Jueves, 1 de octubre

7.30 de la mañana. ¡Acabo de levantarme y me he dado cuenta de que tengo la barbilla llena de espinillas! ¿Cómo voy a presentarme delante de Pandora?

10.00. He evitado a Pandora todo el día pero me cazó en el comedor. Intenté comer cubriéndome la barbilla con la mano, pero resultó muy difícil. Se lo confesé todo a la hora del yogur. Aceptó mi trauma con mucha calma. Dijo que esto no tenía por qué afectar nuestro amor, pero, cuando nos despedimos a la salida del club juvenil, no pude quitarme de la cabeza que sus besos carecían de la pasión acostumbrada.

Viernes, 2 de octubre

6 de la tarde. Estoy muy triste y, una vez más, me he vuelto hacia la gran literatura para consolarme. No me sorprende que los intelectuales se suiciden, se vuelvan locos o mueran a causa de la bebida. Nosotros sentimos cosas que no sienten los demás. Sabemos que el mundo está podrido y que las barbillas se estropean con las espinillas. Estoy leyendo Progreso, coexistencia y libertad intelectual, de Andrei D. Sajarov.

Según la portada, es un «documento inestimablemente importante».

11.30 de la noche. Según yo mismo, Adrian Mole, Progreso, coexistencia y libertad intelectual es inestimablemente aburrido. Discrepo de los análisis que hacé Sajarov respecto de los orígenes del resurgimiento del estalinismo. En el colegio estamos estudiando Rusia y por tanto hablo de lo que sé.

Sábado, 3 de octubre

Pandora está más distante. Hoy no ha ido a casa de Bert. Tuve que hacer solo toda la tarea de la limpieza.

Por la tarde fui a Sainsbury’s, como de costumbre. Ya venden plumcakes de Navidad. Siento que se me escapa la vida.

Estoy leyendo Cumbres borrascosas. Es estupenda. Si pudiese llevarme a Pandora a lo alto de una montaña, estoy seguro de que nuestra antigua pasión volvería a renacer.

Domingo, 4 de octubre

decimosexto después de la trinidad

He convencido a Pandora para que se apunte al curso de supervivencia de montaña en Derbyshire, del club juvenil. Rick Lemon va a mandar una lista del equipo y un formulario pidiendo permiso a los padres. O, en mi caso, a mi padre. Sólo tengo dos semanas para ponerme en forma. Todas las noches intento hacer cincuenta flexiones. Lo intento, pero no lo consigo. Aún no he pasado de diecisiete.

Lunes, 5 de octubre

¡Bert ha sido secuestrado por los servicios sociales! Lo tienen retenido en el Hogar de la Felicidad Concejal Cooper. He ido a visitarlo. Comparte habitación con un viejo llamado Thomas Bell. Cada uno tiene su nombre escrito en un cenicero. Sabre está en un albergue de la Sociedad Protectora de Animales.

Se nos ha perdido el perro. Es un mal augurio.

Martes, 6 de octubre

cuarto creciente

Pandora y yo hemos ido a visitar a Bert, pero hemos perdido el tiempo, de verdad.

Su habitación hizo un extraño efecto en nosotros; no queríamos hablar de nada. Bert dice que va a demandar a los Servicios Sociales por privarle de sus derechos. ¡Dice que tiene que ir a la cama a las nueve y media! No es justo, porque está acostumbrado a estar despierto hasta después de The Epilogue. Al salir, pasamos por la sala de estar. Los viejos estaban sentados junto a la pared en sillas altas. La televisión estaba encendida, pero nadie la miraba; parecía como si los viejos estuviesen pensando.

El Servicio Social ha pintado las paredes de naranja para alegrar a la gente mayor. Pero no parece que funcione.

Miércoles, 7 de octubre

Thomas Bell murió por la noche. Bert dice que nadie sale de allí vivo. Bert es el interno más viejo. Tiene mucho miedo de morir. Ahora es el único hombre que queda en toda la casa.

Pandora dice que las mujeres viven más que los hombres. Dice que es una especie de premio porque las mujeres sufren desde una edad más temprana.

Nuestro perro sigue sin aparecer. He puesto un anuncio en la tienda del señor Cherry.

Jueves, 8 de octubre

Bert sigue vivo, así que llevé a Sabre a visitarlo. Apoyamos a Bert contra la ventana de su habitación para que pudiese saludar a Sabre, que se quedó fuera, en el jardín. No se permite la entrada de perros en el hogar. Es otra de sus estúpidas reglas.

Nuestro perro sigue desaparecido; probablemente ha muerto.

Viernes, 9 de octubre

La supervisora del hogar ha dicho que si Bert se porta intachablemente, puede salir el domingo. Va a venir a nuestra casa a comer y a tomar el té. Ha llegado la factura del teléfono. La he escondido debajo de mi colchón. Es de £289,19 p.

Sábado, 10 de octubre

Estoy muy preocupado por nuestro perro. Ha desaparecido de la faz de nuestro barrio. Nigel, Pandora y yo hemos recorrido todos los callejones en su busca.

Mi padre es otra preocupación. Se queda tumbado en la cama hasta mediodía, luego fríe cualquier cosa, en la sartén, se la come, abre una lata o una botella y luego se sienta a ver After Noon Plus. No hace nada para encontrar otro trabajo. Necesita un baño, un corte de pelo y un afeitado. El próximo martes es la noche de los padres en el colegio. He llevado su mejor traje al tinte.

He comprado un libro en W. H. Smith’s; sólo me costó cinco peniques. Fue escrito por un autor sin éxito que se llama Drake Fairclough; el título es Cordon Bleu para los ancianos. Bert viene mañana. El padre de Pandora ha pedido que les quiten el teléfono. Se ha enterado de lo de las llamadas a cobro revertido.

Domingo, 11 de octubre

decimoséptimo después de la trinidad. la visita de bert

Esta mañana me he levantado muy temprano y he retirado los muebles del pasillo para que la silla de ruedas de Bert pudiese maniobrar. Le hice a mi padre una taza de café y se la subí a la cama, luego empecé a preparar un coq au vin al estilo geriátrico. Lo dejé hervir mientras subía para despertar otra vez a mi padre. Cuando bajé, me di cuenta de que me había salido una porquería de coq au vin. Todo el vinagre se había evaporado y el pollo se había quemado. Quedé muy desanimado porque había pensado estrenarme hoy como cocinero. Quería impresionar a Pandora con mis múltiples talentos. Creo que le aburre un poco mi conversación sobre las grandes obras literarias y la industria noruega del cuero.

Cuando el padre de Pandora fue a recogerlo al hogar, Bert insistió en traerse un baúl grande. Así que con el baúl y su silla de ruedas y Bert repantigado por todo el asiento de atrás, no tuve más remedio que acurrucarme en el maletero. Tardamos siglos en sacar a Bert del coche y sentarlo en su silla de ruedas. Casi tanto como tardé en sacar a mi padre de la cama.

El padre de Pandora se quedó para tomarse una copa rápida, luego un aperitivo, luego otra copa y luego otra más para el camino. Luego se tomó otra para demostrar que él nunca se emborracha durante el día. Los labios de Pandora empezaron a apretarse (las madres deben enseñar a las jóvenes a hacerlo). Luego le quitó las llaves del coche y llamó a su madre para que viniese a recogerlos. Tuve que aguantar a mi padre imitando a un tipo llamado Frank Sinatra cantando «una para mi niña y una más para el camino». El padre de Pandora fingía ser el camarero con nuestra jarra de Tupperware. Los dos borrachos cantaban cuando llegó la madre de Pandora. Sus labios estaban tan apretados que casi habían desaparecido. Mandó a Pandora y a su padre al coche, y luego dijo que ya era hora de que mi padre hiciese algo con su vida. Dijo que sabía que mi padre se sentía humillado, alienado y amargado porque estaba en paro, pero daba un mal ejemplo a un adolescente impresionable. Luego se fue a 15 km/h. Pandora me mandó un beso por el cristal trasero.

¡No estoy de acuerdo! Nada de lo que hace mi padre me impresiona ya. Tomaba arroz y curry Vesta para almorzar, cuando apareció la señora Singh y habló en hindi con Bert. Nuestro curry le pareció muy divertido; no hacía más que señalarlo y reírse. A veces pienso que soy la única persona en este mundo que aún tiene modales. Bert ha dicho a mi padre que está convencido de que la supervisora intenta envenenarlo, pero mi padre le dijo que toda la comida institucional es igual. Cuando llegó la hora de irse a casa, Bert empezó a llorar. Dijo: «No me hagáis volver allí», y otras cosas tristes. Mi padre le explicó que no disponíamos de lo necesario para cuidarlo en casa, así que lo llevamos en su silla de ruedas hasta el coche (aunque ponía el freno de la silla de ruedas cada dos por tres). Nos pidió que guardásemos su baúl en nuestra casa. Dijo que deberíamos abrirlo cuando muriese. Lleva la llave con un trozo de cuerda colgada del cuello.

El perro sigue sin aparecer.

Lunes, 12 de octubre

día de colón, ee.uu. día de acción de gracias, canadá

Por la noche fui al club que sirve para apartar a los jóvenes de la calle. Rick Lemon nos dio una conferencia sobre técnicas de supervivencia. Dijo que, si sufres un ataque de hipotermia, lo mejor que se puede hacer es meterse en una bolsa de plástico con una mujer desnuda. Pandora se opuso formalmente, y la novia de Rick Lemon, Tit, se levantó y se fue. ¡Con la suerte que tengo, a mí me tocaría una mujer frígida en la montaña!

Perro RIP.

Martes, 13 de octubre

luna llena

¡Mi abuela ha llamado muy enfadada preguntando que cuándo íbamos a ir a recoger al perro! El estúpido del perro apareció en su casa el 6 de octubre. Fui inmediatamente y me asusté de las condiciones en que se encontraba el animal: parecía viejo y canoso. Tiene once años humanos. En edad perruna debería estar recibiendo una pensión. Nunca he visto a un perro que envejeciera con tanta rapidez. Esos ocho días con mi abuela han debido ser horribles. Mi abuela es muy estricta.

Miércoles, 14 de octubre

Casi me he acostumbrado a las viejas del hogar. Voy al hogar todas las tardes, cuando salgo del colegio. Parecen estar contentas de verme. Una me está tejiendo un verdugo para mi fin de semana de supervivencia. Se llama Queenie.

Esta noche he hecho treinta y seis flexiones y media.

Jueves, 15 de octubre

He ido al club juvenil para probarme unas botas de montaña costrosas, mugrientas y viejas. Rick Lemon las ha alquilado en una tienda de montañismo. Para que me ajusten las botas tengo que ponerme tres pares de calcetines. Vamos seis de nosotros. Rick nos guía.

No está cualificado, pero tiene experiencia en sobrevivir en malas condiciones. Nació y creció en Kirkby New Town. He ido a Sainsbury’s y he comprado mi comida de supervivencia. Tenemos que llevar nuestra comida y equipo en las mochilas; por lo tanto el peso es un factor importante. He comprado:

1 caja de copos de maíz

1 litro de leche

caja de sobrecitos de té

lata de ruibarbo

3kg de patatas

1 /4 de kg de manteca

1/4 de kg de mantequilla

2 barras de pan

1/2 kg de queso

2 paquetes de galletas

1 kg de azúcar

un rollo de papel higiénico

jabón líquido para lavar

2 latas de atún

1 lata de carne asada

1 lata de zanahorias

Me costó trabajo llevar mi comida de supervivencia desde Sainsbury’s a casa, así que no sé cómo me las arreglaré para llevarla por las montañas. Mi padre me sugirió que dejase algo; dejaré el papel higiénico y los copos de maíz.

Viernes, 16 de octubre

He decidido no llevar mi diario a Derbyshire. No puedo garantizar que no lo lean ojos hostiles. Además, no cabe en mi mochila.

Debo acabar ahora, el minibús está fuera tocando el claxon.

Sábado, 17 de octubre

Domingo, 18 de octubre

decimoctavo después de la trinidad

8 de la mañana. ¡Es maravilloso volver a la civilización!

¡Durante los dos últimos días he vivido como un innoble salvaje! ¡Durmiendo sobre el áspero suelo con sólo el saco de dormir entre mi cuerpo y los elementos! ¡Intentando freír patatas en un hornillo de gas primitivo! ¡Atravesando penosamente los arroyos con mis tortuosas botas! ¡Teniendo que hacer mis necesidades naturales al aire libre! ¡Limpiándome el trasero con hojas! ¡No pudiendo bañarme ni limpiarme los dientes! ¡Sin televisión, sin radio, ni nada! ¡Rick Lemon ni siquiera nos dejaba meternos en el minibús cuando llovía! ¡Dijo que debíamos hacernos un refugio con la generosidad de la naturaleza! Pandora encontró una bolsa de plástico de comida para animales, asi que nos turnamos acurrucándonos debajo de ella.

Cómo he conseguido sobrevivir, aún no lo sé. Se me rompieron los huevos, se me mojó el pan, mis galletas se convirtieron en migas y nadie tenía un abrelatas. Casi muero de hambre. Gracias a Dios que el queso no gotea, no se rompe, no se moja ni viene en latas. Me alegré cuando nos encontraron y nos llevaron al puesto de mando de Grupos de Salvamento de Montaña. A Rick Lemon le cantaron las cuarenta por no llevar un mapa o una brújula. Rick replicó que conocía aquellas colinas como la palma de su mano. ¡El jefe del grupo de salvamento dijo que Rick debía llevar los guantes puestos, porque estábamos a unos catorce kilómetros del minibús y caminando en dirección contraria!

Después de dos días, por fin dormiré en una cama. Por culpa de las ampollas mañana no iré al colegio.

Lunes, 19 de octubre

Tengo que descansar mis pies durante dos días. El doctor Gray fue muy desagradable: dijo que era una estupidez que lo hubieran llamado por unas simples ampollas.

Me sorprendió mucho su actitud. Es un hecho bien conocido que los montañeros sufren gangrena en los dedos de los pies.

Martes, 20 de octubre

cuarto menguante

Aquí estoy, tumbado en una cama, incapaz de andar a causa de los terribles dolores y ¡mi padre cumple con su responsabilidad paterna arrojándome unos pocos sándwiches de bacón tres veces al día!

Si mi madre no vuelve pronto a casa, acabaré sufriendo privaciones y seré un inadaptado. Ya soy un olvidado.

Miércoles, 21 de octubre

He ido cojeando al colegio. Todos los profesores llevaban sus mejores ropas porque hoy es la noche de la reunión de los padres. Mi padre se arregló y se puso su mejor traje. Tenía buena pinta, ¡gracias a Dios! Nadie diría que es un parado. Todos los profesores le dijeron que soy el orgullo de la escuela.

El padre de Barry Kent tenía la cara muy pálida. ¡Ja, ja, ja!

Jueves, 22 de octubre

De nuevo he ido cojeando hasta medio camino del colegio. El perro me había seguido y he vuelto cojeando a casa. He encerrado al perro en la carbonera. Y otra vez cojeando al colegio. He llegado quince minutos tarde. El señor Scruton dijo que no era un buen ejemplo que el delegado que apunta a quienes llegan tarde llegue tarde. ¡Claro, él no tiene problemas! Va en un Ford Cortina y luego todo lo que tiene que hacer es encargarse de un colegio. Yo tengo muchos problemas y ningún coche.

Viernes, 23 de octubre

Me ha llegado una carta del hospital diciéndome que el martes 27 me tienen que quitar las amígdalas. ¡Esta noticia me ha pillado desprevenido! ¡Mi padre dice que llevo en la lista de espera desde que tengo cinco años! ¡De modo que he tenido que aguantar cada año un ataque de anginas durante los últimos diez, sólo porque la Seguridad Social no tiene un duro!

¿Por qué las comadronas no quitan las amígdalas a los bebés cuando nacen? Ahorrarían dinero, problemas y dolor.

Sábado, 24 de octubre

día de las naciones unidas

He ido a comprar una bata, unas zapatillas, un pijama y artículos de aseo. Mi padre sigue quejándose, como siempre. Dice que no entiende por qué no puedo llevar mi ropa vieja de dormir al hospital. Le dije que tendría una pinta ridicula con mi bata de Peter Pan y mi pijama de Winnie the Pooh. Aparte de su horrible diseño, me van pequeñas y están llenas de remiendos. Dice que cuando era un chaval dormía con un camisón hecho de dos sacos de carbón cosidos. Llamé a mi abuela para comprobar la veracidad de tan sospechosa declaración y obligué a mi padre a repetirla por teléfono. Mi abuela dijo que no eran sacos de carbón sino de harina, ¡así que ahora sé que mi padre es un mentiroso patológico!

La ropa que he comprado para el hospital me ha costado cincuenta y cuatro libras y diecinueve peniques; sin contar la fruta, las chocolatinas y el Lucozade. Pandora dice que me parezco a Noel Coward con mi nueva bata de nilón de vivos colores. Le dije: «Gracias, Pandora», aunque la verdad es que no sé quién es o quién fue Noel Coward. Espero que no sea un asesino ni nada parecido.

Domingo, 25 de octubre

decimonoveno después de la trinidad. termina el horario de verano británico

He llamado a mi madre para contarle lo de mi inminente operación quirúrgica. No contesta. Es lo normal. ¡Prefiere divertirse por ahí, con el cretino de Lucas, que consolar a su único hijo!

La abuela ha llamado para decir que conocía a alguien que conocía a alguien que conocía a alguien a quien le habían sacado las amígdalas y había muerto desangrado en la mesa de operaciones. Acabó diciendo: «No te preocupes, Adrian, seguro que a ti todo te irá bien».

¡Un millón de gracias, abuela!

Lunes, 26 de octubre

fiesta en la república de irlanda

11 de la mañana. He hecho la maleta y luego he ido a ver a Bert. Está cada vez peor, así que puede ser la última vez que nos veamos. Bert también sabe de alguien que murió desangrado tras una extracción de amígdalas. Espero que se trate de la misma persona.

Me he despedido de Pandora: ha llorado, conmoví da. Me ha traído una de las viejas herraduras de Blossom para que me la lleve al hospital. Me ha contado que, a un amigo de su padre, le quitaron un quiste y no salió de la anestesia. He sido admitido en la Sala Ivy Swallow a las 14 horas, hora de Greenwich.

6 de la tarde. Mi padre acaba de irse de mi lado, tras estar cuatro horas esperando a que le diesen el permiso para largarse. Han examinado todas las partes de mi cuerpo. Me han sacado sustancias líquidas, he sido pesado y bañado, medido y auscultado, ¡pero nadie me ha mirado la garganta!

He puesto nuestro diccionario médico familiar en la mesita de noche para que los doctores lo vean y se queden impresionados. No puedo decir cómo es el resto de la sala porque las enfermeras se han olvidado de descorrer las cortinas. Hay un cartel colgado de mi cama; dice: sólo líquidos. Estoy muerto de miedo.

10 de la noche. ¡Estoy muerto de hambre! Una enfermera negra me ha quitado toda la comida y la bebida. Debo dormirme, pero esto parece una casa de locos. Los viejos no hacen más que caerse de la cama.

Medianoche. Hay otro cartel en mi cama; dice: nada por vía bucal. ¡Estoy muerto de sed! Daría mi brazo derecho por una lata de Low Cal.

Martes, 27 de octubre

luna nueva

4 de la madrugada. ¡Estoy deshidratado!

6 de la mañana. ¡Me acaban de despertar! La operación no es hasta las 10 de la mañana. Entonces, ¿por qué no me dejan dormir? Me van a bañar otra vez. Les digo que es el interior de mi cuerpo lo que van a operar, pero no me hacen caso.

7 de la mañana. Una enfermera china se quedó en el baño para vigilar que yo no bebiese nada. No hacía más que mirarme; tuve que esconder mi cosa tras una esponja.

7.30 de la mañana. Me han vestido como a un lunático, listo para la operación. Me han puesto una inyección. Debe dar sueño, pero estoy totalmente despierto y escucho una discusión sobre los informes extraviados de un enfermo.

8 de la mañana. Mi boca está completamente seca; me volveré loco de sed; no he bebido nada desde las 9.45 de anoche; me siento flotando; las grietas del techo son muy interesantes. Tengo que encontrar un sitio donde esconder mi diario; no quiero que ningún cotilla lo lea.

8.30 de la mañana. ¡Mi madre está a mi lado! Va a poner mi diario en su bolso bien organizado. Ha prometido (por la vida del perro) no leerlo.

8.45 de la mañana. Mi madre está en los jardines del hospital fumando un cigarrillo. Está vieja y demacrada. Su vida lujuriosa le está pasando factura.

9 de la mañana. La camilla de ruedas no hace más que entrar en la sala arrojando hombres inconscientes en las camas. Los camilleros llevan monos verdes y botas de goma. ¡Debe de haber muchísima sangre en el suelo del quirófano!

9.15 de la mañana. ¡La camilla viene hacia mí!

Medianoche. He sido privado de mis amígdalas. Estoy transido de dolor. Mi madre tardó trece minutos en encontrar mi diario. Todavía no conoce los intríngulis de su bolso bien organizado. Tiene diecisiete compartimientos.

Miércoles, 28 de octubre

Soy incapaz de hablar. Hasta un gemido me causa dolor.

Jueves, 29 de octubre

Me han trasladado a una sala aislada. Mi sufrimiento es demasiado para que lo soporten los demás pacientes. He recibido una tarjeta de Bert y Sabre, deseándome que mejore.

Viernes, 30 de octubre

Hoy he podido sorber un poco de caldo de la abuela. Me lo trajo en un termo. Mi padre me ha traído una bolsa familiar de patatas fritas; ¡igual podía haberme traído cuchillas de afeitar!

Pandora vino a la hora de las visitas; apenas pude susurrarle algo. La conversación languidece cuando uno se tambalea entre la vida y la muerte.

Sábado, 31 de octubre

víspera de todos los santos

3 de la madrugada. Me he visto obligado a quejarme del ruido que venía del hogar de las enfermeras. Estoy harto de oír (y observar) a enfermeras y policías borrachos, fuera de servicio, que arman escándalo por los alrededores, disfrazados de brujas y magos. La enfermera Boldry estaba haciendo algo particularmente desagradable con una calabaza.

Voy a hacerme un seguro de salud privado en cuanto pueda.