La deuda aragonesa

Los tres jóvenes suizos que realizaron el rescate de los cuerpos fueron aclamados por su primer descenso invernal de la Eigerwand y rápidamente se encumbraron entre la élite alpinística de su país. Ueli y Joseph habían conseguido su título de guías y Paul Etter estaba realizando ascensiones de gran dificultad, como la repetición invernal de la cara norte del Cervino.

La deuda de la ciudad de Zaragoza se saldó en noviembre de 1964 cuando los guías fueron invitados por el alcalde Gómez Laguna a visitar la ciudad.

Paul, Ueli y Joseph llegaron elegantemente vestidos el 20 de noviembre a la estación del Portillo, donde los recibió un pequeño grupo encabezado por Escolástica Navarro y Miguel Vidal. En los días siguientes, visitaron el pueblo de Riglos en honor de los montañeros fallecidos, donde inauguraron un monumento frente a los Mallos. Junto a la inscripción quedaba depositado el piolet de Alberto Rabadá, recuperado por Josep Manuel Anglada del nevero de La Araña ese mismo verano en compañía de Jordi Pons, durante la primera ascensión nacional de la pared.

Los suizos pasearon entre los Mallos y alabaron la pericia técnica de los aragoneses para escalar en un terreno tan vertical y con una roca tan insegura. Frente a la vía del espolón sureste del Mallo Firé, los guías quedaron admirados de la elegancia del trazado firmado por Rabadá y Navarro.

Tras la visita de los suizos a Riglos, el Heraldo de Aragón reproducía en titulares sus impresiones: «La vía al Firé de Rabadá y Navarro es de lo más difícil que hemos visto». En la foto, Paul Etter, que fallecería poco tiempo después en accidente de montaña, todavía conservaba la mirada enloquecida y el pelo erizado del invierno de 1963, cuando dirigió una de las más audaces maniobras de salvamento conocidas en la historia de los Alpes.

Los tres guías suizos que realizaron el rescate de los cuerpos de Rabadá y Navarro ante su monumento en Riglos. Se puede apreciar el piolet de Rabadá rescatado por Josep Manuel Anglada y Jordi Pons en la primera ascensión española de la pared norte del Eiger. De izquierda a derecha: Ueli Cantenbein, Joseph Henkel y Paul Etter.