Presentación

Ya he contado otras veces la importancia que Orson Scott Card ha tenido y tiene para NOVA. Cuando inicié mi colaboración con Ediciones B, me empeñé en que el juego de ender (inédito entonces en España, ya que otros editores la habían desestimado) fuera el primer número de una subserie que iniciaba la publicación de ciencia ficción en Libro Amigo, la colección de bolsillo que Ediciones B heredó de Bruguera.

Cuando el éxito sorprendió a la misma empresa y, tras diecisiete títulos de ciencia ficción en Libro Amigo, se decidió crear una colección especializada como es NOVA, coincidió con el segundo libro de la serie de Ender, la voz de los muertos, que ocupó el número uno (1) en NOVA.

Al ser necesario reeditar EL JUEGO DE ENDER, se me ocurrió que podía ocupar un excepcional número cero (0), algo que estuvo a punto de dar al traste con el sistema informático de Ediciones B. Sé por experiencia que aunque los informáticos (yo lo soy…) podemos ser raros, en general tendemos a ser racionales y, lógicamente, nadie había previsto un número cero en una colección de libros (durante meses e incluso años, antes del famoso «efecto 2000», los informáticos de Ediciones B temieron —y con razón— que su sistema de gestión de títulos se colapsara por eso del imprevisto número cero otorgado a EL JUEGO DE ENDER en NOVA).

Luego, el tercer libro de la serie de Ender, ENDER EL XENOCIDA, ocupó el número cincuenta (50) en NOVA, así como el cuarto título, HIJOS DE LA MENTE, tuvo al final el número cien (100).

0, 1, 50 Y 100, números en cierta forma «significativos» o «especiales» en la lista de números decimales, se habían dedicado a Orson Scott Card y su más famosa serie de novelas. El número ciento cincuenta (150) me lo reservé para la re-edición de «mi» GUÍA DE LECTURA (que acabará siendo publicada este mismo año 2007, palabra de honor).

¿Qué seleccionar para el número 200?

Sorprendentemente, en noviembre de 2006, cuando estuve en Chile invitado por la Feria Internacional del Libro de Santiago, alguien tuvo la ocurrencia de preguntar si, «como se había hecho antes, el número 200 de NOVA sería también un título de Orson Scott Card». Ya entonces pude responder que sí, ya que el proyecto de publicar OBRAS MAESTRAS: LA MEJOR CIENCIA FICCIÓN DEL SIGLO XX estaba ya confirmado. En realidad, la antología que hoy presentamos apareció en Estados Unidos en el año 2001, cual corresponde, pero a mí me pareció adecuado retrasar su aparición en España a este número 200 de NOVA y, sobre todo, tras haber podido hacer una especie de «prueba» con una antología como CRONOPAISAJES: HISTORIAS DE VIAJES EN EL TIEMPO en un país como España, donde, según decían los editores, las antologías de relatos no tenían excesivo predicamento entre los lectores.

O sea que, 0, 1, 50, 100 Y 200 son, en NOVA, títulos de Orson Scott Card. No sé qué ocurrirá con el número 300, pero todo se andará…

De pasada les diré que el inicio de la segunda serie de novelas derivadas de EL JUEGO DE ENDER, LA SOMBRA DE ENDER, lleva en NOVA el número 137. Seguro que los amantes de la numerología ya se han dado cuenta de que 137 es el número primo que ocupa el lugar número 33 en la lista de números primos. El 33 es un número curioso, con resonancias incluso religiosas por eso de ser «la edad de Cristo»… y, siguiendo con los números primos, resulta ser el producto de los números primos 3 y 11 que, a su vez, ocupan el lugar segundo (2) y quinto (5) en la lista de números primos. Y, evidentemente, 2x5 nos lleva de nuevo al diez, que es el sistema de numeración que usamos habitualmente, y en el que los números que llevan en NOVA los títulos de la serie de Ender (0, 1, 50, 100) vienen a ser algo «significativos» o «especiales»… (por si alguien tiene interés, aquí ofrezco la lista de los cincuenta primeros números primos):

(2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31, 37, 41, 43, 47, 53, 59, 61, 67, 71, 73, 79, 83, 89, 97, 101, 103, 107, 109, 113, 127, 131, 137, 139, 149, 151, 157, 163, 167, 173, 179, 181, 191, 193, 197, 199, 211, 223, 227, 229).

También incidentalmente les diré que esa otra antología de relatos de la que hablaba hace poco, CRONOPAISAJES: HISTORIAS DE VIAJES EN EL TIEMPO, lleva en NOVA un número que también es el resultado de combinar números primos: el número en cuestión (no se lo voy a decir aquí, perdonen la maldad) es el producto del primer número primo con la cuarta potencia del segundo número primo o, si quieren ustedes, también es el producto del primer número primo (2) por la cuarta potencia del máximo común divisor de números siempre un tanto «curiosos» como son el treinta y tres (33=3x11) y el trescientos tres (303=3x101). Y es que esto de la numerología tiene siempre recursos para todo, o casi todo… Amén.

Nada o casi nada les voy a comentar sobre la presente antología. Lo hace maravillosamente Orson Scott Card en su introducción y en las presentaciones de cada autor/relato.

Solo añadir que, como dice Scott, faltan autores y relatos —como no podía ser de otra manera—, aunque incluso él mismo deja fuera autores como Haldeman, entre los clásicos, o Simmons, Sawyer o Stephenson (por recurrir solo a la ese) entre los más recientes. Era inevitable, pero la selección sigue siendo impresionante y completísima. Algunos de estos relatos son realmente inolvidables. En una antología parecida que compilara yo mismo figurarían muchos de los que ha seleccionado Orson Scott Card, en especial los de Heinlein, Sturgeon, Clarke, Ellison, Pohl, Le Guin, Martin y Bisson, entre otros.

Pese a todo ello, en una antología equivalente que preparara alguien que no fuera Orson Scott Card se habría incluido, con toda seguridad, algún relato del mismo Card que, por pura modestia, el bueno de Scott no se ha atrevido a añadir a su lista de «la mejor ciencia ficción del siglo XX». En mi selección, por ejemplo, seguro que se habría incluido «Sonata sin acompañamiento» u «Ojo por ojo» del mismo Orson Scott Card (el lector interesado los puede encontrar en la macroantología MAPAS EN UN ESPEJO, que pronto verá la tan esperada reedición en formato de bolsillo).

De las presentaciones que hace Orson Scott Card de cada uno de los autores y relatos, los lectores podrán percibir cuántos de los títulos relevantes de la ciencia ficción del siglo XX siguen todavía inéditos en español. Es una verdadera lástima.

Y nada más por ahora, les dejo en manos de Orson Scott Card, con su reivindicación de la ciencia ficción como la «literatura» del siglo XX y con su brillante selección. Algunos de estos relatos e historias son excepcionales, verdaderas OBRAS MAESTRAS de la literatura. Ya sé que algunos jóvenes turcos españoles (ya no tan jóvenes y, en realidad, poco turcos…) parecen avergonzarse de que les interese o haya interesado la ciencia ficción, y van por el mundo reclamando para la ciencia ficción comportamientos estilísticos y estéticos del viejo modernismo que cita Card y que los académicos (siempre tan reacios a aceptar la novedad) tanto han celebrado. Esos mismos académicos a los que Card recrimina no haber sabido descubrir los indudables méritos de la buena ciencia ficción.

En realidad, al final de nuestro viaje en la vida (Silvia Rodríguez) poco importa si uno ha leído y apreciado el ULISES de Joyce o la FUNDACIÓN de Asimov; y lo mejor ha de ser haber sabido leer y apreciar ambos. Decir que la FUNDACIÓN es «Mal Arte» porque no sigue los esquemas del ULISES es un verdadero despropósito. Con el mismo razonamiento podría decirse (y me guardaré mucho de hacerlo, sé lo inmovilista que suele ser el establishment cultural) que el ULISES es «Mal Arte» porque no sigue los esquemas de la FUNDACÍON. Ambas afirmaciones solo reflejan la estulticia de quien las defiende, mal que les pese a los jóvenes turcos de la ciencia ficción española.

Si el tema les interesa, les remito a la conferencia «Literatura abierta» que Orson Scott Card pronunció en Barcelona cuando fue el invitado de honor en la entrega del Premio UPC de Ciencia Ficción de 2003 (publicada en el volumen: PREMIO UPC 2003, NOVA número 170). Ilustra de manera magistral el discurso reivindicativo de la ciencia ficción como una narrativa de historias que importan y que, como dice Scott, «nos cambian. Crean comunidades de personas con recuerdos compartidos».

Y, ahora va en serio, nada más.

Esta vez no vaya expresarlo como un deseo (mi habitual «que ustedes lo disfruten»). Sé con certeza que van a disfrutar de estos relatos. Yo lo hice en su día cuando los descubrí y he vuelto a hacerlo ahora al releerlos. Aunque suene a tópico, les aseguro que esta vez hay mucho, muchísimo por disfrutar. Es un verdadero honor tener esta antología en NOVA.

MIQUEL BARCELÓ.