Viernes, 1 de enero
día festivo en el reino unido,
república de irlanda, ee.uu. y canadá
Éstas son mis decisiones para el año entrante:
- Seré fiel a Pandora.
- Meteré la bici en casa por la noche.
- No leeré libros que no merezcan la pena.
- Estudiaré con firmeza para mis exámenes del preparatorio e intentaré conseguir sobresalientes.
- Procuraré ser más amable con el perro.
- Intentaré perdonar a Barry Kent sus múltiples pecados.
- Limpiaré la bañera después de usarla.
- Dejaré de preocuparme por el tamaño de mi cosa.
- Haré todos mis ejercicios físicos por la noche y sin fallar.
- Aprenderé una nueva palabra y la utilizaré diariamente.
Sábado, 2 de enero
día festivo en escocia
(puede sustituirse por otra fecha)
Qué interesante es que Aabec sea una corteza australiana que se emplea para hacer sudar.
Domingo, 3 de enero
segundo después de navidad. cuarto creciente
No me importaría ir a África para cazar un cerdo hormiguero (Aaedvark).
Lunes, 4 de enero
Mientras estuviese en África, iría al sur para buscar una hiena (Aardwolf).
Martes, 5 de enero
Y evitaría enredarme con un Aasvogel.
Miércoles, 6 de enero
epifanía
Sigo teniendo pesadillas con la bomba. Espero que no la tiren antes de obtener los resultados de mis exámenes de secundaria a finales de agosto de 1982. No me gustaría morir virgen y sin diploma.
Jueves, 7 de enero
Nigel vino a casa para ver mi bicicleta de carreras. Dice que es de las que se fabrican en serie, no como la suya que «la ha construido un artesano de Nottingham». Estoy harto de Nigel y también un poco de mi bicicleta.
Viernes, 8 de enero
Recibí una invitación para la boda de Bert y Queenie; se casan el 16 de enero en la Oficina del Registro de la calle Pocklington.
En mi opinión, es una pérdida de tiempo. Bert casi tiene noventa años y Queenie casi ochenta. Esperaré hasta el último momento para comprarles el regalo de boda.
Ha empezado a nevar otra vez. He pedido a mi madre que me compre unas botas de agua de color verde, como las de la reina, pero lo que me ha traído son unas vulgares botas de color negro. Sólo las necesito para acompañar a Pandora hasta nuestro portal. No pienso salir de casa hasta que se derrita la nieve. Al contrario de la mayoría de los jóvenes de mi edad, no me gusta revolcarme en la nieve.
Sábado, 9 de enero
luna llena
Nigel me ha dicho que esta noche es el fin del mundo. Decía que la luna se iba a colapsar totalmente. (Nigel debería leer el Reader’s Digest y mejorar su vocabulario). La verdad es que oscureció, y yo contuve la respiración y me temí lo peor, pero luego la luna pareció recuperarse y todo volvió a la normalidad, excepto en York, donde la fatalidad ha hecho que se inunde el centro de la ciudad.
Domingo, 10 de enero
primer domingo después de la epifanía
Comparado con el presidente Reagan, que tiene setenta años, no entiendo por qué mi padre parece tan viejo a los cuarenta y uno. Mi padre no tiene trabajo ni preocupaciones, pero tiene un aspecto horriblemente macilento. El pobre presidente Reagan lleva sobre sus espaldas la seguridad del mundo, pero siempre se le ve sonriente y alegre. No tiene sentido.
Lunes, 11 de enero
Estuve hojeando mi diario del año pasado y me ha hecho recordar que Malcolm Muggeridge nunca respondió a mi carta sobre lo que debe hacer un intelectual. ¡Un sello de primera clase malgastado! Debí escribir al Museo Británico, allí es donde andan los intelectuales.
Martes, 12 de enero
Esta noche, Pandora y yo fuimos al club juvenil. Bastante bien. Rick Lemon dirigió un coloquio sobre el sexo. Nadie dijo una palabra, pero enseñó unas interesantes diapositivas de úteros cortados por la mitad.
Miércoles, 13 de enero
Los padres de Pandora han tenido una bronca tremenda. Duermen en habitaciones separadas. La madre de Pandora se ha hecho del partido socialdemócrata y el padre sigue siendo fiel al partido laborista.
Pandora es liberal, así que se lleva bien con los dos.
Jueves, 14 de enero
El padre de Pandora ha dado la cara y ha confesado que es partidario de Tony Benn. Pandora aún cree en él, pero si se enteran en la Cooperativa de Productos Lácteos, será su final.
Viernes, 15 de enero
¡Menos mal que se derrite la nieve! Por fin puedo caminar confiadamente por la calle, seguro de que nadie me va a echar una bola de nieve entre mi espalda y el anorak.
Sábado, 16 de enero
cuarto menguante
Bert se ha casado hoy.
El Hogar de la Felicidad Concejal Cooper alquiló un autobús y llevó a las viejas a que formaran el cortejo de honor con sus cuidadoras.
Bert tenía muy buen aspecto. Canceló su póliza de seguros de vida y se gastó el dinero en un traje nuevo.
Queenie llevaba un sombrero con flores y frutas. Se puso mucho maquillaje de color naranja en la cara para disimular las arrugas. Hasta Sabre llevaba una cinta roja en el cuello. Creo que ha sido muy amable por parte de la Sociedad Protectora de Animales dejar que Sabre fuera a la boda de su amo. Mi padre y el padre de Pandora subieron por la escalera a un Bert soltero en su silla de ruedas y bajaron luego a un Bert casado. Las viejas echaron arroz y confetis y mi madre y la madre de Pandora le dieron a Queenie un beso y le regalaron una herradura de la suerte.
Un reportero y un fotógrafo de prensa hicieron que posara todo el mundo. Me preguntaron mi nombre, pero dije que no quería hacer públicos mis actos de caridad con Bert.
Hicieron la fiesta en el hogar. La supervisora hizo una tarta con una «B» y una «Q» de caramelo.
El lunes, después de pasar su luna de miel en el hogar, Bert y Queenie se mudarán a una casita.
¡Luna de miel!, ¡ja, ja, ja!
Domingo, 17 de enero
segundo después de la epifanía
Anoche soñé con un chico como yo que recogía cantos bajo la lluvia. Ha sido un sueño muy extraño.
Leo El Príncipe Negro, de Iris Murdoch. Sólo entiendo una palabra de cada diez. Me gustaría poder disfrutar de uno de sus libros. Entonces sabré que estoy por encima del rebaño.
Lunes, 18 de enero
Escuela. Primer día del semestre. Montones de deberes. Nunca podré con todo. Soy un intelectual, pero, al mismo tiempo, no soy muy listo.
Martes, 19 de enero
He traído a casa cuatrocientos ochenta y tres ejemplares de La voz de la juventud en mi cartapacio y mi bolsa Adidas. El señor Jones necesita el armario de deportes.
Miércoles, 20 de enero
¡Deberes durante dos horas y media! Esta tensión terminará conmigo.
Jueves, 21 de enero
Me duele el cerebro. Me acaban de dar dos páginas de Macbeth para traducirlas al inglés.
Viernes, 22 de enero
Mi destino es convertirme en trabajador manual. No puedo seguir trabajando bajo esta presión. La señorita Elf dijo que mi trabajo es perfectamente satisfactorio, pero no es lo bastante si a Pandora le ponen «Excelente» con lápiz rojo en todo lo que hace.
Sábado, 23 de enero
Me quedé en cama hasta las cinco y media para perderme lo de Sainsbury’s. Escuché una comedia en Radio Cuatro sobre la infelicidad doméstica. Llamé a Pandora. Hice los deberes de geografía. Hice rabiar al perro. Me dormí. Me desperté. Me preocupé durante diez minutos. Me levanté. Me hice una taza de cacao.
Soy un manojo de nervios.
Domingo, 24 de enero
tercero después de la epifanía
Mi madre culpa a Iris Murdoch de mis nervios. Dice que no se debe leer sobre una dolorosa adolescencia cuando se preparan los exámenes finales.
Lunes, 25 de enero
LUNA LLENA
No pude hacer mis deberes de mates. Llamé a los Samaritanos. El hombre simpático que me respondió me dijo que la solución eran nueve octavos. Se portó maravillosamente con un desesperado.
Martes, 26 de enero
¡El idiota del Samaritano se equivocó! Eran siete quintos. Sólo acerté seis de veinte. Pandora los hizo todos bien. En realidad, sacó un sobresaliente.
Miércoles, 27 de enero
Mi madre tiene sus reuniones sobre los derechos de la mujer en el salón. No puedo concentrarme en mis deberes con las mujeres riendo y gritando, subiendo la escalera y armando ruido. No es propio de señoras.
Jueves, 28 de enero
Respondí bien a quince de las veinte preguntas en historia.
Pandora respondió a veintiuna de las veinte. Le dieron un punto más por saber el nombre del padre de Hitler.
Viernes, 29 de enero
He vuelto temprano del colegio con una fuerte jaqueca (me perdí el examen de religión comparada). Encontré a mi padre viendo Play School y simulando que era una bellota que crece hasta convertirse en roble.
Me fui a la cama demasiado horrorizado como para poder hablar.
Sábado, 30 de enero
Jaqueca. Estoy demasiado enfermo para escribir.
Domingo, 31 de enero
cuarto después de la epifanía
Pandora ha venido a verme. Copié sus deberes. Me siento mejor.