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…DESHACERSE DE BEKTER CUANTO ANTES

En Ulán Bator, tras el cese del Gobierno precedente, se nombró primer ministro a Sangajav. Se trataba de apaciguar el descontento y la rabia que se habían extendido por la maldita estepa hasta el último de esos nómadas que rechazaban el progreso. Y de tranquilizar también a las compañías mineras. Sangajav era de lejos el menos cualificado y el menos popular de los candidatos. Pero un par de oponentes, así como los adversarios de su misma tendencia política, se habían retirado de la carrera al puesto. En general le había bastado con mantener con ellos una conversación de unos diez minutos, cara a cara, en una cantina, en un despacho anónimo, o incluso en la esquina de un pasillo apartado, o en los baños, para que todos empezaran a declarar que se decantaban por dar su apoyo a Sangajav, que era la mejor opción para Mongolia, y le aseguraran toda la ayuda que pudiera necesitar. Incluso uno de sus amigos más cercanos renunció a todas sus ambiciones políticas y acabó ahorcándose de la lámpara de cristal de Arques que colgaba del salón inmenso del ostentoso apartamento que tenía en Saizan. Ese mismo día, durante un discurso televisado, Sangajav habló de la necesidad de revisar las condiciones de atribución de las concesiones y colocó a varios de sus más viejos amigos en los puestos claves. Él mismo negoció en persona, y en secreto, de viva voz en su coche particular y durante su primer trayecto entre su domicilio privado y sus nuevas oficinas en el palacio de Gobierno, una comisión oculta de cinco millones de dólares con un emisario conjunto de la Colorado y la Durward. Mediante un solo pago en una cuenta de Luxemburgo. Sangajav siempre había considerado la posibilidad de terminar sus días en Europa. Tan rico como fuera posible.

Dos horas después de su nombramiento, hizo estrangular a Madame Sue en su celda con las medias que él mismo le había pedido a su amante y que mandó que le entregaran a uno de los carceleros de la prisión. Luego empezó a reflexionar sobre la mejor manera de deshacerse de Bekter cuanto antes.