Nota al pie sobre Sibelius y Hamsun[57]

La misma tendencia puede comprobarse, con rigor técnico, en las sinfonías de Jan Sibelius que, en su factura y su efecto, se vinculan a Hamsun. No hay que pensar solo en el sentimiento vago y, por los medios coloristas, a la vez «pánico», de la naturaleza, sino también en los procedimientos empleados en la composición. Estas sinfonías no conocen ningún desarrollo musical. No hacen más que amontonar al azar, sin elección, repeticiones de un motivo en sí mismo trivial. La apariencia de originalidad que de ello resulta solo es atribuible al sinsentido de unos motivos yuxtapuestos cuya conexión solo el transcurso abstracto del tiempo garantiza. La oscuridad, producto de la torpeza técnica, simula una profundidad que no existe. Las repeticiones, de opaca construcción, afirman un ritmo perpetuo de la naturaleza también expresado por la ausencia de conciencia del tiempo sinfónico; la inanidad de la mónada melódica, traducida en sonidos inarticulados, guarda consonancia con ese desprecio del hombre que deja a los individuos de Hamsun a merced de la omnímoda naturaleza. Sibelius se distingue, tanto como Hamsun, de las tendencias impresionistas en que la naturaleza omnímoda es algo preparado con los restos del arte tradicional burgués, no contemplado originariamente por la subjetividad que protesta.