TIEMPO DE ESTERILIDAD
A la Mujer los números miraron
y dejáronle un cofre en su regazo:
y vio salir de aquel un río rojo
que daba vuelta en espiral al mundo.
Extraños signos, casi indescifrables,
sombreaban sus riberas, y la luna
siniestramente dibujada en ellos,
ordenaba los tiempos de marea.
Por sus crecidas Ella fue creadora
y los noumenos fríos revelados
en tibias caras de espantados ojos.
Un día de su seno huyóse el río
y su isla verde florecida de hombres
quedó desierta y vio crecer el viento.