[102-110]. Esta nostalgia del paraíso primigenio no se encuentra sólo en el mito hebreo del Génesis. Dennis Dutton, citando experimentos psicológicos que vienen desarrollándose en los últimos cuarenta años, explica que «cuando imaginamos el lugar del paraíso en realidad estamos recordando, pero nuestro recuerdo va más allá de las pinturas holandesas de paisajes y de los almanaques en colores de nuestra infancia. Lo que reconocemos instantáneamente es el habitat de las sabanas del este de África en el que evolucionó nuestra especie, y antes que ella la de nuestros homínidos antecesores a lo largo de la lenta eternidad de ochenta y dos mil generaciones del Pleistoceno».<<