Querid@s lector@s:
Much@s me conocéis por libros anteriores, para tod@s vosotr@s: ¡Hola de nuevo!
Para aquell@s que me habéis leído por primera vez: ¡Encantada de estar con vosotr@s!
Y para tod@s en general: ¡Gracias por leerme!
Ha pasado ya un tiempo desde que me atreví a intentar publicar las locuras, esto, libros, que escribo. Un tiempo en el que la alegría de ver publicado mi trabajo solo ha sido superada por los comentarios y mails que recibo de vosotr@s. ¡Gracias!
En esos mensajes, que tanta ilusión me hace recibir, me contáis vuestras impresiones, y también me preguntáis cuántos libros formarán la serie Amigos del Barrio. (Para ser sincera, también hay mensajes en los que me amenazáis con darme de sartenazos en la cabeza si no me doy prisa en escribir y tal… Esos también los agradezco, aunque sean los culpables de que cuando salgo a la calle lo haga con un casco en la cabeza… ¡No! ¡¡Que lo del casco es broma!! Jajaja).
Creo que ha llegado la hora de responder a la pregunta: ¿De cuántos libros constará la serie Amigos del barrio?
Es fácil, cuatro + uno.
Cuando escribí Falsas apariencias tuve claro que sería la primera de una serie; los personajes secundarios me atraían poderosamente y no podía dejarlos sin su historia. Con la segunda novela de Amigos del Barrio, Cuando la memoria olvida, me volvió a suceder lo mismo, hubo tres personajes que me enamoraron irremediablemente, y cuyas historias necesitaba contar. Lo que nos lleva a este libro que tenéis entre las manos, ¿Suave como la seda?, el tercero de la serie, en el que destaca un personaje secundario que ya nos acompañó en la novela anterior: Héctor. Un muchacho encantador y sin preocupaciones, al que como habréis comprobado en el epílogo, le acabo de hacer la vida un poco más complicada (sí, soy mala).
Sí, he hablado de tres personajes que me subyugaron en Cuando la memoria olvida… pero solo he mencionado a dos, Darío y Héctor.
Debo reconocer que el último personaje que me conquistó tiene su historia escrita en mi cabeza, pero… por el momento va a quedarse en ese rinconcito de mi mente en el que está guardado.
Por tanto, por ahora diré que la serie consta de cuatro libros + uno.
* Falsas apariencias (Álex y Luka). (Amigos del Barrio I)
* Cuando la memoria olvida (Ruth y Marcos). (Amigos del Barrio II).
* ¿Suave como la seda? (Ariel y Darío). (Amigos del Barrio III).
* TN (Título provisional). (Sara y Héctor). (Amigos del Barrio IV).
Esta serie, Amigos del Barrio, lleva años rondando por mi cabeza, y como consecuencia de ese deambular de ideas y personajes, he ido escribiendo cositas relacionadas con ella.
Dani, uno de los secundarios de Falsas apariencias, tiene sus propios relatos en los que, por supuesto, cuento su historia de amor: Tarde de chicos y Noche de amantes. Los podéis encontrar en forma de relatos inéditos en los libros Falsas apariencias y Cuando la memoria olvida publicados por Terciopelo.
Relacionados con la serie, podéis encontrar en www.noeliaamarillo.com un par de relatos sobre Marcos (Diario de M. Sierra), el protagonista de Cuando la memoria olvida. (En cuanto tenga tiempo libre, prometo seguir escribiendo sus avatares y desventuras).
Ahora que he explicado un poco sobre la serie, me gustaría hablaros de ¿Suave como la seda? Cuando me propuse escribirlo, tenía claro que Darío necesitaba una protagonista tan especial como él. Quería una chica dura pero inocente. Curtida a la vez que ingenua. Una mujer que no necesitara nada de nadie, y que a la vez necesitara más que nada en el mundo una mano amiga que la alejara de la soledad.
Creo que Ariel cumple a la perfección todos esos requisitos.
Soy consciente de que os sorprenderán algunos de los trabajos a los que se dedica Ariel, o bueno, tal vez os sorprendan todos sus trabajos y hobbies, pero… ¿por qué no? ¿Quién tiene el poder de decidir en qué trabajan o cuáles son los gustos de las personas, basándose en su sexo? Me fastidia bastante que, a veces, el mundo parezca una cuadrícula en la que hombres y mujeres veamos limitadas nuestras opciones por nuestro sexo. Es tan estúpido.
Me niego a ponerle límites a Ariel, ella es demasiado libre como para que se encarcele su manera de ser.
Por otro lado, debo reconocer que me he tomado algunas libertades a la hora de fraguar este libro. La empresa Sexy y Juguetona no existe, es producto de mi imaginación desde que la creé para Falsas apariencias, y la manera en que Venus aconseja a Ariel que capte clientes NO es como sucede en la realidad. En absoluto. De igual modo, el desarrollo de las sesiones de tupper sex reales tampoco tiene nada que ver con como las desarrolla Ariel, pero en fin, mi excusa es que Ariel es una mujer muy peculiar y que, por tanto, hace las cosas de manera peculiar.
Espero, no, deseo que hayáis disfrutado con las peripecias de Ariel y Darío. Que hayáis reído, llorado y soñado junto a ellos. Esa era mi única intención al escribir este libro.