PALABRAS A DELMIRA AGUSTINI
Estás muerta y tu cuerpo, bajo uruguayo manto,
Descansa de su fuego, se limpia de su llama,
Sólo desde tus libros tu roja lengua llama
Como cuando vivías, al amor y al encanto.
Hoy, si un alma de tantas, sentenciosa y oscura,
Con palabras pesadas va a sangrarte el oído,
Encogida en tu pobre cajoncito roído
No puedes contestarle desde tu sepultura.
Pero sobre tu pecho, para siempre deshecho,
Comprensivo vigila, todavía, mi pecho,
Y, si ofendida lloras por tus cuencas abiertas
Tus lágrimas heladas, con mano tan liviana
Que más que mano amiga parece mano hermana,
Te enjugo dulcemente las tristes cuencas muertas.