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¡Hola! ¡Buenas noches! ¿Cómo estáis? A mí el buen humor me brota a raudales y quiero compartirlo con todos vosotros. Aquí Radio NEB. Es la hora de vuestro programa Llámanos y solicita tus canciones pop. Desde este momento y hasta las nueve disfrutaremos de dos fantásticas horas de sábado por la noche. Pondremos las canciones más modernas, las más sofisticadas. Las melodías que añoráis, las melodías de vuestros recuerdos, las melodías divertidas, las melodías que os dan ganas de bailar, las melodías que os fastidian, las melodías que os hacen vomitar. Cualquier melodía. ¡Llamadnos! ¡Ahora! Llamadnos sin parar. Ya conocéis nuestro número de teléfono, ¿verdad? Pues no os equivoquéis al marcar. Llamaríais para nada y molestaríais a la gente. Equivocarse de número, poner una sílaba de más al componer un poema… ¡Qué cosas! Por cierto, desde que hemos abierto las líneas, a las seis, los diez teléfonos de nuestra centralita no han parado de sonar ni un segundo. ¿Cómo? ¿Queréis oír los timbres?… ¿Qué? ¿Qué os ha parecido? Increíble, ¿no? ¡Muy bien! ¡Seguid así! Llamad, llamad sin parar hasta que se os rompan los dedos. Por cierto, la semana pasada recibimos tantas llamadas que saltaron los fusibles y se armó un follón. Pero no os preocupéis. Ayer instalamos un cable especial. Un chisme tan grueso como la pata de un elefante. Y la pata de un elefante es mucho más gruesa que la pata de una jirafa. Así pues, ¡tranquilos!, llamad hasta enloquecer. Porque, aunque todos los que estamos en la emisora nos volvamos locos, los fusibles seguro que no saltarán. ¿A que no? ¿Verdad? Hoy vuelve a hacer un calor espantoso, pero eso se olvida enseguida escuchando nuestro fantástico rock. ¿Verdad? ¿Estáis de acuerdo? Para eso tenemos la buena música. Igual que las chicas bonitas. ¿OK? Aquí va la primera melodía. Escuchadla en silencio. Es un gran tema. Olvidaréis el calor, creedme. Brook Benton con Rainy Night in Georgia.
… ¡Uf! ¡Qué calor! No hay quien lo aguante…
… ¡Eh! ¿Está al máximo el aire acondicionado?… Esto es un infierno. ¡Aquí!… Dame un respiro. Es que yo, ¿sabes?, sudo enseguida…
… Sí, vale. Así…
… Oye, tengo sed. ¿Alguien puede traerme una Coca-Cola bien fría?… Que no. Que no pasa nada. Que no me voy a mear encima. Es que yo, ¿sabes?, tengo una vejiga impresionante… Sí, sí, eso, la vejiga…
… Gracias, Mitchan. ¡Eres estupendo!… Sí, está muy fría…
… ¡Eh! Que no tengo abrebotellas…
… ¡Qué tontería! No voy a abrirla con los dientes, digo yo… ¡Eh! ¡Que se está acabando el disco! No hay tiempo. ¡Vaya bromita!… ¡Eh! ¡Un abrebotellas!
… ¡Maldita sea!…
Fantástico, ¿no? Esto es música. Brook Benton. Rainy Night in Georgia nos ha refrescado un poco, ¿verdad? Por cierto, ¿qué temperatura máxima creéis que hemos alcanzado hoy? Pues 37 grados. ¡37 grados! Por más que estemos en verano, esto es demasiado. Esto es un horno. A 37 grados, creedme, uno está más fresco abrazado a una chica que solo y plantado como un palo. ¿No os lo creéis? ¡OK! Bueno, basta de charlas. Ahora toca poner música. Un disco tras otro. Creedence Clearwater Revival con Who’ll Stop the Rain. ¿Qué? ¿Te animas, baby?
… ¡Eh, tú! ¡Que ya no me hace falta! La he abierto con el pie del micro…
… ¡Caramba! ¡Qué buena está!
… ¡No pasa nada! A mí nunca me da hipo. Tú te preocupas por todo, ¿eh? Mira que…
… Oye, ¿cómo va el béisbol?… Lo están retransmitiendo por otro canal, ¿verdad?
… ¡Eh! ¡Espera un momento! ¿¡Me estás diciendo que no hay un solo aparato de radio en toda la emisora!? ¡Esto sí tiene delito!…
… ¡Vale! ¡Vale! ¡Para ya! Entonces, la próxima vez me tomaré una cerveza. Una cerveza bien fría, ¡fua!
… ¡Oh, no! ¡Qué horror! ¡Me está dando hipo!
… ¡Hip!