ayer besé a N.
Nos queremos pero a ti ni siquiera te asusta.
Crece (Modelo de respuesta polar)
Ayer besé a N.
era tarde
tú habías llegado pronto a una casa que no es la mía.
Quise llamarte en aquellos segundos que me señalaban.
La antigua recuerda tu número de teléfono de memoria,
la hija arrojó mi móvil a los perros muertos de indiferencia.
Al final yo no pude llamarte.
Tú arrojarás mi cuerpo inmóvil a los perros vivos.
Ayer hice el amor con N.
Dejé que ella lo acabase,
como cuando en párvulos la profesora rellenaba los bordes de mis dibujos, pero al revés.
N. no dijo nada que no quisiese escuchar,
pero sonreía todo el rato.
Yo pensé en lo que te haría llorar que N. sonriese todo el rato,
por eso yo no lo hice ni una sola vez.
Hoy N. se ha ido a su casa,
“Mamá, ayer hice el amor con L.
y hoy quiero ser lanzadora de cuchillos”
La madre de N. no se horrorizará,
tú serás un cuchillo.
Yo no volveré a ver a N.,
tal vez,
tú
no quieras volver a verme a mí.
Hoy seré expulsada a gritos de tu casa cuando te diga:
“Ayer besé a N., era tarde y tú...”.
Hoy caerán mis presentes sobre la acera de tu calle
y desearé tener siete brazos para recogerlos
mientras esquivo tus golpes,
pero estaré recogiéndome el pelo que ayer se enredaba
entre los dedos de N.
Bajando rápido las escaleras para que los vecinos
no vuelvan a asociar mi cara a tus insultos.
Hoy se comentará en tu portal:
“Ayer ella besó a N. y el pobre...”
Hoy pedirás comida china con mi tarjeta de crédito.
Verás todas esas series que no puedes ver conmigo.
Harakiri en mi lado del sofá
y el último poema se lo dedicarás a ella.
Hoy te masturbarás torturando a N.,
para cuando te despiertes ya me habrás perdonado.
Mañana haremos el amor,
y tú serás el único que siga pensando en N.