Capítulo 4 - Los lunes al sol

Una ventaja de este proceso del despido es que vas a descubrir a los verdaderos amigos. Al principio te llama todo el mundo, aunque en algunas conversaciones te surge la duda razonable de si realmente se interesan por ti o es la curiosidad morbosa de saber de qué murió.

Esa solidaridad mal entendida, sí, sí… ¡qué hijos de puta! Repetirán. Y realmente pasa lo mismo que cuando un familiar comente un delito, da igual el motivo. Son unos hijos de puta y no vieron que lo hacías sin maldad.  La verdad es que no me han echado por vago, ni por robar, ni me pillaron nunca acosando a la secretaría del jefe… pero da igual, si lo hubieras hecho también dirían lo mismo. Es la fidelidad al ser querido, haga lo que haga es inocente  y es proporcionalmente opuesta al que no conocemos.

Tienes que volver a ver la película “Los lunes al sol” y también “Full Monty”. ¿Sabes que yo hice de “extra” en la versión española que se llamaba “Hasta aquí hemos llegado”? No fue un gran éxito de taquilla y desde que hice aquel papel de drogadicto no han parado de llamarme de Hollywood para hacer la segunda parte de “Top gun”… les he dicho que no. Tampoco es cuestión de dejar mal a Tom, es amigo.

¿Qué coño hago hoy? Te levantas, porque te tienes que seguir levantando pronto, no empieces a cambiar los horarios. Vivir de noche y dormir durante el día es el camino de la perdición. El alcohol. La noche. La droga... no son buenos compañeros de este viaje.

Quítate el esquijama. No te pases todo el día con el que acabarás pareciéndote al Gran Lebowski, ¡qué buena película! Yo he llegado a vestirme con el pijama por debajo y salir a la calle. No sé, estás como más calentito, como en casa… y no puedo evitar acordarme de mi madre cuando me veía un tomate en el calcetín y me decía ¿y si te pasa algo? Coño Mamá, si me pasa algo y me tienen que operar en La Paz de Urgencia, ¿tú crees que al cirujano le va a importar que lleve un agujero en el calcetín?

La barba. No te la dejes crecer hasta que la gente se cruce de acera al verte, que si te avisan para una entrevista, y te tienes que rasurar de urgencia, no queda bien ir con la cara enrojecida por la premura y rapidez del afeitado.

Los truchos. No caigas en el amor fácil y solitario.

Oblígate a levantarte temprano, igual que lo hacías antes, cuando trabajabas… y a buscar. Has visto una oferta desde el móvil, yuju!! Como me cojan a la primera… ¡verás! Les voy a dar en todo el morro. Venga, deja de soñar y levántate ya. Venga... una ducha (la higiene es básica) y al ordenador. Rellena tu primer formulario, es muy fácil, sólo tienes que poner tus datos personales, todo tu historial profesional, tus estudios, los master del universo, tus idiomas, tus hobbies (para qué coño querrán mis hobbies?) y ya han pasado dos horas. Date prisa y dale al botón de guardar o perderás toda la información que has puesto, pues ha estado a punto de expirarte la sesión. Ánimo, sólo te queda hacer esto mismo unas 500 veces aproximadamente. Gracias a Dios que no lo sabes… y sólo tardarás dos veces más en hacerte el rey del “copy” & “paste”…

Ha sido agotador.  Tu primera plantilla. ¿Habré puesto todo bien? No te llamarán, no te preocupes.

Lo mejor que puedes hacer hoy, (ya te has ganado el paro) es salir de casa. Y al salir, te das cuenta de la ausencia de ruido. Cuando salías antes de casa para ir al trabajo, tarde como siempre, ibas corriendo, con mogollón de coches, la gente te pitaba, los motores rugían, la ciudad te mata, todo desprendía un ruido ensordecedor y es curioso como pasadas unas horas en el mismo sitio, hoy, apenas oyes nada… es la calma de los lunes al sol.

Disfrútala. Tienes que volver a valorar la vida. Las cosas pequeñas a veces no son tan pequeñas…

Respira profundamente, escucha el silencio. Los pájaros, la brisa que mueve las hojas, un coche mudo que pasa a lo lejos, la luz, qué de luz hay… y huele a tierra mojada, y te paras y te sientas en un banco y al abrir tus brazos de par en par para agarrarte al respaldo, sientes el relieve de las vetas de la madera y el sol en la cara te engaña y te recuerda al verano y en ese momento… cierras los ojos y… sientes la libertad…

Pero es una libertad que te viene grande, de las que asustan, porque un lunes y a esa hora, tú deberías de estar en plena vorágine en la oficina con más cafeína en el cuerpo que un estudiante antes de un examen. Y un abuelete irrumpe tus pensamientos y viola tu espacio y tu paz con una conversación entrañable que versa sobre “El apareamiento del gorrión común en el parque”. Y así, se te va la mañana riéndote con Pablo Heredia y echando migas de pan a los pájaros… y ante la cara de asombro del buen señor, en un alarde de compartir ese momento le dices que os vais a hacer un “selfie” y suelta un ¿quices? (contractura de las palabras “que” y “dices” que resbala por la ausencia de dentadura) y otra media hora empleada en enseñarle que su móvil, también tiene cámara. Qué bien te sientes, le has descubierto todo un mundo de color, que servirá para documentar gráficamente, al estilo Rodríguez de la Fuente, su teoría sobre la monta del gorrión. Milana, bonita… Ya has hecho tu buena acción del día…

Lo rápido que se pasa la mañana, joder!

Otro placer olvidado. La siesta. Madre, qué invento! Español, claro. Hoy date un homenaje. Sin miedo. Duerme con los puños cerrados, como los bebés…

Cuando te levantes y no sepas dónde estás,  vete a hacer algo de deporte. El mus no cuenta.

Hay dos buenos momentos para buscar trabajo con intensidad: Enero, todo empieza. Incluso los procesos se paran con la Navidad y el cierre de año. Se acaban los presupuestos y después de Reyes parece que todo vuelve a empezar. Y otro buen momento es Septiembre, la vuelta al cole, en vacaciones esto se para y no vuelve a tomar ritmo hasta que empiezan las clases, aunque con menor intensidad que en Enero. Bueno, no tienes más que fijarte cuando lanzan las Editoriales los coleccionables. En enero, año nuevo, vida nueva. Y en Septiembre, con toda la depresión post vacacional.

Esto es muy importante. No quiere decir que puedas encontrar un trabajo en Agosto, pero es probable que llegues a trabajar y no haya nadie para preguntarle dónde está el fax. ¿Quién usa el fax hoy en día?  Lo digo porque fuera de estos periodos baja mucho la actividad y tu horizonte, tu objetivo, puede alargarse si te metes en alguno de estos periodos valle. Y es tan importante dar el do de pecho en los momentos donde puedes cobrar pieza como disfrutar los recesos, donde no bajarás la guardia, pero tampoco te llevará a la desesperación.

Nuevamente, mi consejo es que si te han botado en Junio, te pegues las vacaciones de tu vida, el verano de COU, y que vuelvas con toda tu fuerza en Septiembre. Tú solo, no vas a poder cambiar el sistema, por tanto, aprovéchate de él. Si te pasa como a mí, que me lo dijeron el 25 de Noviembre, ¡qué josdeputa, qué Navidades me pasé! pues oye tranquilo y descansa, que luego viene la época chunga.