56

 

 

 

 

-Ha llegado la hora de emprender el regreso, sire.

El Gran Capitán asintió, caviloso.

-De acuerdo, Velarde. Conozco bien el cariz de tus aprensiones, pero antes ocúpate de comprobar que no haya desmanes contra la población civil de Ruvo.

Rodrigo resopló, presa de impaciencia. ¿Qué le había dado hoy a su señor? ¿Por qué no se dedicaban, de paso, a arreglar las casas desvencijadas de los pobres habitantes de Ruvo?

-¡Quien se propase con sus gentes, ya sea violando a las mozas o saqueando los bienes de los lugareños, habrá de padecer los rigores que reservo a los soldados de baja estofa!

-Conformes…

Muy a su pesar fue a cumplir aquella nueva orden. En otras circunstancias habría aplaudido la actitud de su señor, loable como pocas, pero en esta ocasión se sentía mordido por la impaciencia, intuyendo que Dana estaba en peligro, y no veía la hora de volver grupas para regresar al campamento.

¿Por qué había de ser siempre tan perfeccionista Gonzalo, fiel a su propia ética, personal e intransferible?

-Sire, ninguno de los nuestros ha cometido tropelías –dijo, tras cumplir su mandado-. Ahora supongo que el victorioso ejército español puede regresar a Barletta…

-Cierto, Velarde, nada puede causarme mayor placer; mis maltrechos huesos requieren de reposo para curar las heridas que me infligió ese admirable galo.

El ingeniero apareció de improviso, con el semblante demudado.

-¡Capitán, la tropa está al borde del motín! –exclamó.

¡Lo que faltaba!

-¿Y cómo es eso, Navarro? –replicó Gonzalo, suspirando.

-La tropa se queja de no haber recibido los muchos dineros que Fernando le adeuda y lamenta que encima se le impida darse al pillaje...

-No le falta razón. Son ya muchos meses sin soldada y todos mis hombres tienen una familia que mantener… -convino, a regañadientes, el Gran Capitán.

-Aún así, sire, no creo que ni los soldados más proclives al pillaje osen dar saco a la plaza, como haría en su lugar cualquier otro ejército –intervino Rodrigo, temiendo nuevas demoras innecesarias-. A estas alturas es incuestionable el respeto que os habéis granjeado, sire.

-Eso mismo pienso yo, Velarde; así que no hay nada que temer, amigo Navarro.

Teniendo presente la situación de penuria de la tropa, Gonzalo hizo el esfuerzo de ponerse a las puertas de la ciudad para impedir que se sacase cosa alguna de la iglesia o se hiciera a las mujeres la menor descortesía.

Rodrigo lo acompañaba, al borde de un ataque de nervios, por mucho que las gentes de Ruvo no parasen de decir que eran precisamente aquellos detalles los que habían magnificado el prestigio de su señor.

El ingeniero llegó trotando alegremente en su cabalgadura, que mostraba un gracioso aire de jumento por el enorme tamaño de su jinete.

-El balance no puede ser más positivo, mi general –dijo, dándose aires de suficiencia-. Tenemos un botín de mil caballos que reforzarán nuestra magra caballería frente a Nemours y hay seiscientos franceses prisioneros.

-¡Albricias! ¡No podías traer mejores noticias, Navarro! –replicó Gonzalo, complacido; volvía a sentirse en su salsa, feliz y contento, merced a aquellas buenas nuevas, a pesar de hallarse maltrecho por la tunda que le infligió el sepultado Señor de la Palisse.

Acababa de pasar ante ellos el último destacamento de infantes; ya no podían producirse atropellos en Ruvo, lo cual Gonzalo lamentaría vivamente.

-¿Partimos, sire? –dijo Rodrigo por enésima vez.

-Ahora sí, Velarde. Vayamos a disfrutar junto a los nuestros de una merecida pitanza con las provisiones que han traído los sicilianos.

El Gran Capitán sacudió un amistoso pescozón al ingeniero.

-¡Navarro, ha llegado el ansiado momento del reposo!

Rodrigo volvió a percibirla… Una de sus funestas premoniciones. Algo había sucedido. Dana se encontraba en peligro. Como si compartiese sus sospechas, el fiel Incitatus relinchaba furiosamente. ¡Otra vez no!, se dijo, sintiendo pánico.

Ya no cabían más dilaciones, así que picó espuelas para poner rumbo a Barletta.

El último cabalista
titlepage.xhtml
part0000_split_000.html
part0000_split_001.html
part0000_split_002.html
part0000_split_003.html
part0000_split_004.html
part0000_split_005.html
part0000_split_006.html
part0000_split_007.html
part0000_split_008.html
part0000_split_009.html
part0000_split_010.html
part0000_split_011.html
part0000_split_012.html
part0000_split_013.html
part0000_split_014.html
part0000_split_015.html
part0000_split_016.html
part0000_split_017.html
part0000_split_018.html
part0000_split_019.html
part0000_split_020.html
part0000_split_021.html
part0000_split_022.html
part0000_split_023.html
part0000_split_024.html
part0000_split_025.html
part0000_split_026.html
part0000_split_027.html
part0000_split_028.html
part0000_split_029.html
part0000_split_030.html
part0000_split_031.html
part0000_split_032.html
part0000_split_033.html
part0000_split_034.html
part0000_split_035.html
part0000_split_036.html
part0000_split_037.html
part0000_split_038.html
part0000_split_039.html
part0000_split_040.html
part0000_split_041.html
part0000_split_042.html
part0000_split_043.html
part0000_split_044.html
part0000_split_045.html
part0000_split_046.html
part0000_split_047.html
part0000_split_048.html
part0000_split_049.html
part0000_split_050.html
part0000_split_051.html
part0000_split_052.html
part0000_split_053.html
part0000_split_054.html
part0000_split_055.html
part0000_split_056.html
part0000_split_057.html
part0000_split_058.html
part0000_split_059.html
part0000_split_060.html
part0000_split_061.html
part0000_split_062.html
part0000_split_063.html
part0000_split_064.html
part0000_split_065.html
part0000_split_066.html
part0000_split_067.html
part0000_split_068.html
part0000_split_069.html
part0000_split_070.html
part0000_split_071.html
part0000_split_072.html
part0000_split_073.html
part0000_split_074.html
part0000_split_075.html
part0000_split_076.html
part0000_split_077.html
part0000_split_078.html
part0000_split_079.html
part0000_split_080.html
part0000_split_081.html
part0000_split_082.html
part0000_split_083.html
part0000_split_084.html
part0000_split_085.html
part0000_split_086.html
part0000_split_087.html
part0000_split_088.html