CAPÍTULO OCTAVO
«Mientras observamos la corriente de un río, siempre discurren aguas recientes que se pierden en la lejanía, pero las personas necias, ensimismadas en un punto concreto del río, declaran erróneamente: “Esta es el agua del río”. De modo similar, aunque el cuerpo material del ser humano no cesa de cambiar y transformarse, aquellos que malgastan su existencia creen equivocadamente que cada una de las etapas por las que pasa el cuerpo configura la verdadera identidad de las personas».
Srimad-Bhagavatam 11.22.45