EL ACTO SEXUAL
Nada más hermoso que el acto sexual, en el que hombre y mujer —u otra combinación cualquiera— se unen unánimes, aunados en una única unidad.
Hay muchas maneras de mencionar esa unión. Entre ellas «aparearse», «yacer», «fornicar», «acoplarse», «copular», «hacer el amor», «tener relaciones» y otras que, por decoro, no nos atrevemos a mencionar, pero que es fácil escuchar en la televisión durante los horarios infantiles.
Ya en el siglo V antes de Cristo el poeta Wang-Li decía: «Es mucho más agradable a los sentidos hacer el amor que comprarlo hecho». Siglos más tarde el filósofo árabe Idi ben Id expresaba con su característico pragmatismo: «Tener relaciones siempre puede ser muy útil».
El acto sexual relámpago, o kiki, fue invento del escritor español del Siglo de Oro Baltasar Gracián, quien afirmaba que «lo bueno, si breve, dos veces bueno». A su mujer esta fórmula le causaba poca gracián, y por ello su matrimonio tuvo una duración dos veces buena.
Las gentes de teatro suelen tener fama de libertinas, y no es inmerecida. Hay obras que incluyen tres y hasta cuatro actos.
La relación sexual completa comprende: el preludio, el juego amoroso, la unión sexual y el epílogo. Para introducir variedad y salir de la rutina, es aconsejable alterar ese orden. Por ejemplo: comenzar por el epílogo, seguir con el juego amoroso y terminar con el preludio.
En la actividad sexual se consumen 6,4 calorías por minuto. En una hora son 384. Haciendo el amor cada día durante seis horas sin parar, puede usted consumir 2304 calorías y eliminar esos kilos sobrantes.
EL ACERCAMIENTO
La visión que tiene una persona de su aspecto físico se llama imagen corporal. Una imagen corporal positiva es parte fundamental de la autoestima, y una alta autoestima es necesaria para establecer relaciones íntimas con otros; a su vez, establecer relaciones íntimas con otros es importante para cuidar el aspecto físico; y cuidar el aspecto físico es imprescindible para tener una imagen corporal positiva, lo cual ayuda a la autoestima.
Es un círculo vicioso, pero no es el único círculo vicioso que encontramos en el apasionante mundo del sexo. Hay otros vicios que también necesitan círculo.
Cierta gente posee un encanto enorme sin ser físicamente interesante. A veces resulta atractiva la persona que tiene una actitud positiva hacia la vida, una sonrisa espontánea, sentido del humor, entusiasmo y muchísimo dinero. Sin temor a exagerar, diremos que esta última cualidad es de por sí enormemente atractiva.
Mucha gente considera que sólo puede existir el sexo en circunstancias sociales como fiestas, cenas y bailes. Esto no es verdad, pues cualquier actividad cotidiana puede conducir al sexo: una reunión de trabajo, una entrevista, una orgía.
¿Cómo participa cada uno de los sentidos en los acercamientos sexuales?
La vista es muy importante para los hombres, los cuales otorgan más importancia al aspecto físico que las mujeres. Les atrae la visión de nalgas pronunciadas, una cintura angosta, labios gruesos. Les resulta menos atractiva una cintura gruesa o unas nalgas angostas.
El gusto también tiene importancia, y no sólo porque para elegir un compañero sexual sea conveniente tener buen gusto: una buena comida acompañada de un vino añejo en un sitio cálido y agradable pone de buen talante a una pareja y al dueño del restaurante. No es necesario elegir un sitio excesivamente caro: usted podrá encontrar uno tranquilo, elegante y acogedor por no más de quinientos dólares por persona. Para favorecer el contacto erótico es recomendable elegir una mesa apartada, en lo posible cerca de un romántico jardín o, mejor aún, de una cama.
En cuanto al oído, señalemos que la música suave en el momento adecuado puede ser excitante. Con la simple audición de unos pocos compases de una canción de Julio Iglesias se producen a veces excitaciones incontrolables. No todas positivas, hay que decirlo.
En lo que se refiere al tacto, recordemos aquel antiguo proverbio quechua: «Al igual que un embajador en país extranjero, el buen amante debe tener tacto». El tacto puede realizarse con los dedos o con el extremo de la lengua, sobre todo el extremo que queda libre.
Existen en el cuerpo lugares muy sensibles llamados «zonas erógenas», que se hallan principalmente en las proximidades de los orificios externos del cuerpo. Algunos investigadores suponen que tal cercanía se debe a razones de seguridad: en caso de peligro, esas zonas tan sensibles pueden encontrar rápido refugio en algún hueco.
Es señal de afecto tocar a su interlocutor mientras se está hablando, pero resulta recomendable evitar el tocamiento de las partes íntimas durante los primeros minutos: al menos, conviene esperar a conocer el nombre de la otra persona.
Acariciar los senos genera excitación. Si se trata de los senos nasales, no produce excitación sino irritación.
EL BESO
El beso constituye una prueba de afecto. Hay, por ende, muchas clases de besos:
El beso de reverencia, que se deposita en la mano.
El beso de amor, que se deposita en los labios o donde uno quiera, o pueda.
El beso, unidad monetaria bara bagar cuentas en baíses árabes, que se debosita en el banco.
Cada país tiene sus propias costumbres respecto al beso. En México no se usa el beso entre varones; sólo de varón a mujer. En París se tolera el beso entre varones y también entre mujeres. En Italia es totalmente normal el beso entre varones, aunque haya mujeres disponibles. En San Francisco el beso entre varones es obligatorio.
En la Unión Soviética se acostumbraba el beso en la boca entre líderes políticos —generalmente apestosos a ajo y vodka—, lo cual explica por qué se acabó la Unión Soviética.
El beso erótico tiene diversas manifestaciones culturales. Antes de hacer el amor, los esquimales se frotan reiteradamente la nariz —para sentirse más atractivas, las mujeres esquimales se pintan con lápiz de narices—, y los bosquimanos se rozan las orejas. Una vez finaliza esta hermosa práctica que han heredado de sus antepasados a lo largo de milenios, están ya preparados para el Gran Momento: ahora sí pueden besarse apasionadamente con los labios, como han visto que lo hacen en la televisión.
EJERCICIOS DE CALENTAMIENTO
Los preliminares sexuales fueron inventados por el sabio griego Prolegómenos de Lakto.
Para toda pareja la comunicación es un factor muy importante. La queja más frecuente de las mujeres es que los hombres no dedican el tiempo suficiente al juego previo, y consideran la penetración como el objetivo único que debe alcanzarse lo más rápido posible. La queja más frecuente de los hombres es que las mujeres no consideran la penetración como el objetivo único que debe alcanzarse lo más rápido posible.
Sucede que a la pareja le lleva cierto tiempo conocerse y lograr un buen rapport, o entendimiento mutuo, pero los hombres sólo desean lograr el rapport cuanto antes. Muchos aspiran a repetir rapport.
Despojarse de las prendas íntimas constituye un excitante casi universal. Si una mujer realiza un strip-tease frente a su pareja, puede estar segura de que esta exhibición tendrá un gran impacto; y si lo realiza en una calle concurrida, más aún.
Para poder dar rienda suelta a la imaginación, durante el juego previo muchas personas prefieren la insinuante semidesnudez de su pareja a la desnudez completa, en especial si la pareja es horrible. En este último caso muchos prefieren que su pareja continúe completamente vestida, e inclusive le agregan ropa encima.
A muchas mujeres les gusta que en ocasiones los hombres conserven puesta alguna prenda durante el sexo. No suelen resultar excitantes prendas como una escafandra de buzo o un disfraz de Papá Noel, pero para la mujer siempre será de un efecto tremendamente erotizante la visión de un hombre en calcetines. Incluso, con un solo calcetín, si lo sabe colocar adecuadamente.
Un masaje puede acrecentar el goce. Conviene preparar la escena en debida forma, con suave música de fondo. A menos que se trate de un amor de cuartel o con un necrofílico, se aconseja evitar marchas militares o fúnebres. Comience por un masaje suave por todo el cuerpo de su pareja. Presione su cuerpo, manteniendo un ritmo firme, con suficiente fuerza, pero sin que ésta sea excesiva. Si observa que con cada movimiento se lleva jirones de piel, afloje un poco. Amase. Golpee con los nudillos. Golpee con los puños cerrados. Llame a la ambulancia.
LAS CIRCUNSTANCIAS ERÓTICAS
Las prácticas del amor pueden incluir variantes de lugar.
Existen varios manuales indios sobre las técnicas amatorias y los diferentes lugares para practicarlas. Además del famoso Kama Sutra, podemos mencionar el Katre Sutra, el Kanapé Sutra y el Hamaka Sutra.
Hay personas que sólo pueden hacer el amor con la luz apagada. Muchas veces, basta con conocer a su cónyuge para comprenderlo. Otras, en cambio, necesitan espejos en el techo. Esto ofrece el problema de que la reflexión de la imagen se produce al revés: hay quienes adoptan la posición del misionero, pero creen que están ejercitando contra natura.
Los espejos pueden producir extraños fenómenos visuales. Cierta vez Gunther Haase, de Baviera, observó que la imagen que reflejaba el espejo se desplazaba en forma independiente al movimiento que él estaba realizando. Sorprendido, volvió la mirada a su cama y encontró a Hilde, su mujer, acostada con Fritz, su vecino.
Una inclinación particularmente peligrosa es la de hacer el amor en lugares públicos de intensa actividad, como restaurantes o almacenes. Más de un amante en pleno delirio ha aparecido en la fuente de ensalada de la mesa vecina o ha acabado envuelto como regalo de navidad en un almacén de lámparas.
También la playa es una atractiva circunstancia erótica. Es indudable que una playa desierta, de arena soleada y blanca y con ondulantes palmeras, constituye seductora oportunidad para urbanizarla y levantar edificios, almacenes, restaurantes y hoteles a los que puedan ir las parejas enamoradas.
Sin embargo, el sitio preferido para desarrollar las actividades amorosas sigue siendo el tibio, amable, mullido y placentero lecho conyugal. Sobre todo cuando el cónyuge está ausente en vacaciones y se ha llevado los niños.
EL SEXO ORAL
El sexo oral puede practicarse de dos maneras. La primera es, simplemente, hablando; la segunda es mejor, pero impide hablar.
En este tema debemos incluir la fellatio, el cunnilingus y el anilingus. El Aberdeen-angus es una raza de vacas, y no tiene nada que ver con el asunto.
El sexo oral no existe en los animales. A lo sumo, el perro practica el sexo nasal.
Los mudos tienen dificultades para practicar el sexo oral. Los tartamudos lo practican con intermitencia. Las prostitutas, al cobrar a su cliente por tiempo de trabajo, practican el sexo horal.
El sexo oral mutuo ha sido bautizado con el número 69. Éste pudo ser practicado a partir de la difusión de los números arábigos. En la antigua Roma ya se lo conocía, pero se lo llamaba «LXIX» e implicaba a cuatro participantes, uno de ellos —el tercero— necesariamente muy delgado.
Hace pocos años el prestigioso lingüista Werner von Reichenbach recibió un premio por el descubrimiento de una original variante, el 96.
Durante el sexo grupal es usada la combinación 696 969, y también la 666 999.
Una persona sin pareja sólo puede practicar el 34,50. Es difícil, sin embargo, que logre llegar muy lejos en materia de autosexo oral.
Otra variante del sexo oral es el anilingus. Sobre el particular, preferimos no entrar en descripciones que podrían ofender a lectores sensibles; sólo agregaremos que este beso también es llamado «ósculo».
En algunas partes de Estados Unidos existen leyes contra el sexo oral. Pero, curiosamente, se juzga a sus infractores en un juicio oral.
Su complemento es el sexo escrito.
POSICIONES
En la antigua China se daba nombres poéticos a las diferentes posiciones y maneras de hacer el amor, como «Abeja revoloteando en busca de flores», en la que el hombre aletea velozmente con los brazos mientras imita un zumbido; «El Gran Dragón ataca» (una unión vigorosa) y sus continuaciones, «El Gran Dragón, segunda parte» y «El Gran Dragón, asalto final». La posición considerada más caliente era la llamada «Hot Chau-fan», y una de las más complicadas, «Arrolladitos primavera». Si la mujer se sentía molesta por la violencia del hombre en alguna de estas posiciones, podía responder con «Delantero pateando tiro libre», un vigoroso golpe en el punto de penalty del varón.
La posición amatoria más común en las civilizaciones occidentales es la de pareja acostada frente a frente, con el hombre arriba y la mujer abajo. Fue bautizada «posición del misionero» por algunos indígenas polinesios que observaron esta práctica en los misioneros occidentales. La posición que los nativos preferían era la de observadores. Esos misioneros estaban mostrando a los pueblos paganos cuál era la posición de la Iglesia sobre los indígenas.
Esta posición es buena si la pareja es realmente pareja, y no es recomendable si el misionero pesa más de 200 kilos.
La contraria —mujer arriba, hombre abajo— se llama la «posición del ateo». Quienes padecen dudas religiosas suelen alternar las dos.
Hay posiciones con hombre y mujer sentados, ideales para viajes en transportes públicos, y posiciones de pie, que pueden hacer más corta la espera en colas de bancos, cines y oficinas.
Algunas de las posiciones más avanzadas son:
1) El hombre arriba. Y la mujer también.
2) Ambos de espaldas.
3) Los dos desde lejos.
Existen otros tipos de posiciones:
1) La osadísima posición comprometida.
2) La militar, o posición de firmes.
3) La tercera posición.
4) La preferida de los coprófilos, o deposición.
Digamos por último que el presidente de una empresa tiene más posibilidades de pasar un fin de semana erótico a bordo de un yate con modelos voluptuosas que uno de sus obreros. Eso demuestra que, en última instancia, la posición más importante para el sexo es la posición económica.
EL ORGASMO
El momento culminante del placer sexual toma su nombre de su descubridor, el sabio holandés Orgasmo de Rotterdam, autor del célebre Elogio de la Calentura. También se lo llama «clímax», y de éste existen varios tipos: seco, húmedo, lluvioso, etc.
El orgasmo femenino se presenta en una gran variedad de formas, que van desde un único episodio de suaves contracciones hasta múltiples episodios de extrema intensidad que pueden durar varios minutos e implican al cuerpo entero y muchas veces hasta a los vecinos. La mujer arquea su cuerpo, tensa sus músculos, hace muecas, grita, se muerde los labios; pero si todo esto es resultado de lo que está observando en ese momento por la tele, significa que no está plenamente interesada en la relación.
Durante el orgasmo masculino, el miembro sufre contracciones, aunque no debe por esto creerse que realmente sufra: en realidad, no sufre nada. ¡Todo lo contrario!
Un antiguo mandato chino advierte que el hombre debe tratar de contenerse y evitar la eyaculación. Debe haber uno más reciente que dice todo lo contrario, pues ya hay 1200 millones de chinos. Para lograr el control, el taoísmo aconseja que, cuando el hombre esté a punto de alcanzar el clímax, simplemente deberá abrir los ojos de par en par, contener la respiración, mover las manos arriba y abajo con vigor, castañetear los dientes, cantar una canción infantil y charlar con su pareja sobre temas de política internacional.
No toda experiencia sexual debe culminar con el orgasmo: a veces éste es resultado natural de la actividad sexual, pero otras veces los amantes sólo experimentarán el orgasmo si se empeñan, y otras no lo lograrán aunque se hipotequen.
El orgasmo simultáneo ocurre sólo algunas veces en la mayoría de las parejas, siempre y cuando estén presentes ambos integrantes. Es más común en las parejas el caso del hombre que llega al orgasmo mucho antes que su mujer; a veces varios días antes. Como las mujeres pueden tener más dificultad que los hombres para alcanzar el orgasmo, es recomendable no guardarlo en estantes altos.
Resulta normal que después de la unión el hombre sienta deseos de dormir. Dice el proverbio hindú: «Irrita a la joven esposa que el marido se duerma después de la unión, pero más le irrita que se duerma durante la unión».
Después del orgasmo, y antes de poder iniciar una nueva relación, la mayoría de los hombres entra en el llamado «período refractario», que puede durar unos pocos minutos o varios años.
EL ACTO CONTRA NATURA
El sexo en grupo ofrece una rica variedad de posiciones. Por ejemplo:
Existen formas de contacto sexual que, en vez de entrar al Templo del Amor Conyugal con todos los honores, lo hacen por la puerta trasera.
Éstas han sido definidas como «contrarias al orden natural», y por lo tanto consideradas una anomalía, una anormalidad.
Tal manera de hacer el amor se ha llamado «acto contra natura». Pero muchos que lo practican participan en movimientos ecológicos, con lo cual ejercitan también «actos pro natura».
La Iglesia condenó esta práctica. Y también determinó que la única vía permitida para la ingestión de medicamentos es la oral y condenó enérgicamente como contraria a la ley natural la medición de la temperatura rectal y la aplicación de enemas y supositorios. Así lo proclama en las encíclicas «Peccata enemorum», «Diabolicus supositorium», «Vicium termometrii» y «Excomunionem lavativae».
SEXO EN GRUPO
Se conoce como sexo grupal el que practican los caballos por la grupa. También es el que ejercitan los humanos en grupos de más de dos.
Es posible que una relación configure un triángulo de tres, o incluso un triángulo de cuatro o de más personas. Los franceses llaman a este tipo de relación triangular ménage a trois. Si tiene lugar encima de un camastro, se llama ménage a catre.
Un sexteto es un grupo de seis personas que practican sexo juntas.
1) Dos frente a frente, uno de costado y cinco encima.
2) Uno abajo y siete encima. Dos miran televisión, uno pide la pizza y otro atiende el teléfono.
3) Cuarenta y siete sentados, y sesenta y tres de pie: todos se refriegan los unos contra los otros. Es la fórmula habitual en los autobuses durante la hora punta.
La orgía, máxima expresión del sexo en grupo, tuvo su auge en Roma. Una buena orgía reunía por lo menos a 40 hombres, 60 mujeres, 20 efebos, 5 ovejas y dos caballos. Uno de esos caballos, llamado Incitatus, dejaba excitatus al emperador Calígula. Este caballo llegó a ser senador, con lo que inició una tradición política que aún se mantiene.
En el mundo árabe lo normal y correcto es el sexo en grupo, para lo cual existen los harenes o serrallos. La historia registra el escandaloso caso de un jeque pervertido que una vez hizo el amor con una sola mujer.