Capítulo 18

Me encontré—a mi misma—mirando repetidamente en el espejo lateral mientras nos dirigíamos hacia Delcroix, muy temprano por la mañana el lunes. Estaba obscuro y frío, y tuve una espeluznante sensación, de cuando a veces tienes la impresión de que alguien esta observándote. Por unas pocas cuadras pensé que un sedán beige estaba tras nosotros, pero entonces el se salió de la carretera, y maldije a Jack por hacerme pensar aquello.

Arribamos al estacionamiento quince minutos más temprano, pero ya había allí, media docena de autos aparcados en el lote. Fui a pararme debajo de la resplandeciente luz de uno de los faroles. Paul y Alessandro fueron los primeros de mi equipo en llegar, y se unieron a mí. Intercambiamos saludos sin entusiasmo, pero no dijimos mucho más.

Ambos me parecían buenos, pero no habíamos pasado mucho tiempo juntos desde la orientación. Marika llegó después. Y no pude mirarla de diferente manera, después del incidente en la clase de alfarería. En su defensa, no creo que a ella le caiga bien Catherine.

La mayoría de las veces, solo andaba por allí con Allie y Emma.

Yo llevaba puesta la sudadera rosada con capucha y unos viejos pantalones tejanos que colgaban de mis caderas. Había hablado la noche anterior con Esther que me había persuadido de llevar mi pelo suelto. Eso me parecía un gran error para mí, pero ella siempre se quejaba de cómo solía llevarlo amarrado en una cola de caballo. Ella creía que debía de ser natural y que debía de amarme a mi misma, siempre me decía lo bonito que mi pelo era.

Pensé que todo era un completo disparate, pero al parecer eso funcionaba para Esther. Además, ella era persistente, y no pude evitar preguntarme qué pensaría Cam sobre eso. Así pues, ahí estaba yo, con una sudadera ajustada de color rosa, con alocados rizos rubios moviéndose en espiral alejándose de mi cabeza en todas las direcciones. La Dancia real, expuesta para que todo el mundo la vea.

La multitud creció y el cielo se volvió gris pálido mientras La Bala de Plata apareció por la carretera, abriéndose camino en el estacionamiento. Miré a mí alrededor buscando a Esther o a Hennie pero no las vi. Mucha más gente había ido a casa este fin de semana que de lo usual, supongo que era por Halloween, y había un montón de autos y padres dando vueltas. Las puertas de hierro rechinaron abriéndose, para dejar pase libre al bus.

Suprimí un estremecimiento mientras las palabras de Jack sonaron en mis oídos otra vez.

¿Es para mantener a los malos fuera, o a nosotros dentro?

Él es paranoico, Dancia, me recordé a mí misma. Por supuesto que él tiene que pensar cosas extrañas sobre los portones.

La Bala de Plata rodó hasta detenerse, y Cam salió de un salto. Siempre enviaban a un estudiante superior para asegurarse de que todos los estudiantes de primer año que hubieron salido de la escuela durante el fin de semana regresaran a la escuela el lunes por la mañana. No sabríamos que hacer sin ellos. Gritar y llamar a tus padres, imagino.

Pero, aun así, nadie había perdido el bus, hasta ahora.

Mi corazón repiqueo, inspirado por la presencia de Cam. Todo el mundo parecía querer entrar en La Bala de Plata de inmediato, así que me quedé atrás dejé que escogieran sus lugares. Me uní a la línea solo al final. Esther y Hennie me saludaron desde el frente. No había señal de Jack.

Cuando pasé a Cam, él levantó la vista de una lista en su mano. Su boca estaba apretada. Él paso sus dedos suavemente por su pelo y dijo, "Hey, Dancia, no has visto a Landry, ¿verdad?‛

Esa era la primera vez que había visto a Cam en días. Estaba congelándome dentro de mi sudadera rosa y tenia el pelo suelto, ¿y todo lo que él podía hacer, era preguntar por Jack?.

"No. No le he visto".

De la forma en la que el él negó con la cabeza, parecía como que estuviera irritado.

Presiono sus labios, para después negar con la cabeza—nuevamente—para luego darme una de esas sonrisas cegadoramente adorables. "Supongo que algunas personas tienen que aprender por las malas," dijo. "Trevor no estaba bromeando cuando dijo que es muy malo, si pierdes el autobús‛.

"Sí, bueno, entonces supongo que lo mejor es que suba ya".

Cam asintió, mientras seguía escudriñando en el estacionamiento buscando alguna señal de Jack. Esther y Hennie se sentaron juntas en la parte trasera del bus, pero todos los asientos cerca a ellas estaban ocupados. Tomé el primer lugar vacío cerca del frente, y me deslicé hacia la ventana.

Cam se subió y asintió hacia el conductor, quien tiró fuertemente de la palanca para cerrar las puertas. Mientras nos alejábamos, divisé un coche negro cruzando el estacionamiento. Estaba muy segura de que era alguien que traía a Jack.

Entonces un sentimiento horrible me inundo, y observe el velocímetro del bus que cada vez más subía en la cuenta. Recordé lo disgustado que estaba el Sr. Judan cuando Jack había perdido su cita con su asesor, hace un par de semanas, y cómo él le había dicho a Jack que algo tenia que cambiar.

Éste no era el tipo de cambio al que el Sr. Judan se refería. El bus giro lentamente y se detuvo frente al portón. Cam y el conductor se miraron y se rieron mientras el conductor abría su ventana y entregaba su tarjeta de seguridad. No era mi intención hacerlo, lo juro, pero yo tenía esa sensación, esa alocada sensación de que Jack me necesitaba. Era algo así como cuando le vi siendo perseguido por el Tío de las Gafas de Sol. No tenía alternativa. Tenia que hacer algo.

Clavé los ojos en la tarjeta y la imagine volando por los aires aun cuando un silbido lleno mi cabeza. Lo extraño era que, en lugar de que la tarjeta hiciera lo que imaginé, esta sólo se movió un par de pulgadas. Y luego, mientras la observaba, esta brilló tenuemente para luego alargarse. Nunca había visto nada como eso—la tarjeta se había vuelto traslucida y brumosa, casi como si la tarjeta estuviera hecha de humo. Los bordes que encajaban perfectamente en la mano del guardia se elevaron como varias serpientes que subían y bajaban.

Y luego desapareció.

Contuve mi respiración. Yo no me había imaginado eso. Nunca antes había hecho desaparecer algo.

Cam se sobresaltó, y luego se giro en el pasillo como si estuviera buscando algo. Sus ojos se encontraron con lo míos, para luego alejarlos, buscando. Él giró varias veces su cabeza mirando alrededor y detrás de él, por la puerta, hacia el estacionamiento.

El conductor maldijo en voz baja. "¿Qué mierda?—¡esa maldita cosa saltó lejos de mi mano!" Él miró por la ventana, para luego sacar su cabeza y maldecir nuevamente.

Cam regresó. "La encontraré," dijo con gravedad.

"No, es mi culpa. Debe de haber caído debajo del bus". El conductor se levantó y salió del bus, dejando las puertas abiertas. El coche negro pasó cerca de mi ventana hacia la salida, levantando polvo a su paso. En el momento en que desapareció, el oscuro pelo de Jack apareció en la puerta.

"Espero no llegar tarde," le dijo a Cam.

Cam lo miro fijamente, sus ojos se fueron estrechando más por sorpresa que por sospecha. "¿Cuándo has llegado?‛

"Ahora mismo".

Jack y Cam estaban frente a frente, en el mismo lugar. Eran casi de la misma altura, pero Cam tenía unos veinte kilos de músculo más que Jack.

"Eso significa que llegaste tarde. La próxima vez no habrá un accidente conveniente que nos detenga". Cam habló en voz baja, con la mirada fija en Jack. Entonces todo el bus se lleno de risas y un ensordecedor ruido de treinta conversaciones, todas sucediendo al mismo tiempo. Yo dudaba seriamente de que los demás hubieran notado que nos habíamos detenido. Jack se encogió de hombros e intentó rebasar a Cam. Pero Cam puso una mano bloqueándole el paso al pasillo. "Lo digo en serio, Landry".

"Seguro, lo que sea‛. Jack empujo con su hombro y chocó violentamente contra el brazo de Cam. Cam elevo su brazo, negando con la cabeza mientras observaba como Jack avanzaba por el pasillo.

Me hundí profundamente en mi asiento, esperando que Jack no me mirara. Él frunció el ceño hacia mí y se metió en un asiento junto a Allie.

Aun maldiciendo en voz baja, el conductor subió dos pasos a la vez y se estrelló contra su asiento. ‚Tuve que meterme por debajo del maldito bus," murmuró. "Y ahora estoy fuera de horario".

Mientras las puertas se cerraban, Cam se sentó junto a mí. Debería de estar emocionada, o algo parecido, pero no podía dejar de pensar en la tarjeta ascendiendo y descendiendo como el rizo del humo en las manos del guardia. El zumbido y el poder que había sentido. El cual había ido y venido con tanta rapidez. Nunca antes había tenido tiempo para ponerme nerviosa por eso. Pero ¿Qué había ocurrido? ¿Yo había hecho eso con la tarjeta? ¿Fue Jack? ¿Qué clase de poder tenia él, de cualquier manera? Ahora estaba mucho más confundida que antes, infinitamente.

Cam suspiró y se apartó el pelo de sus ojos. Sus cejas se juntaron en una mirada de preocupación, o tal vez tristeza. No sabia cual de las dos era. "Hey, Dancia," él dijo.

Todo el ruido en mi cerebro se detuvo como si Cam absorbiera todo debido a su cercanía.

"Hey".

‚¿Estas bien?‛ La preocupación se hizo más profunda. Esos increíbles ojos se unieron a los míos, giro su cuerpo hacia mí, bloqueando con sus hombros el resto del bus de mi vista. "Luces asustada. No por eso, espero". Él señalo en dirección de Jack, pero mantuvo su mirada puesta en mí.

Era increíble, pero en cierta forma mientras él me hablaba, mis nervios comenzaron a disolverse. "No, estoy bien," dije. "Es lunes, después de todo".

La línea de preocupación entre sus ojos se suavizo, y me regalo una sonrisa lenta.

"Bien. No me gustaría verte preocupada por Landry".

¿Landry? Pensé confusamente, mi cerebro se ralentizaba mientras la sonrisa de Cam radiaba a través de mi cuerpo. ¿Quién era Landry? "¿Cómo te fue en Halloween?‛

Él se acerco mucho más a mí, su hombro golpeando el mío. "Fue bien. Pero te eche de menos. Debiste de haberte quedado para la fiesta".

¿Él estaba tratando darme un paro cardíaco? Miré por la ventana, esperando recobrar mi aliento. El sol estaba empezando a salir por entre los árboles, y el césped verde-gris se perdió dando paso al rojo característico de los ladrillos de la escuela, mientras nos aproximábamos.

‚¿Entrenaste este fin de semana?‛ Pregunté, una vez que había recobrado la compostura, lo suficiente como para mirarle nuevamente.

"Si, fui al gimnasio y entrené, después jugué algunos partidos de fútbol con Trevor y los demás chicos. Después jugamos en contra de Anna y sus chicas. Casi nos aplastaron—pero creo, que realmente necesitan a alguien nueva en el equipo. No puedo esperar para comenzar a jugar fútbol esta primavera. Serán una locura en el campo".

Reprimí la oleada de celos y me obligué a sonar casual. ‚Supongo que tendré que ver cómo van las cosas. Me dan nervios los boletines de notas. La Abuela no va a dejarme jugar a menos que obtenga por lo menos una B de promedio. Hice una composición en inglés la semana pasada, y te juro, obtuve más tinta roja que negra".

"Tu y yo, ambos le tememos. El lunes pasado fui al laboratorio de Física, y no entendí nada de lo que dijeron. Ni siquiera mi nombre".

Solté una risita. "No te creo‛.

"No estoy bromeando‛. Él negó con la cabeza solemnemente. "Si Trevor no me dejaría copiarle su tarea, nunca lograría tener alguna práctica de fútbol". Charlamos por algunos minutos más antes de que el bus hiciera una parada. Cam se deslizó fuera del asiento. "Almorcemos juntos hoy," él dijo. "Siempre estoy invitándote pero siempre me ignoras. Estoy comenzando a pensar que no te gusto".

Una enorme sonrisa se propagó a través de mi cara. "Correcto. Entonces si".

"¿En serio? Entonces—‚

"Ok, ok, ¡lo haré!‛

"Bien".

El conductor abrió la puerta y Cam se despidió mientras saltaba bajando las escaleras. Deje que la multitud se llenara en el pasillo y comenzara a fluir bajándose del bus. Clavé los ojos en el color verde del asiento. Cam realmente parecía querer almorzar conmigo. No solo lo decía por ser simpático. Él realmente lo quería.

Esto no era, sólo por que él había sido mi reclutador. Yo había estado restándole importancia a las cosas por semanas, pero el hecho era, que él seguía buscándome a mí.

Él definitivamente me prestaba más atención a mí que a ningún otro, ¿y ahora iba a presentarme a sus amigos? ¿Podría haber estado Esther en lo correcto? ¿Él realmente podría estar interesado en mí? ¿Era posible que algo en mi vida pudiera ir tan absoluta y maravillosamente bien? Un sentimiento de terror se mezcló con mi sacudida inicial de deleite. ¿De qué podría hablar yo con un grupo de chicos? ¿Qué sucedería si digo algo estúpido, y él cambiaba de idea y decidía que yo era una completa perdedora y él nunca querrá hablarme de nuevo?.

Esther agarró mi brazo y prácticamente me sacó de mi asiento. ‚¿Qué te dijo? ¿Le gusto el peinado nuevo? Tienes cinco minutos para soltar la lengua, de lo contrario—".

"Esther es un poco dramática," Hennie susurró, con un brillo taimado en sus ojos.

"Te dejaremos contárnoslo en el almuerzo, si lo deseas".

Bajamos del bus. Y me asegure de que Cam estuviera ocupado en cualquier otra cosa, antes de decir: "En realidad, le dije a Cam que nos encontraríamos a la hora del Almuerzo".

Esther chilló. En alta voz.

Miré a mí alrededor, desesperadamente esperando que él no estuviera cerca para oírlo. ‚¡Shhh!‛ Dije. "Él va a pensar que somos un montón de idiotas".

‚¡No me importa!" Ella dijo alegremente. "Eso—¡ustedes almorzaran juntos! ¡Lo sabia!"

La fulmine con la mirada. ‚Habla bajo‛.

Ella no parecía arrepentida en lo más mínimo, pero me susurro, "Lo siento. Ahora,

¡dinos como ha pasado!‛

Tiré de ella y Hennie mientras subíamos las escaleras del Aula Magna. Una vez que estuvimos en un lugar relativamente aislado junto a la oficina, suspiré aliviada. Las palabras se desparramaron de mí como una inundación. "Ojalá lo supiera. La verdad es, que no tengo idea lo que está ocurriendo".

Hennie frunció su boca. "¿Tú no sabes lo qué está pasando, o no puedes decírnoslo?‛.

"No sé," insistí. "Honestamente, no puedo creer que yo le guste a él. Digo, solo soy una simple estudiante de primer año, ¿cierto? Y difícilmente soy una reina de belleza".

"No seas ridícula. Eres alta y tienes un gran cuerpo. Los chicos aman esas cosas de los ojos azules y el cabello rubio," Hennie suspiró. "Yo solo soy una simple y baja chica india. Yashir nunca me notará".

Esther agitó una mano despectivamente. "Eso es ridículo. Eres primorosa, y los chicos siempre van por las del tipo dulce, y tranquila. Eso es un hecho conocido".

"Él ni siquiera me miró en el bus esta mañana," ella dijo.

"Eso es porque nunca hablas con él," Esther dijo lógicamente. "Lo cuál pensamos cambiar tan pronto como nos sea posible". Ella me inmovilizó con su mirada fija. "Ahora, Dancia, seamos realistas. Eres lista, graciosa, eres dura, no dejas que los demás te traten mal—básicamente, eres ardiente, sin tener en cuenta que eres una estudiante de primer año, y Cam lo sabe. Ha estado observándote desde que las clases comenzaron, suelen pasar ratos juntos después de clases, y ahora esta pidiéndote que almuercen juntos y…‚

Ella dejó que su voz sonara sugerentemente. "—creo que es obvio lo que está ocurriendo aquí".

"Bueno, no es obvio para mí", gemí. "La mitad de las veces él me mira como si yo fuera su hermana pequeña, y la otra mitad tengo la impresión de que nosotros solo tenemos una amistad. Y tú sabes que él y Anna pasan mucho más tiempo juntos. ¿Qué si ellos están saliendo? ¡Así que no lo se!‛

Esa era la verdad. Nunca antes había analizado la relación que él tenia con Anna.

Yo sabía que ellos eran amigos cercanos, pero no sabia lo que eso significaba.

Una campana resonó y todas saltamos.

"Aun necesito ir a mi casillero," Hennie dijo, mirando nerviosamente a la masa de personas que fluían a nuestro derredor. "Tendremos que ponernos al corriente más tarde.

Y déjame decirte esto, Dancia. Haremos un poco de investigación y luego nos contactaremos contigo, ¿ok?‛

Asentí agradecidamente. ¿La escuela secundaria siempre era tan complicada?

Nuestros casilleros estaban en el sótano, se esparcían en filas estrechas alrededor de algunos pilares blancos. No teníamos permitido ir a nuestras habitaciones durante las clases, así que teníamos casilleros para guardar nuestros libros entre clases. Hennie, Esther y yo teníamos uno cada una, asignado en áreas diferentes, así que después de unos abrazos rápidos, nos separamos y prometimos encontrarnos cada vez que tuviéramos un descanso por la tarde.

Aun con la sonrisa de Cam flotando en mi mente, pestañeé furiosamente e intenté enfocar la atención en la combinación de mi cerradura. Clases. Yo tenía que ir a clases hoy. ¿Pero a cuales?

"¿A dónde se fue tu Príncipe Azul?‛

Me congelé ante el sonido de la voz de Jack flotando sobre mi hombro. Abrí con fuerza el cerrojo de mi casillero, agarré un libro, y lo puse dentro de mi mochila.

La neblina inducida por el recuerdo de Cam, se derritió.

¿Qué se suponía que debía de decirle? Y ahí estaba, la confusión total de la mañana y el aterrador suceso de regreso a mi, otra vez, yo había usado mis poderes para protegerle. O por lo menos lo había intentado. Lo espeluznante era que, Jack inspiraba en mí una especie de instinto protector que no podía ignorar. Él parecía decidido a meterse en problemas, y yo estaba igual de decidida a ayudarle.

Y también, allí estaba toda la escena en mi porche, de la noche anterior, y el tal vez—casi beso. ¿O me imagine eso también? Me di la vuelta e intenté tomar el asunto con calma y agradablemente. "Hey, Jack, ¿qué hay? ¿Te dormiste después de que sonará la alarma esta mañana?‛

‚Olvide colocarle‛. Él tenía entre sus manos un par de libros, otro metido profundamente en su bolsillo, y tenia los hombros caídos en una forma perezosa, y relajada apoyado contra el banco de casilleros detrás de mí. Llevaba puestos unos pantalones vaqueros oscuros y anchos y una camiseta ajustada negra.

"Eso es ridículo. ¿Cómo se te podría olvidar colocar tu alarma? ¿Estas tratando de echarte la soga al cuello?‛

Aparto el pelo de sus ojos y se acerco a mí. ‚¿Qué van a hacerme? ¿Suspenderme?

No lo creo. Entonces el Príncipe Encantador y el resto de ellos no podrían vigilarme".

Mordí mi labio ansiosamente. ‚¿Qué quieres decir?‛

"Ya lo sabes, ellos nos mantienen aquí—detrás de estas puertas—lo cual les hace más fácil mantenernos vigilados‛. Sostuvo en alto su tarjeta de identificación. "Rastrean cada movimiento nuestro, Dancia. Confía en mí, ellos no van a suspenderme".

Suspiré. "Hemos pasado por esto antes, Jack. Tienen que hacerlo. Es por seguridad".

"Continúan diciendo eso, pero ¿cuál es el gran peligro del que nos cuidan? La mayoría de los adolescente parecen sobrevivir muy bien sin ser mantenidos tras una puerta cerrada de hierro".

‚¿Cómo voy a saberlo? ¿El terrorismo? ¿Personas extrañas que tratan de secuestrar chicos?‛

"Si tu lo dices‛.

"¿Por qué piensas que Cam tiene que ver con todo eso?‛ No estaba muy segura de lo que me refería al decir ‘eso’, pero cuando hablaba con Jack, me era difícil pretender que las cosas en Delcroix eran como siempre.

‚¿Has visto la manera en la que él me mira? Cualquiera pensaría que él esta a punto de plantarme una bomba o algo por el estilo".

Eché mi mochila sobre mis hombros. La verdad era que, Cam le miraba de forma curiosa. Cam no confiaba en él. Si Jack supiera la mitad de las cosas que Cam me había dicho, él estaría aún más convencido de que él tenia planes en contra suya.

‚Lo que sea. ¡Est{s loco! ¿Podemos ir a clases, por favor?‛

Él se encogió de hombros. "Seguro. A propósito, gracias por la cena. Fue muy bueno tener comida real por una vez siquiera. Y alguien aparte de mi compañero de cuarto con quien comerlo".

Hice una mueca, aliviada con el hecho de que él había aceptado el cambio de tema.

"Mi abuela piensa que eres dulce".

"Oh no, ¿en serio? ¿Me llamó dulce?‛ Él se rió. "Después de la frialdad que he obtenido de su nieta, comenzaba a pensar que había perdido mi habilidad‛.

Respingué. Jack había intentando besarme la noche pasada. Había esperado que él fuera capaz de olvidar aquel embarazoso momento en el porche. Aun cuando una pequeña parte de mí había tenido curiosidad por cómo podría haber sido aquello, una parte mayor de mí quería eso con Cam. No podía dejar que Jack pensara que algo así podría desarrollarse entre nosotros. Me arme de valor para ser franca.

"Jack, no es que yo no—quiero decir, no es que tu no me gustes, es solo que…bueno, ya sabes, Cam y…bueno…‛

Él se rió mientras cambiaba sus libros hacia su otro brazo y posaba su brazo libre alrededor de mis hombros. "¿Qué?‛ Él dijo en una voz dramática mientras me acercaba mucho más a él. "¿Te refieres a que la Cenicienta ya ha encontrado a su Príncipe? ¿Y no soy yo? Estoy devastado. Verdadera y profundamente devastado".

"¡Jack!‛ Me encogí de hombros tratando de alejarme de su alcance e intenté ignorar el hecho de que olía muy bien, como a canela y café, y que se sentía bastante agradable tener su brazo a mí alrededor. En lugar de eso, intente enfocar mi atención en su reacción. Lo que le había dicho parecía no molestarle. Tal vez yo le había interpretado mal después de todo.

"¿Realmente crees que dejaría que un chico bonito se metiera en mi camino?‛ Me guiñó el ojo y se mantuvo sonriendo. "Cariño, tu y yo estamos destinados. Eso es todo".

¿Qué se suponía que eso significaba? Él parecía estar bromeando, ¿o era en serio?

Cada palabra fuera de su boca sólo me confundía más.

"Jack—"

"Olvídalo, Danny. No llenes de preocupaciones tu cabeza rizada". Él me acerco mucho más y levantó su mano en saludo hacia Héctor quien bajaba las escaleras.

"¿Qué hay, Jack? Dancia". Héctor asintió con la cabeza hacia nosotros, alzando sus cejas mientras nos rebasaba. Agaché mi cabeza. ¡Maldita sea! Ahora Héctor iba a pensar que Jack y yo estábamos saliendo.

Empezamos a subir las escaleras juntos, y mis ojos aterrizaron en la cubierta del libro que Jack mantenían bajo su brazo: Ensayos sobre ética.

‚¡Oh no!‛ Golpee mí frente. "Olvidé mi libro de ética en mi casillero".

"No hay problema". Él sonrió y me dio el suyo. "Ya sabes cómo me gusta molestar a los demás".