Great Amwell House, 15 de octubre de 1949
Nueva nota sobre la observación de
la consideración interna
Se leyó la última vez un breve comentario acerca de lo que hemos de observar en nosotros mismos si queremos practicar el Trabajo. Como se dijo, este comentario se debió a una pregunta que se hizo acerca de lo que debemos observar. Nos referimos la última vez a la observación de la consideración interna desde el aspecto de hacer cargos contra las otras personas. Si recuerdan, se dijo que el hacer cargos internos contra las otras personas tiene siempre que ver con el pensamiento de que las otras personas son más felices o están en mejor posición que nosotros, que no comprenden nuestras dificultades y, en consecuencia, sentimos siempre como si nos debieran algo. En una discusión que tuvo lugar aquí se explicó que si nuestro cuerpo-Tiempo está lleno de cargos internos quiere decir que su estado es muy malo. Está lleno de emociones negativas basadas en la idea que las otras personas nunca se han comportado rectamente para con nosotros, nunca nos han comprendido ni tampoco nuestras dificultades. Como se dijo en esa reunión, no conviene tener un cuerpo-Tiempo así porque es un mal cuerpo-Tiempo. Se agregó además que cuando dos personas se casan no solo casan sus cuerpos físicos sino también sus cuerpos-Tiempo. Una persona puede parecer maravillosa pero tener un cuerpo-Tiempo negativo y de resultas de ello el casamiento no será tan bello como lo pinta el romance. Ahora bien, para transformar el cuerpo-Tiempo, si éste es negativo, es preciso trabajar sobre sí ahora y poner fin en este mismo momento a esa manera fácil y mecánica de tomar todo lo que le sucede a uno. El Trabajo sostiene la idea que si se trabaja sobre sí ahora mismo y se toman las cosas más conscientemente y se previene el sentimiento mecánico de amargarse por la forma en que se es tratado por los otros, no solo se transforma el propio futuro sino que el esfuerzo consciente que se realiza sobre sí transformará también el pasado. Es decir, si trabaja sobre sí más conscientemente ahora observando en qué momentos toma las situaciones de vida negativamente, no solo puede modificar el futuro sino también el pasado. Tal como lo dije en este comentario: ¿ha notado hoy qué ha tomado negativamente desde el punto de vista de la consideración interna —a saber, desde el punto de vista del pensamiento— que una persona no se comportó correctamente con usted o que empezó a llover en el momento mismo en que iba a salir para un picnic? Se puede modificar el cuerpo-Tiempo tanto en el futuro como en el pasado notando la forma en que se toman y no estando de acuerdo mecánicamente los eventos con ello. Claro está, si usted toma las cosas negativamente, es preciso que observe y reconozca que usted lo hace así. Ahora bien, toda la observación de sí estriba en alejarse un poco de uno mismo. Es observar cómo se comporta esa cosa que se llama uno mismo. Mientras siga tomando esa cosa «uno mismo» como a sí mismo, carece de autoobservación y no puede cambiar su ser. Para observarse a «sí mismo» hay que hacerlo sinceramente. La observación de sí debe implicar necesariamente cierto desapego de sí y éste es el principio del cambio de ser. Es la puerta de entrada al Trabajo. Si da todo lo que hace por supuesto, todo lo que siente, todo lo que piensa, no se está observando a sí mismo. Esto es llamado ser un hombre o una mujer mecánica; y usted padece inútilmente toda su vida, sin comprender lo que lo que tiene que hacer en la vida.
Ahora bien, el Trabajo dice que hemos de observarnos a nosotros mismos sinceramente. ¿No sabe por casualidad qué significa la sinceridad con respecto a la autoobservación? Significa literalmente sine caries —sin decaer—. Pues bien, ¿sabe qué significa un diente cariado? Un diente cariado es un diente que se ha podrido. En los sueños los dientes significan a veces la forma en que se toma la vida. El significado original de la sinceridad es «sin podredumbre». Así una persona que se observa a sí misma sinceramente se observa sin podredumbre. Pero si una persona que se observa a sí misma se justifica y miente en todo momento, como lo hacemos todos, su autoobservación contiene la podredumbre de la autojustificación. Tiene dientes malos. No ve en realidad a qué se asemeja, o qué dijo, o qué hizo, y no admite cosa alguna y de este modo no digiere sus impresiones. Observar que uno ha sido, digamos, un fastidio para los otros, lograr una verdadera vislumbre divina de ello, es empezar a observarse sinceramente, y tal forma de conciencia puede cambiar tanto el futuro como el pasado. Es la luz de la conciencia: y tan solo la luz puede curarnos.
Ahora bien, la próxima vez me referiré a una de las muchas cosas sobre las cuales hemos de trabajar y que debemos observar en este Trabajo —es decir, el Recuerdo de Sí—. Diré al presente que recordarse a sí mismo, aparte de observarse en el momento en que se experimenta una dificultad en una situación que lo hace a uno negativo de ordinario a menos de estar respaldado por el Trabajo, es actuar según el Trabajo y toda su enseñanza. Si se puede recordar el Trabajo en un estado difícil ya se empieza a comprender una forma de lo que significa el recuerdo de sí, pero es preciso ver que a menos de no tener el poder de observar cómo se toma a los otros o una situación de vida o aconteceres de vida, uno no se recuerda a sí mismo. Por ejemplo, las gentes que nunca han observado que son negativas no serán capaces de aplicar el Trabajo a sí mismas. Están dormidas en su imaginación de sí y no han despertado aún al esfuerzo de observar de qué modo toman las cosas. Tales gentes no serán capaces de aplicar el Trabajo a ellas mismas y por lo tanto no serán capaces de recordarse a sí mismas en el sentido que he presentado —a saber, que si toman lo que les sucede según el punto de vista del Trabajo empezarán a recordarse a sí mismos—.