Agradecimientos
Ha habido un intervalo de tiempo más largo de lo previsto entre la novela anterior de David Hunter y La inquietud de los muertos. Varias personas y organizaciones han contribuido con su ayuda durante ese período de tiempo. Debo mi gratitud a Tim Thompson, profesor de antropología biológica aplicada en la Universidad de Teesside; a Tony Cook, jefe de operaciones de la Agencia Nacional del Crimen en el CEOP; a Patricia Wiltshire, profesora de ecología forense en la Universidad de Southampton; al doctor Martin Hall, entomólogo de investigación del Museo Nacional de Historia; a la Oficina de Prensa de la Policía de Essex; a Kay West, expresidente del grupo de apoyo transgénero de la Sociedad Beaumont; a GIRES (Gender Identity Research and Education Society), y a Robin Adcroft, presidente del grupo de renovación de fuertes marinos Project Redsand Trust. Sin su ayuda con los aspectos objetivos de la historia, La inquietud de los muertos sería una novela más pobre. Huelga decir que cualquier error o inexactitud es culpa mía, no de ellos.
Gracias también a mis agentes Gordon Wise y Melissa Pimentel de Curtis Brown, a mi editor Simon Taylor y al equipo de Transworld, a mi editora alemana, Ulrike Beck, y a todos en Rowohlt, a mis padres Frank y Sheila Beckett, a mi hermana Julie por el pastel de comida para perros, a Ben Steiner y a SCF.
Por último, un profundo agradecimiento a mi esposa, Hilary, por estar siempre a mi lado.