Se ambienta a principios de los ochenta. Tres brujas urden el telón de fondo: paranoia, arbitrariedad y demencia homicida. Etchenique se reencuentra con el pasado, con El Pájaro Saldívar, una vieja y sórdida relación. El tipo es hoy un próspero empresario bien conectado con la Curia y las Fuerzas Armadas. Un cáncer lo está matando. Su yerno, un pelafustán con diploma universitario, contrata al investigador privado para confirmar que el socio de Saldívar maquina vaciar la fábrica de pinturas. Asesinatos no tardan en aparecer. Algo oscuro, excesivo y penoso corroe el sentido de los hechos, la lógica de las relaciones. Por fortuna, Etchenique tiene un amigo fiel en la Policía Federal. Por fortuna, el curso principal de la trama no se aparta del ámbito privado.