Escena III
Per.—Se ha hablado mucho de la «renovación» del teatro argentino, que los incluye a ustedes y a De Cecco. ¿Ustedes qué opinan?
Cossa.—Creo, y lo dije ya en un reportaje, que no se puede hablar de renovación con sólo tres obras de autores nuevos, tres primeras obras. Para eso haría falta toda una corriente dramática. Hasta tanto, creo que son coincidencias, nada más.
Rozenmacher.—Fijate que los críticos, que se supone deben estar informados, no mencionaron a Halac en esa renovación. Y Soledad para cuatro es del 60 o el 61. Pero esta es una de las características de nuestra sociedad subdesarrollada clase A: la necesidad desesperada que sentimos por tener un cine o una dramaturgia. Debemos tener mucho cuidado en no inventar. Lo menos que podemos tener es mucha lucidez y mucha modestia para calificar, para tipificar. (Hace un gesto buscando un cigarrillo).
Per.—Acá hay, ¿querés? (Rozenmacher enciende).