Sábado, 1 de agosto

Recibí una postal de mi madre. Quiere que vaya de vacaciones con ella y ese gusano de Lucas. Van a Escocia. Espero que lo pasen muy bien.

El vuelo de Pandora se ha retrasado a causa de una huelga de los mozos de equipaje en Túnez.

Domingo, 2 de agosto

séptimo después de la santísima trinidad

¡Los mozos de equipaje siguen de huelga y un mendigo le robó al padre de Pandora la tarjeta de American Express!

Pandora dice que a su madre la mordió un camello, pero se está recuperando en el lavabo de señoras del aeropuerto de Túnez. Es estupendo oír la voz de Pandora en el teléfono; estuvimos hablando más de media hora. ¡Qué lista ha sido pidiendo una llamada a cobro revertido desde Túnez!

Lunes, 3 de agosto

fiesta en escocia y la república de irlanda

Los mozos de equipaje han aceptado un arbitraje. Pandora dice que, con suerte, el jueves estará en casa.

Martes, 4 de agosto

Los mozos de equipaje tunecinos ven la luz al final del túnel.

Pandora sobrevive gracias a unos paquetes de dátiles y de caramelos de menta.

Miércoles, 5 de agosto

Los mozos de equipaje tunecinos ya cargan equipajes. ¡Pandora estará en la casa la tarde del viernes!

Jueves, 6 de agosto

Mi padre se ha negado a aceptar una llamada desde Túnez a cobro revertido. Nos han cortado las líneas de comunicación.

Viernes, 7 de agosto

cuarto creciente

Llamé a Túnez mientras mi padre estaba en la bañera. Empezó a gritar que a quién llamaba. Mentí. Dije que estaba llamando para saber la hora. El vuelo de Pandora despegó sin problemas. Llegará a casa sobre la medianoche.

Sábado, 8 de agosto

Pandora ha llamado desde la estación de St. Pancras a las siete de la mañana. Dice que, debido a la electrificación de las vías en Flitwick, llegaría con retraso.

Me vestí y bajé a la estación, compré un billete de andén, esperé allí, en la vía dos, durante seis frías y solitarias horas. Volví a casa y me encontré con una nota de Pandora. Esto es lo que decía:

Adrian:

Confieso que me siento con el corazón destrozado por tu aparente frialdad ante mi llegada. Esperaba tener un apasionado encuentro en el andén tres. Pero no pudo ser.

Adieu,

Pandora

Fui a casa de Pandora. Me expliqué. Tuvimos un emotivo encuentro detrás del cobertizo de las herramientas de su padre.

Domingo, 9 de agosto

octavo después del domingo de trinidad

He tocado otra vez los pechos de Pandora. Esta vez creo que noté algo suave. Mi cosa sigue hinchándose y encogiéndose, parece como si tuviera vida propia. No la puedo controlar.

Lunes, 10 de agosto

Pandora y yo hemos ido esta mañana a la piscina. Pandora estaba impresionante con su bikini blanco. Tiene la piel del mismo color que la señora Singh. No me fiaba de que mi cosa se comportase, y me senté en las gradas de los espectadores para observar cómo Pandora se tiraba desde el trampolín más alto. Volvimos a mi casa. Le enseñé mi habitación negra. Encendí un palo de incienso. Puse un disco de Abba, y me subí a hurtadillas una botella de Sanatogen. Nos dedicamos a besuquearnos, pero entonces a Pandora le vino un dolor de cabeza y se fue a casa a descansar.

Me sentía arrebatado por la sexualidad, pero se me pasó cuando ayudé a mi padre a poner estiércol a los rosales.

Martes, 11 de agosto

He recibido otra postal de mi madre.

Querido Aidy:

No sabes cuánto te añoro. Siento más que nunca el vínculo maternal. Sé que te sientes amenazado por mi afecto hacia Bimbo, pero no hay ninguna razón para ello, Aidy. Bimbo satisface mis necesidades sexuales. Ni más ni menos. Así que, Aidy, sé un hombre y vente a Escocia.

Muchos besos,

Pauline (mamá)

P.D. Nos vamos el día 15. Coge el tren a las 8.22 a Sheffield.

El cartero dijo que si mi madre fuese su mujer le daría una buena paliza. No conoce a mi madre. Si alguien le pusiese un dedo encima, ella le rompería todos los huesos.

Miércoles, 12 de agosto

Pandora piensa que nos vendría bien estar separados algún tiempo. Dice que nuestros más o menos ligeros besuqueos pronto se convertirán en algo más intenso. Debo admitir que esta tensión tiene un efecto negativo en mi salud. No tengo fuerzas y no puedo dormir porque me interrumpen continuamente los sueños del bikini de Pandora y las bragas de la señora O’Leary. Después de todo, es posible que me vaya a Escocia.

Jueves, 13 de agosto

Mi padre ha decidido irse el día 15 a Skegness. Ha reservado una caravana de cuatro plazas. ¡Se lleva a Doreen y a Maxwell y espera que yo vaya también!

¡Si voy, la gente creerá automáticamente que Doreen es mi madre y Maxwell es mi hermano!

Me voy a Escocia.

Viernes, 14 de agosto

Lo de anoche con Pandora fue trágico. Hemos jurado ser fieles el uno al otro. He preparado mi equipaje. He llevado el perro a casa de la abuela con catorce latas de Pedigree Chum y un saco enorme de Winalot.

Me llevo Huida de la infancia, de John Holt, para leerlo en el tren.

Sábado, 15 de agosto

luna llena

Mi padre, la flacucha y Maxwell me despidieron en la estación. A mi padre no le importó nada que yo eligiese ir a Escocia en lugar de Skegness. La verdad es que parecía muy contento. El viaje en tren ha sido horrible. Tuve que ir de pie todo el viaje hasta Sheffield. Estuve charlando con una señora en silla de ruedas, que estaba en el vagón de los guardas. Era muy simpática y dijo que lo único bueno de estar inválida es que no había problemas para sentarse en los trenes, aunque fuera en el vagón de los guardas.

Mi madre y el cretino de Lucas me esperaban en Sheffield. Mi madre está terriblemente delgada y le da por llevar ropas de jovencita. ¡El cretino de Lucas llevaba pantalones vaqueros! La barriga le tapaba el cinturón. Fingí estar dormido hasta que llegamos a Escocia. Lucas le metía mano a mi madre, incluso cuando conducía.

Estamos en un sitio que se llama Loch Lubnaig. Estoy en la cama, en una cabaña de madera. Mi madre y Lucas se han ido al pueblo a comprar cigarrillos. Por lo menos es lo que han dicho.

Domingo, 16 de agosto

noveno después del domingo de trinidad

Hay un lago delante de la cabaña y, detrás, un bosque de pinos y una montaña. No hay nada que hacer. Me muero de aburrimiento.

Lunes, 17 de agosto

He lavado mi ropa en una pequeña lavadora que hay en la cabaña. He hablado con un turista norteamericano, que se llama Hamish Mancini; tiene mi edad. Su madre está pasando su cuarta luna de miel.

Martes, 18 de agosto

Ha llovido todo el día.

Miércoles, 19 de agosto

He mandado unas postales. He llamado a Pandora, a cobro revertido. Su padre se negó a aceptarlo.

Jueves, 20 de agosto

He jugado a las cartas con Hamish Mancini. Su madre, su padrastro y mi madre y su amante se han ido en coche a ver una cascada. ¡Vaya maravilla!

Viernes, 21 de agosto

He andado cuatro kilómetros hasta Callander para comprar una chocolatina Mars. He jugado a los marcianitos. He vuelto y he merendado. He llamado a Pandora desde una cabina telefónica de madera, a cobro revertido. Sigue queriéndome. Yo todavía la quiero. Me he ido a la cama.

Sábado, 22 de agosto

He ido a ver la tumba de Rob Roy. La he visto y he vuelto.

Domingo, 23 de agosto

décimo después del domingo de trinidad

Mi madre se ha hecho amiga de una pareja, el señor y la señora Ball. Han ido de excursión al castillo de Stirling. La señora Ball tiene una hija que es escritora. Le pregunté qué estudió su hija para serlo. La señora Ball dijo que su hija se cayó de cabeza cuando era un bebé y desde entonces ha sido «un poco chiflada».

Es el cumpleaños de la señora Ball, de modo que todos vinieron a celebrarlo a nuestra cabaña de madera. Me quejé del ruido a la una, a las dos, a las tres y a las cuatro de la madrugada. ¡A las cinco decidieron subir a la montaña! Les advertí que estaban totalmente borrachos, eran demasiado viejos, inexpertos, en baja forma y carentes de cualquier tipo de técnica de supervivencia, no tenían botiquín, no llevaban botas de escalar y no tenían brújula, ni mapa ni bebidas calientes.

Mis protestas cayeron en oídos sordos. Todos escalaron la montaña, bajaron y a las once y media de la mañana estaban friendo huevos y bacón.

Lunes, 24 de agosto

He ido a Edimburgo. He visitado el castillo, el museo de juguetes y la galería de arte. Me compré un haggis. He vuelto a la cabaña y he leído Glencoe, de John Prebble. Mañana lo visitaremos.

Martes, 25 de agosto

La matanza de Glencoe tuvo lugar el 13 de febrero de 1692.

El 14 de febrero, John Hill escribió al conde de Tweeddale: «He arrasado Glencoe».

Tenía toda la razón, allí no queda nada. Mañana, a Glasgow.

Miércoles, 26 de agosto

¡Hemos atravesado Glasgow en el coche a las once de la mañana, bueno, pues he contado algo así como veintisiete borrachos en dos kilómetros! Todas las tiendas, excepto los autoservicios, tenían barrotes en las ventanas. Las tiendas de licores tienen alambradas con púas y cristales rotos en los tejados. Dimos una vuelta durante un rato y entonces mi madre empezó a dar la lata al cretino de Lucas para que la llevase a la galería de arte de Glasgow. Hubiera querido quedarme en el coche y leer Glencoe, pero con todos los borrachos dando tumbos por allí, no me quedó más remedio que seguirles.

¡¡Hoy vi La Crucifixión, de Salvador Dalí!! ¡El auténtico! ¡¡No una reproducción!!

Está colgado al final de un pasillo, de modo que cambia a medida que te acercas. Cuando finalmente estás enfrente del cuadro, te sientes como un enano. ¡Es fantástico!

¡Gigantesco! Con unos colores increíbles y Jesús parece un tipo de verdad. Compré seis postales con la reproducción del cuadro, pero, por supuesto, no es lo mismo.

Algún día llevaré a Pandora a verlo. Quizás en nuestra luna de miel.

Jueves, 27 de agosto

Hoy ha tocado Oban. Nos hemos tropezado con el señor y la señora Swallow, que viven en una calle al lado de la nuestra. Todos dijeron: «El mundo es un pañuelo»; la señora Swallow preguntó al cretino de Lucas por su mujer. Lucas respondió que se había ido con otra mujer. Todos se sonrojaron, volvieron a decir que «el mundo es un pañuelo» y se despidieron. Mi madre se enfureció con Lucas. Le dijo: «¿Tienes que ir contándolo a todo el mundo?» y «¿Cómo crees que me siento viviendo con un marido abandonado por una lesbiana?». Lucas gimoteó un poco y luego mi madre empezó a parecerse a mi abuela. Y él se mantuvo callado.

Viernes, 28 de agosto

Hoy, Fort William. Ben Nevis ha sido otra decepción. No se ve dónde empieza ni dónde acaba. Las otras montañas y colinas la tapaban. Lucas se cayó a un burn (arroyo en escocés), pero desgraciadamente no era lo suficientemente profundo para que se ahogase.

Sábado, 29 de agosto

luna llena

He dado una vuelta por el lago con Hamish Mancini. Me ha dicho que cree que su madre va camino del quinto divorcio. Esta noche se va a casa; el lunes por la mañana tiene una cita en Nueva York con su psicoanalista.

He terminado de hacer las maletas y estoy esperando a que mi madre y el cretino de Lucas vuelvan de una de sus escapadas furtivas para hacer el amor entre los pinos.

Nos vamos al amanecer.

Domingo, 30 de agosto

undécimo después de la trinidad

He hecho que Lucas se detuviera en Gretna Green para comprar souvenirs.

He comprado: a Pandora, una piedrecita en forma de nutria; a Bert, una boina; al perro, una tam-o’-shanter; a la abuela, una caja de dulces escoceses; a Flacucha, galletas escocesas, y a Maxwell, un muñeco de caramelo escocés. A mi padre le compré un mantel de tela escocesa.

He comprado para mí un cuaderno de notas forrado de tartán escocés. Estoy decidido a convertirme en escritor.

He aquí un extracto de «Mis pensamientos sobre Escocia», escritos en la nacional M6 a 190 kilómetros por hora:

La venerable bruma se disipa y nos revela la majestuosidad de las montañas escocesas. Una forma en el translúcido cielo resulta ser un águila, la majestuosa ave de presa. Arañando con las garras, se posa en un lago, turbando la silenciosa majestuosidad de las turbulentas aguas. El águila sólo se detiene para hundir su majestuoso pico en el agua antes de desplegar sus majestuosas alas y volar a su majestuoso nido, arriba en las desnudas, áridas, yermas montañas.

El ganado de las tierras altas. La majestuosa bestia cornuda de los valles baja su majestuosa cabeza peluda, de ojos castaños, como si rumiara los misterios de Glencoe.

Sobran unos cuantos «majestuosos». Pero creo que se lee bastante bien. Lo enviaré a la BBC cuando esté acabado. He llegado a casa a las seis de la tarde. Demasiado cansado para escribir más.

Lunes, 31 de agosto

fiesta en el reino unido (excepto escocia)

Nadie tiene un duro. Los bancos están cerrados y mi padre no se acuerda del código secreto de su tarjeta de crédito. Tuvo la desfachatez de tomar prestadas cinco libras a Bert Baxter. ¡Vaya, mira que pedir dinero a un pensionista! Qué falta de dignidad.

¡Pandora y yo estamos ahora locamente enamorados! La separación sólo sirvió para avivar nuestra pasión. Nuestras hormonas se excitan cada vez que nos encontramos. La noche pasada Pandora durmió con la nutria de piedra en su mano. Cómo me hubiera gustado ser la nutria de piedra.