El Castro de Gilman
¡HÁBLAME, bella doncella!
¡Háblame y no te alejes!
¿Qué será lo que tu mirada apena
y con tal negrura aflige?
Mi dama yace bien enterrada
son las de mi padre negras salas
lobos y carroñeros ahora guardan
sus arruinadas murallas.
Extraído de La leyenda de Andomian y Beruldh