RÍO DE LA PLATA EN CELESTE NEBLIPLATEADO
Alguna vez del cielo te enamoras
y lo piensas en ti; y arriba subes
y cruzas lento por el suave espacio;
y el cielo baja y tiéndese en llanura.
Y aquella blanca vela que venía
desde el filo del mar, la comba asciende;
y el copo que en la comba navegaba
horizontal se mueve en tus plateados.
Cuando el amor así de flor te viste
quien mira el cielo campos de agua mira
y quién tu cuerpo azules de aire fino;
Y no se sabe qué es lo propio tuyo,
si tus nublados de humo cabeceantes
o el cabeceo de las grises nubes.