Capítulo 2

Tomé una lenta respiración. Cam trató de hacer contacto visual conmigo, pero mantuve mis ojos en el Sr. Judan y en las perfectas alas blancas de cabello en sus sienes. Él realmente no podía saber, me dije a mí misma. Digo, algunas veces ni siquiera sé lo que he hecho hasta que está terminado, y aun así no siempre es claro.

‚¡Ustedes vieron el artículo!‛ La cara de mi Abuelita pr{cticamente se dividió con el tamaño de su sonrisa. ‚¿No fue eso simplemente admirable? No sé qué habría ocurrido si Dancia no hubiese estado allí. Había niños en ese cuarto. Ese hombre pudo haber hecho algo terrible.‛

‚Solo tuvimos suerte de que él tropezara,‛ dije. ‚Realmente no hice nada.‛

‚Te arrojaste hacia un hombre con una pistola que estaba amenazando un cuarto lleno de personas. Yo diría que estabas haciendo algo,‛ el Sr. Judan dijo.

‚En realidad no fue gran cosa.‛ Me di la vuelta así ellos no verían el sonrojo que podía sentir arrastrándose a través de mis mejillas.

Sucedió hace un mes, y no puedo decir que había lamentado ir tras el tipo. Después de todo, él pudo haber lastimado a mi Abuelita. Ella puede tener cien años, y algunas veces puede darme vergüenza cuando estamos en público porque ella carece de control en ciertas funciones corporales, pero ella es mi Abuelita. Ella es todo lo que he tenido, y no iba a dejar que alguien la lastimara.

Sin embargo, fue bastante horrible.

Estábamos en el hospital, esperando a que mi Abuelita tuviera sus cataratas examinadas –aunque es totalmente ilegal, ella me deja conducir a casa después de que se

meten con sus ojos. Es bastante divertido, si me permiten decirlo. ¿Cuántos chicos llegan a conducir a los catorce años? Como sea, estábamos en la sala de espera, hojeando viejas revistas Highlights, cuándo este tipo entró. Él empezó a maldecir acerca de cómo el hospital mató a su esposa y de cómo todos íbamos a pagar. Arrastraba sus palabras juntas como un pensamiento bastante doloroso. Lo único que podía pensar fue tengo que asegurarme de que él no dispare a mi Abuelita.

Así que fui tras él. Lo siguiente que supe, fue que él estaba tumbado sobre su espalda, sin moverse. Mi Abuelita dijo que me abalancé sobre él, y antes de que siquiera lo tocara, él cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza. Lo último que escuché es que él estaba en un coma. Dijeron que lo debí haber sobresaltado y tropezó. Por supuesto, ellos no vieron la forma en la que él me miró mientras volaba por los aires–aterrado, el blanco de sus ojos enrojeciéndose contra las venas rojas que reptaron a través de ellos.

Creo que él articuló ‚Alto,‛ o ‚Por favor.‛ Tal vez ambos.

Puedo visualizar eso, todas las noches mientras me quedo dormida, la barba incipiente en sus mejillas y los círculos oscuros bajo sus ojos. Y cuando el habla, su voz suena gruesa y amortiguada, como si pudiera empezar a llorar.

‚Es muy raro para una chica de tu edad hacer algo como eso,‛ el Sr. Judan dijo.

‚Entendemos por tus maestros que no era la primera vez que hacías un esfuerzo extraordinario para proteger a alguien. Ese es un talento en sí, Dancia. Un talento para el coraje.‛

Y pensé que había estado haciendo un buen trabajo mezclándome. Estúpidos maestros entrometidos.

‚¿Qué se supone que quiere decir?‛ Pregunté. ‚No es como si los adolescentes no ayudaran jam{s a otras personas.‛

‚No, claro que no,‛ él dijo, con voz baja. ‚Pero cuando eres joven, tus instintos auto-protectores son muy fuertes. Más fuerte que casi cualquier otra cosa. Cuando un niño puede vencer esos instintos y pone su seguridad en peligro por ayudar a alguien más, es verdaderamente excepcional.‛

No me gustaba su uso de la palabra ‘niño’. Estaba por cumplir los quince años en noviembre, después de todo. Y no era como si quisiese arriesgar mi vida. Nunca planeé

hacerle algo a ese tipo. Pero por alguna razón cuando veo a alguien en problemas, mi cuerpo asume el control y cosas alocadas ocurren.

‚En serio, es asombro lo que hiciste,‛ dijo Cam.

Cuando me permití mirarlo, una piscina pequeña de calor se estableció en mi estómago. Él estaba mirando directamente hacia mí, y no pude contener la pequeña sonrisa atolondrada que brotó en respuesta.

‚Fuiste algún tipo de heroína,‛ él agregó.

Me deleité por un momento con su apreciativa mirada, y pensé en lo que él y el Sr.

Judan habían dicho. Ellos no pensaban que yo era un fenómeno con poderes mágicos.

Pensaban que yo era una heroína.

Ser una heroína fue definitivamente mejor que ser un fenómeno. A menos que quisiesen que yo siguiera haciendo cosas heroicas. Eso estaba absolutamente fuera de consideración.

Mira, el problema es que, no puedo controlar mi poder. O debería decir, en ciertas situaciones, como cuando las personas son heridas o amenazadas, me parece que no puedo detenerme de usarle. Es un reflejo, como poner tus manos delante de tu cara cuando alguien te arroja una pelota. Los pensamientos simplemente aparecen en mi cerebro. Quedo asustada, o enfadada, o abrumada, y pienso en algo, y en cierta forma, mágicamente, eso ocurre. Como cuando imaginé que el tipo en el hospital se caía y golpeaba su cabeza en la esquina de una mesa auxiliar, o cuándo imaginé una silla de salvavidas aterrizando en ese idiota del parque acuático que se estaba burlando de una chica gordita en su traje de baño.

Puede sonar divertido, pero es aterrador de hecho. Porque cuando uso mi poder, incluso cuando no digo lo que va a pasar, las personas se lastiman. Ahora, tal vez esas personas hicieron cosas malas y se merecían lo que consiguieron, pero, ¿quién soy yo para tomar esa decisión? Tal vez algunas personas allí afuera estarían dispuestas a responsabilizarse por meter a alguien en un coma, pero no estoy segura.

Decidí hace mucho tiempo hacer mi mejor intento para no usarlo. Las consecuencias son demasiado grandes, y los errores, bueno… no me gusta pensar en los errores. He organizado mi vida en torno a esto, y la mayoría de las veces tengo éxito.

Pero entonces hay veces, como en el hospital, dónde no lo puedo evitar. El reflejo se hace cargo.

‚Probablemente reprobaría después de la primera semana,‛ dije, empujando a un lado los pensamientos del hospital. ‚Estoy sólo haciendo {lgebra b{sico, y soy terriblemente en química. ¿No toman todos los niños de Delcroix clases AP? No veo cómo podría seguirlos.‛

‚Nadie reprueba en Delcroix,‛ Cam dijo. ‚Una vez que se te pide asistir, tus calificaciones no importan.‛ Él envió una mirada de disculpa hacia el Sr. Judan, quien arqueó la ceja. ‚Quiero decir, importan para las universidades, y tienes que aplicarte, pero no te sacarán a patadas para tus calificaciones. No todo el mundo es bueno en la tarea escolar normal. Como el Sr. Judan dijo, los otros chicos son artistas, bailarines, o nerds de computadoras. Ya lo verás. Encajar{s en alguna parte.‛

Sí, claro. Ellos no tenían ni idea de con quién estaban tratando. Dancia Lewis pasa desapercibida, ella no encaja. Hay una gran diferencia.

‚Nosotros tenemos una regla en Delcroix,‛ el Sr. Judan interrumpió, ‚y la tomamos muy seriamente. Requerimos que todos los estudiantes entrantes firmen el Juramento Delcroix. Debes prometer usar tus talentos sólo para el avance del bien común y lograr la mejora de la humanidad. Es simple, pero muy importante. Delcroix te dará herramientas increíbles y preparará tus talentos en formas que nunca podrías aprender por ti misma.

Pero esas habilidades traen poder, y ese poder no debe ser abusado.‛

Mi boca cayó abierta. ¿Un juramento? ¿Está de broma?

‚Un chico fue expulsado por hackear un sistema de cómputo del gobierno,‛ Cam dijo, sin huella de sonrisa sobre su cara. ‚Él trató de vender la información que encontró allí. Tuvimos que sacarle a patadas. Él pasó algún tiempo en prisión también.‛

El cuarto estuvo silencioso por un momento mientras todos contemplábamos esta historia. Mi cabeza daba vueltas. Una parte de mí desesperadamente ya quería ir a Delcroix, aunque sólo para estar cerca de Cam, mientras que la otra parte quería salir gritando del cuarto.

‚¿En qué eres bueno?‛ le pregunté a Cam. Cuando me enfoque en él, no podía pensar en cualquier otra cosa.

‚Soy bueno en comunicarme,‛ dijo. ‚Nunca he tenido las mejores calificaciones, pero siempre soy presidente de la clase. A las personas parezco agradarles.‛ Él se recostó en nuestro sofá sarnoso y se las ingenió para no sonar del todo engreído.

‚¿Eres el presidente de tu clase?‛ No tenía problemas en creerle. Él se veía como si debiera ser presidente de algo.

‚Lo fui el año pasado. Tendremos nuevas elecciones este otoño. Podrías postularte, tú sabes. Los elecciones de los novatos están siempre abiertas porque todos quieren llegar a conocerse el uno al otro.‛

No lo pude evitar: Bufé otra vez. ‚¿Yo? ¿Postularme para el gobierno estudiantil?

Creo que no.‛

‚Tú puedes ser cualquier cosa que quieras en Delcroix.‛ Como Cam se inclinó hacia adelante, su rodilla se topó con la mía. Salté casi cuatro pies en el aire.

Muy divertido, Dancia, pensé. ¿Quieres que Cam piense que eres una completa idiota?

Mi abuelita aclaró su garganta. ‚Voy a traer algo de limonada,‛ ella dijo. ‚¿Les interesaría un vaso, Sr. Judan? ¿Cameron?‛

Ambos asintieron y se pusieron de pie cuando ella lo hizo.

‚Eso suena lindo, Sra. Lewis,‛ el Sr. Judan alcanzó a abrir su portafolio y sacó algunos papeles. ‚Podemos trabajar en los formularios de matriculación mientras Dancia y Cameron hablan.‛

‚¡Un momento!‛ Me levanté de un salto, sacudiéndome de mi estupor inducido por Cam. ‚Necesito pensar en esto un poco.‛

La abuelita me dio su mejor mirada de ¿ Qué, estás loca? ‚Dancia, ¿qué hay que pensar?‛

Las palabras aterrorizadoras cayeron sobre mí. ‚No estoy segura de si yo quiero…

quiero decir, realmente estaba deseando ir a Danville High y… mis amigos est{n todos allí y… ¿qué hay del equipo de soccer?‛

Mi abuelita cruzó sus brazos sobre su pecho. Creo que ella sabía que todo lo que dije fue una mentira –excepto por la parte acerca de no estar segura de lo que quería. Eso era definitivamente cierto. Pero todo estaba pasando demasiado rápido. Danville High podría no tener ninguna promesa de amigos, clases interesantes, o buenos momentos, pero al menos yo sabía cómo sería. Sabía cómo controlarlo, cómo pasar desapercibida.

No sabía ninguna de esas cosas sobre Delcroix.

La boca del Sr. Judan se apretó y sus ojos se volvieron fríos. Pero luego él me sonrió como si eso fuera lo que todo el mundo decía cuándo se le propone un lugar en las clases de primer año de Delcroix con una beca completa. ‚Tengo una buena idea: ¿Por qué no almuerzan tú y Cameron mañana? Puedes reconsiderar las cosas esta noche y le puedes hacer a Cameron cualquier pregunta que pueda surgir.‛

Abuelita prácticamente me quemó con su mirada, así que me volví hacia Cam y a regañadientes le dije, ‚Bien. ¿Qué tal al mediodía en Bev’s?‛

Cam asintió. ‚Suena perfecto.‛

El Sr. Judan dio un encogimiento de hombros de disculpas. ‚Después de eso realmente necesitaremos que tomes una decisión. Odio apresurarte, pero necesitaremos hacer algunas pruebas de nivel y evaluarte así podemos diseñar el mejor plan de estudio posible. La orientación de los novatos comienza en una semana, y necesitaremos tener algo de este trabajo de oficina procesado antes de eso.‛

Tragué con fuerza.

En ese momento, todo en lo que podía pensar era en esos cómics dónde Goofy se queda atrapado en frente de una bola de nieve que rodaba por una colina, y la bola de nieve lo golpea, y él es aplastado de lado, y tú lo puedes ver despatarrado dentro de la bola de nieve mientras esta sigue rodando cuesta abajo.

Porque así era exactamente como me sentía.