov: “Le solicitaron a Shadr, que en su momento ya se consideraba uno de los escultores más prestigiosos del país, que realizara el monumento para la tumba de Alliluyeva. Durante tres meses estuvo trabajando sin salir de su taller. Propuso varias ideas: la figura de pie, o arrodillada, y finalmente optó por transmitir un estilo antiguo. Además, él tenía muchas fotos de Alliluyeva, estaba maravillado con su belleza. Quería mostrar su ‘tristeza iluminada’; es que Nadia era una persona muy romántica, muy poética, maravillosa. Absolutamente todas las decisiones arquitectónicas de la obra fueron tomadas por él. Eligió una plazoleta, que debía ostentar una pileta con agua cristalina, un banco cubierto de rosas, y debajo una rosa partida hecha de bronce. Y entonces se decidió por el mármol blanco. El entorno para el mármol es agresivo, el mármol comienza a arruinarse, y en esos años, los años cincuenta, hubo varios actos de vandalismo, ya que era justo el tiempo de destronamiento de Stalin. Fue así que se tomó la decisión de salvar el trabajo de Shadr y se colocó una réplica”.