CAPÍTULO 11

El Festival de los No Muertos llegó a su grandioso y elaborado final la tercera noche. Las celebraciones comenzaron varias horas antes del ocaso, y aunque oficialmente el Festival acababa al caer la noche, buen número de vampiros mantuvieron el espíritu festivo hasta la mañana siguiente.

No hubo peleas durante el último día del Festival. Se dedicó el tiempo a contar historias, a escuchar música y a cantar. Aprendí mucho sobre nuestra historia y nuestros ancestros (los nombres de los grandes líderes vampiros, las feroces batallas donde lucharon contra humanos y vampanezes), y me habría quedado toda la noche escuchando si no hubiera tenido que irme para preparar mi próximo Rito.

Esta vez me tocó la Cámara de las Llamas, y todos los vampiros presentes fruncieron el ceño cuando se anunció el Rito.

—Es malo, ¿verdad? —le pregunté a Vanez.

—Sí —respondió el instructor con franqueza—. Será tu peor Rito. Le pediremos a Arra que nos ayude a prepararte. Con su ayuda, puede que lo pases.

Recalcó la palabra puede.

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