Los protagonistas

«Dentro del mundo de la montaña no ha existido el mejor escalador. Cuando se llega a un nivel, hay gente muy buena y luego gente que destaca, y ése era Alberto. Él sí que era un tío excepcional, pero más por sus ideas que por sus cualidades físicas. Era una cosa que llevaba dentro, algo innato. De cien intentos le salía uno, pero el que le salía era la leche. Precisamente por eso era distinto a los demás, porque no tenía miedo a probar. Luego encontró en Ernesto el ideal, un excelente escalador que le seguía a todo, que no decía nunca que no y era capaz de embarcarse con él en los proyectos más arriesgados».

(Conversaciones con Pepe Díaz)

Alberto Rabadá (Izquierda) y Ernesto Navarro.