TÍTULO DE LA OBRA
Casco de armao de la indumentaria de la Centuria del Señor de la Sentencia.
AUTOR
Diseñador: Probablemente Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Orfebre: Atribuido al taller de Don Bartolomé López.
FECHA
Finales del siglo XIX.
MATERIAL Y TÉCNICA
Metal con engarces de pedrería.
PROPIEDAD
Pontificia, Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora del Santo Rosario, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y Nuestra Señora de la Esperanza Macarena. Basílica de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena.
Posiblemente los orígenes de la escolta de los armaos tenga su inicio entre 1653 y 1657, cuando se toma la decisión de trasladarse la hermandad desde el colegio de san Basilio a la parroquia de san Gil. Creándose en este momento el paso de Misterio que representa la escena de la Sentencia de Muerte de Cristo ante Pilatos.
Durante el siglo XVIII desapareció la tradición de acompañar al Señor de la Sentencia una cohorte de romanos a la que se le pagaban sus servicios y se le agasajaba posteriormente.
Ya a mediados del siglo XIX un grupo de hermanos propuso la reorganización del cuerpo de armaos, consiguiendo que se aprobara un reglamento. Pero el carácter de independencia de esta agrupación y su habitual insubordinación negaba a la hermandad el control de su organización y por lo tanto estuvieron varios años sin procesionar detrás del paso de la Sentencia[1].
Existieron varios intentos de reorganización a finales del siglo XIX, creándose distintas comisiones en las que participó Juan Manuel Rodríguez Ojeda, destacando la de 1897 en la que se redacta un nuevo reglamento y se encargan las corazas, cascos y ornamentos de la indumentaria al taller de herrería y lampistería de Bartolomé López y la confección de las túnicas o enaguas a Josefa Rodríguez Ojeda. Este uniforme se mantuvo hasta 1911 en que vuelve a suprimirse la Centuria por el desorden y la poca compostura[2].
En 1914, con la ayuda de Joselito el Gallo y el mayordomo de la Esperanza, Juan Manuel consigue diseñar y realizar la actual indumentaria de los armaos cincelando los nuevos objetos metálicos el orfebre Manuel Seco Imberg[3].
La indumentaria de los armaos consta de calzas, camiseta y sandalias anudadas a la pierna por medio de cintas o correas. La túnica o enagüilla en terciopelo rojo con mangas cortas y ribeteada con flecos dorados, cubre el torso hasta la altura de la rodilla. Encima de la túnica se coloca una coraza moldeada en forma de tórax con una especie de escamas que se alarga por lambrequines o correas de cuero con adornos de metal. Esta coraza protege el pecho, cintura y espalda y van unidas por hombreras de metal la parte delantera y trasera. En las muñecas llevan las armillas romanas de cuero a modo de brazalete. El cuello se adorna por una cinta de encajes y lazo de color en el centro, que ajusta este tipo de cuello de lechuguilla o tela rizada.
El casco cubre la cabeza y ha permanecido bastante fiel a sus antecedentes históricos, se prolonga hacia atrás con el cubrenuca o cogotera y está rematado por una cimera en forma de penacho con águila de donde salen plumas en vertical. Además tiene visera salida, calada y cortada en puncha, más unas correas cubiertas de metal ceñidas al mentón que se sujetan a las carrilleras.
Como aditamento portan el escudo en forma oval con asa y la lanza o pica en madera y metal.
Este casco propiedad de la hermandad, que se exhibe en la exposición, es probablemente el diseñado en el año 1897 por Juan Manuel Rodríguez Ojeda y labrado en el taller de Don Bartolomé López para el capitán de la centuria apodado el Chivo. Se recuperó en la década de los años 50 a través de Don Manuel Távora y Don Antonio Angel Tranco en la joyería sevillana de Casa Ruiz[4].