AGRADECIMIENTOS

Como siempre, a cuatro personas sin las cuales…

A Bren Abercrombie, que se fatigó los ojos leyéndola.

A Nick Abercrombie, que se fatigó los oídos oyendo hablar de ella.

A Rob Abercrombie, que se fatigó los dedos pasando sus páginas.

A Lou Abercrombie, que se fatigó los brazos sosteniéndome.

Y también, dado que nadie vive en una cueva y yo el que menos, mi más sincero agradecimiento…

Por plantar la semilla de esta idea: Nick Lake.

Por asegurarse de que el brote se hiciera árbol: Robert Kirby.

Por procurar que el árbol diera frutos dorados: Jane Johnson.

Y también, dado que la metáfora de la fruta está agotada, gracias a todos los que me han ayudado a crear, colocar, publicar, publicitar, ilustrar, traducir y, sobre todo, vender mis libros dondequiera que estén por todo el mundo, pero en particular a Natasha Bardon, Emma Coode, Ben North, Jaime Frost, Tricia Narwani, Jonathan Lyons y Ginger Clark.

A los ilustradores que, de algún modo, se imponen al desafío imposible de hacerme quedar elegante: Nicolette y Terence Caven, Mike Bryan y Dominic Forbes.

Por su inagotable entusiasmo y su apoyo, haga sol o nieve: Gillian Redfearn.

Y a todos los escritores con los que me he cruzado en internet, en el bar y a veces hasta en la página impresa, que me han proporcionado ayuda, consejo, risas y multitud de ideas dignas de robar.

Ya sabéis quiénes sois.