6. ORDEN DEL TEMPLO SOLAR
Luc Jouret y Joseph Di Mambro fueron los líderes de esta secta que mezcló creencias antiguas de los caballeros templarios con los rosacruces, le añadieron algo de misticismo oriental y de Apocalipsis cristiano, y al final le sumaron un poco de astronomía y de vida extraterrestre. La secta se estableció principalmente en Suiza y Canadá, aunque tuvo adeptos en distintos países. En sus inicios, parece que siguieron algunas indicaciones de los textos del célebre hechicero Aleister Crowley, la Gran Bestia 666, uno de los grandes magos esotéricos del siglo XX que participó activamente en la Segunda Guerra Mundial.
Un tiempo después le fueron añadiendo creencias que venían de todas partes, hasta llegar a la convicción de que estábamos cerca de un fin del mundo y que era necesario prepararse para un evento de semejante envergadura. No más placeres fatuos ni una vida entregada al dinero y la codicia. Había llegado la hora de la supremacía espiritual.
En algún momento la secta incorpora ideas de seres de otro mundo que nos están observando y que desean salvar a algunos terrícolas que no merecen estar atrapados en las catástrofes que se avecinan. Seres que no solo desean rescatarnos, sino transportarnos a otro lugar, a otro planeta que queda cerca de la estrella de Sirius. Morir sería, en este caso, abandonar este cuerpo físico humano para reencarnar en ese otro mundo con otro cuerpo y otra vida muy distinta.
El problema es que si el fin del mundo se estaba acercando, significaba que el Anticristo ya había nacido o estaba pronto a nacer. Los líderes aseguran entonces que se trata del hijo de tres meses de uno de los miembros de la secta y deciden asesinar al pequeño en un ritual secreto. Lo apuñalan y le clavan una estaca de madera en el corazón. Enseguida, a mediados de los años noventa, empiezan a aparecer varios suicidios colectivos de esta secta tanto en Canadá como en Europa. Se envenenan, se queman, se disparan en la cabeza. En el caso de los adeptos suizos, los cadáveres fueron encontrados en una capilla subterránea ubicada estratégicamente para rituales solares, y todos llevaban bolsas de basura alrededor de sus cuerpos. El mensaje cifrado de estas envolturas se refería a la catástrofe ambiental y ecológica que sobrevendría sobre el planeta después de que estos iniciados partieran para renacer en la constelación de Sirius.
Un dato que queda flotando en el aire, un cabo suelto, es que el famoso director de orquesta y compositor, Michel Tabachnik, quien al comienzo de su carrera fuera discípulo de Herbert von Karajan y Pierre Boulez, fue uno de los ideólogos de esta extraña secta. En su página web habla de las revelaciones del libro de Ezequiel que conducen a uno de los protagonistas de sus novelas (también se hizo escritor) a convertirse en un hombre salvaje, lejos de la civilización y de su insoportable opresión.
Aunque las policías francesa y suiza lo han investigado e incluso detenido, y aunque es vigilado y sus correos son intervenidos permanentemente, él continúa en libertad. En la red hay varios videos donde se le puede ver dirigiendo grandes conciertos, y es desconcertante la fuerza que emana de sus gestos. Aparte de eso, es un intelectual de la música, un gran teórico.
Y si los líderes de la Orden del Templo Solar estaban en contacto con seres extraterrestres y manejaban información secreta y altamente confidencial sobre el fin de nuestro planeta, ¿qué es lo que sabe Tabachnik y lo que nos está ocultando tan socarronamente?