TÍTULO DE LA OBRA

Manto procesional de la Virgen del Subterráneo.

AUTOR

Diseñador: Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

Bordador: Taller de Rodríguez Ojeda.

FECHA

1924

DIMENSIONES

450 x 480 cm.

MATERIAL Y TÉCNICA

Terciopelo azul con decoración bordada en hilo metálico dorado y sedas de colores.

PROPIEDAD

Real, Antigua e Ilustre y Fervorosa Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Cena, Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora del Subterráneo. Iglesia de Nuestra Señora de Consolación (Los Terceros).

Entre 1921 y 1923, la Virgen del Subterráneo vistió en su estación de penitencia un manto cedido por la hermandad de los Gitanos^[1].

En la Semana Santa de 1923, estrenó un fino palio obra de Juan Manuel, que costó diez mil pesetas y al año siguiente, estrenó el manto, también realizado por Juan Manuel, sobre terciopelo azul oscuro con diseño del citado maestro que alcanzó un precio de veinte mil pesetas^[2].

En 1956 se sustituyó el techo de palio por uno nuevo en color rojo realizado por las hermanas Martín Cruz, enriqueciéndose con los antiguos bordados del anterior techo parte de la decoración del manto que en la actualidad procesiona.

En 1983 se interviene en el manto, sufriendo alguna transformación para adaptarlo al nuevo pollero del paso, en los talleres de Carrasquilla y pasando los bordados a nuevo terciopelo azul.

En esta etapa de consagración de Juan Manuel, cuando sus diseños presuponen la concentración de bordados en toda la superficie de palios y mantos, se dan dos claras excepciones en el conjunto de palio y manto de la Virgen del Subterráneo y el manto de Nuestra Señora del Valle, realizado éste último en 1920^[3].

La configuración de esta obra recuerda los bordados, típicos de la tradición sevillana de finales del s. XIX y los inicios de Juan Manuel.

Su diseño parte de un eje central que arranca de la formación de ramajes finos y estilizados, que se van abriendo y entrelazando por medio de tallos de hojas de acanto y flores de distintos tamaños. Su zona central la ocupa una especie de canasto o macetilla con flores de colores de tonos claros y delicados en seda que representan rosas, jazmines y otras flores y plantas de gran belleza. A ambos lados del canasto aparecen grandes hojas con sus tallos en roleos que rodean este motivo decorativo.

En la zona superior los tallos forman una especie de corazón y en los extremos grandes flores en forma de trompeta.

Por las caídas delanteras del manto se desarrollan unas ramas muy alargadas y finas que están realizadas en punto de setillos y sus remates en hojas trilobuladas. Éstas están realizadas en medias ondas con adornos de caracolillos con finas ramas terminadas en pequeñas hojas y bodoques intercalados.

La técnica de hojilla, tan dificultosa y costosa, tan sólo se emplea en la obra para algunos motivos puntuales, tales como el borde de la anilla central, el de algunas flores de tipo anilla e intercalados puntuales en algunas hojas.

Los demás efectos de brillo se consiguen principalmente mediante inserciones de lentejuelas planas.

Todo el manto está rodeado por una guardilla compuesta por finos roleos en setillos terminados en hojas de acanto, en ajedrezado y pequeñas flores con gran abundancia de caracolillos y hojillas para simular nervios de las hojas.