Capítulo 13

Cuando llegué a la práctica, evité mirar a Allie, pero ella se acercó y preguntó si podíamos correr juntas. Hennie y Esther por lo general terminaban trotando y caminando a la mitad del entrenamiento, así que rara vez me quedaba con ellas, pero Allie y yo nunca habíamos corrido juntas. Le dije que sí, ¿qué otra cosa podía hacer?

Por suerte, estábamos haciendo un ejercicio de velocidad, y correr carreras nos había dejado jadeando tan fuerte que apenas podíamos hablar. Éramos una buena pareja, sin embargo, y si no hubiera oído su risa al oír las horribles palabras de Catherine zumbando en mis oídos, lo habría disfrutado.

¿O debería decir, que lo habría disfrutado si no hubiera estado royendo mi nuevo temor, como el perro de la señora Burker en uno de los huesos de la sopa de la abuela?.

Finalmente me convencí de que debió de haber sido un error. Después de todo, si otras personas en Delcroix tenían talentos como el mío, seguro que alguien los hubiera descubierto ya. No es como si pudieran cubrir algo así. No en estos días. Estaría en Internet antes de que lo supieras. Los niños alardearían de ello, y los padres tratarían de hacer dinero de alguna manera. Así es como funcionaban las cosas.

Pero incluso después de que rechace la idea como tonta, la inquietud y el miedo se quedaron, como una piedra fría en la boca del estómago, y me quedé mirando a mí alrededor a todos los otros estudiantes, preguntándome cuáles poderes secretos podrían tener.

Después de la práctica fui a las duchas y luego recogí mis libros y me fui a la biblioteca, omitiendo por completo la cena. La biblioteca de Delcroix era muy parecida a la biblioteca de mi escuela media, a excepción de que era tres veces más grande, y en vez de un voluntario de mal humor a tiempo parcial, tenía un bibliotecario de gran ayuda.

En el centro de la habitación había dos filas de mesas largas, y alrededor de ellos, cubículos individuales con escritorio. Si tú querías realmente estudiar, intentarías conseguir un cubículo. Las mesas largas eran buenas para trabajar en grupos, o molestar cuando se supone que debes estudiar.

Yo no podía hacer frente a la posibilidad de que tendría que ver a Catherine o cualquiera de las otras chicas de alfarería en la cena, así que tomé un cubículo y saque mi libro de álgebra.

La hora de estudio había comenzado, y la biblioteca se había llenado a mí alrededor, en el momento en que cerré mi libro de matemáticas y saque el de inglés. Una sombra cayó sobre mi cubículo cuando empecé a pasar las páginas de una historia que ni siquiera tenía que leer si no hasta la próxima semana. Miré hacia arriba, esperando ver a Catherine con el ceño fruncido a mí, o incluso a Jack.

Era Cam.

Me incorporé de mi silla. "Hey, ¿cómo estás?" le dije casualmente. Catherine podría pensar que yo era tan estúpida como una niña de quinto grado, pero por una vez iba a actuar como si estuviera en secundaria.

"¿Cómo estás tu?", me preguntó. Una pequeña arruga formada en su frente. "Trevor y yo te buscamos en la cena. ¿Está todo bien?"

Me retorcía de placer al pensar en él buscándome. "See, yo solo no tenía hambre."

Cogió una silla de la larga mesa cercana y se sentó a mi lado. "¿No tienes hambre?

No puedo creer eso. ¿Cómo vas a mantener tu fuerza para la práctica de mañana si no comes?‚

Me encogí de hombros. "Voy a estar bien. Tenía una gran cantidad de cosas que estudiar."

Cam sacudió la cabeza, enviando el pelo hacia sus ojos. Se inclinó hacia delante.

"¿ya terminaste?"

Mi corazón se agitó cuando se acerco lo suficientemente como para que su camisa rozara mi brazo, pero trate de quitarme la oleada de emoción de encima. Había estado excitada antes por ver a Cam y este se quisiera acercar a mí. Debía saber que por ahora no me lo puedo tomar todo demasiado enserio. "Casi. ¿Por qué?"

Se puso de pie y señaló con la cabeza hacia la puerta de atrás de la biblioteca.

"¿Quieres encontrar algo para comer?"

Estreché la mirada. "Es hora de estudio, Cam. Además, la cocina está cerrada.‚

Cam extendió la mano. "Ven conmigo".

Hicimos nuestro camino fuera de la biblioteca, mi mano en la de Cam. Corrí a través de un centenar de razones diferentes por las cuales podría estar tomando mi mano, ninguna de ellas envolvía su eterno amor y devoción. Podía haber sentido lástima por mí. Podría haber parecido tan patética, mientras estaba sentada allí en la biblioteca yo sola, que se sintió obligado a intervenir. Podría haber alguna manera por la cual se enteró de lo que Catherine había dicho. Esto parecía inverosímil, pero por otra parte, el todavía sostenía mi mano, así que claramente los milagros eran posibles. Podría haber estado tratando de hacer que otra chica se pusiera celosa. Esto parecía igualmente inverosímil, porque yo tenía la sensación de que Cam podría conseguir cualquier chica que quisiera. Pero aún así, era posible.

Podría ser el hombre más dulce del mundo, y pensó que necesitaba algo de comer y estaba tomando mi mano para ser amable. Por desgracia, esta explicación muy simple era probablemente la verdad.

Me condujo por un pasillo en el primer piso y alrededor de la parte de atrás de la cafetería. Nos detuvimos en una puerta de acero grande con una ventana en la parte superior que se parecía a lo que supuse era la cocina. Entonces, para mi consternación, él me soltó y golpeó a un código en el teclado.

Di un paso atrás, vacilante, como él abrió la puerta. "¿No nos atraparan?" Le pregunté.

"Está bien, tengo un permiso especial", dijo Cam, "porque yo trabajo para el señor Judan".

Asentí con la cabeza. ‚Claro. Por supuesto". Cam no habría hecho cualquier cosa que fuera en contra de las reglas. Él era prácticamente un maestro. ¿Qué estaba pensando?

Él me dio una sonrisa alentadora. "Es bueno, que estés preocupada por eso. Son realmente serios aquí acerca de las reglas. Pero no tienes de que preocuparte cuando estés conmigo."

Cam tocó un interruptor junto a la puerta, y la habitación se lleno de luz. Había una mesa rectangular, un congelador de acero inoxidable, y dos refrigeradores de pie. Una fila de los sumideros estaba en el otro extremo de la sala, junto a una enorme estufa con ocho quemadores.

Cam abrió la nevera y cogió una caja de huevos. Luego llegó bajo el mostrador y sacó un tazón grande.

‚¿Te gustan los huevos?", preguntó.

Como si le fuera a decir que no. "¿Estás seguro de que esto está bien?"

Hizo un gesto a mi preocupación. "No hay problema. Mientras que limpie después, están bien con eso". El rompió tres huevos en el recipiente y tiró un galón de leche de la nevera y le agrego un chorrito. Sacó un tenedor de un cajón detrás de él, y mezclo todo.

"¿Haces este tipo de cosas a menudo?"

"No durante el año escolar. Pero he vivido aquí durante parte del verano, y no tenían un chef entonces. Llegué a conocer la cocina muy bien."

"¿Puedo ayudarte?" Le pregunté.

‚Claro. Hay pan en la despensa a la izquierda. ¿Puedes tomar algunos, y ponerlos en la tostadora?"

Asentí con la cabeza. Cuando el pan estaba en la tostadora y los huevos en una cacerola, Negué con la cabeza. "No puedo creer que tu estés cocinando para mí. No sabía que los chicos cocinaran‛.

El hizo los huevos a la perfección, sin dejar un rastro de las cosas marrón en la parte inferior, que la abuela siempre servía. "Mi padre no estaba mucho por las noches. Tuve que aprender a cocinar o me hubiera muerto hambre."

"¿Él te dejó solo?" Le dije. "¿Cuando estabas en la escuela media?"

Cam le puso mantequilla a la tostada y luego me pasó la sartén. Él esbozó una sonrisa. "Lo siento, no hay platos aquí. Los mantienen en la otra habitación. Además, es menos para limpiar. ¿Te importa?"

Negué con la cabeza y puse el sartén sobre el mostrador delante de mí. El olor del pan caliente y los huevos fue tan bueno, que mi boca se hizo agua. Comí, olvidando que supuestamente no tenía hambre.

"De todas formas, para responder a tu pregunta," Cam continuó, "no tenía otra opción. Mis padres se separaron cuando yo era pequeño, mi mamá se mudó a Florida, se volvió a casar, y tuvo otros niños. Nunca tuve cualquier otra familia en Seattle, y mi padre nunca ganó dinero suficiente para enviarme a todos los programas después de clases. Vivíamos en un edificio de apartamentos, por lo que siempre había gente en torno

a mí por si había una emergencia. Estuvo bien. Pero me cansé de comer cereales y bocadillos de mantequilla de maní y mermelada para la cena."

De alguna manera me había olvidado que Cam también era un becado en Delcroix, como yo. "Tuve la experiencia opuesta," dije. "La abuela estaba siempre en casa. Me volvía loca. Solía soñar con tener la casa para mí, sólo por una tarde. Sólo para poder demostrar que podía manejar la situación."

"Todo el mundo quiere lo que no tiene, ¿verdad?", Dijo Cam.

"Supongo".

Yo ralentice mi forma de comer, dándome cuenta de que tenía que prolongar este momento tanto como pudiera, porque Cam y yo estábamos realmente saliendo juntos, los dos, y quién sabe si esta oportunidad iba a regresar otra vez.

"El entrenador Yerkinly dice que lo estás haciendo muy bien en el equipo de carreras."

"Fui un desastre en el primer encuentro", admití. "No tenía idea de que la colina al final sería tan difícil. No tenía nada para el final. Prácticamente tuve que caminar."

"Mi primer año en el equipo de fútbol fue un desastre. No creo que hubiera marcado un gol", dijo. "Pero creo que he mejorado. Es cosa de tiempo. ¿Has corrido con Anna? Apuesto a que te abordara en cualquier momento y te dará algunos consejos. Si quieres entrenar un poco más, quiero decir."

Anna era la capitana del equipo de las chicas. Tenía el pelo largo y castaño y los ojos enormes rodeados de espesas pestañas. Tenía un punto en la línea del cabello y su rostro tenía la forma de un corazón. Sabía que Cam y Anna eran amigos, pero traté de no pensar en ello. Ella era rápida, magnífica, estupenda, y comía en el almuerzo todos los días, con Cam. En resumen, era todo lo que aspiraba a ser.

"Eso sería genial." Me mordí el labio. Me moría de ganas de preguntarle por qué había preguntado al entrenador acerca de mí, pero no lo hice. No podía pronunciar las palabras de mi boca. Supongo que no quería oírle decir que el Sr. Judan le había preguntado por algo de la contratación, por lo que había tenido que averiguarlo. Yo quería creer que yo le gustaba.

Nos quedamos en la cocina durante una hora, hablando. Cam decidió que mis huevos se veían tan bien, que tenía que hacerse algunos también, por lo que se hizo unos.

Luego estuvimos en el mostrador, tomando vasos de leche y hablando acerca de correr, nuestros amigos de Delcroix, y cuánto nos gustaban nuestras clases. Estuve a punto de

contarle lo que había sucedido esta tarde con Catherine, pero no lo hice. Solo dije que no me gustaba mi compañera de cuarto, y él asintió. Dijo que él tampoco se había llevado bien con su compañero de habitación de primer año.

No estaba segura, pero yo tenía la sensación de que cuando él lo dijo, él sabía lo idiota que era Catherine, y él me decía que simpatizaba conmigo por lo que estaba pasando.

Él no tomó mi mano de nuevo, pero sí me tocó el hombro mientras caminábamos de regreso en la oscuridad, y tuve un momento de pánico cuando se me ocurrió que tal vez, sólo tal vez, él en realidad trataría de darme un beso. Cuando llegamos a la puerta y nos detuvimos frente a frente. Mi aliento en mi pecho se atasco, y mi visión se puso un poco borrosa, aunque estaba luchado por mantener la calma.

Él no va a darte un beso, me dije con severidad. Dejar de estar tan emocionada. No va a suceder.

Después de una pausa interminablemente, dolorosa, Cam dijo en voz baja: "Estoy seguro de que es difícil a veces, pero estaré atento de ti. Ya sabes, ¿verdad?"

No lo hice, o no había. Yo no podía hablar siquiera después de escuchar eso. Pero asentí con la cabeza, estupefacta.

"Bien. Quiero que me digas si hay algo que te molesta. Estoy aquí para ti, Dancia.

No quiero que te olvides de eso."

Me quedé allí durante un momento, respirando apenas, antes de darme cuenta de lo que el realmente había dicho. "Um...eso es muy amable de tu parte...Gracias. Y gracias de nuevo por los huevos."

Maldiciéndome a mí misma por no ser capaz de pensar en otra cosa, incluso un poco más interesante que decir, me despedí y subí las escaleras hasta mi cuarto.

Catherine, estaba inclinada sobre su libro de cálculo y fruncía el ceño hacia una página de símbolos y números, pero resoplo cuando entré "Te perdiste la cena", dijo. "Y me encontré con algunas de tus prendas de mi lado del armario. Las puse ahí para sacarlos de mi camino". Señaló hacia un grupo de tela que había arrugado en una bola en la esquina de la habitación, debajo de mi escritorio. "Que no vuelva a suceder."

En ese momento yo sabía exactamente cómo Jack se sentía de tener un compañero de piso.

Pero no importaba. Estaba radiante. Catherine y toda ella, sus palabras desagradables no me importaban.

Cam y yo teníamos una conexión, una conexión real. Él estaba atento de mí. Yo no sabía por qué, y apenas me atrevía a esperar lo que podría significar. Pero allí estaba.

Increíble.

¿Quién se preocupaba por la anciana Catherine Arkane de todos modos?