Capítulo 3 - El día después

¡Ya tienes trabajo! ¿Cómo? Pero, si ayer me despidieron... todavía no me he levantado, dirás estoy KO del golpe que me han dado y ¿tú dices que ya tengo trabajo? No es bueno reírse de las desgracias ajenas... pensarás.

Pues así es. A partir de hoy tu nuevo trabajo es: buscar trabajo. Y debes tomarte esta nueva tarea como un auténtico trabajo. Con el mismo rigor y disciplina con el que ibas a tu trabajo. Bueno si no te han echado por incompetente, claro.

No pierdas un minuto. Actualiza tu historial profesional, cambia las pesetas a euros y fusila alguno de los que te pasen y te haya gustado. Ésta es la primera tarea. Sí, ya sé que da mucha pereza, pero es lo primero que te ha pedido todo el mundo que te quiere o te puede ayudar. Así que vence el momento "coñazo" y ponte con ello. Y ya de paso actualiza LinkedIn, que tenías el perfil al veinte por ciento... Luego se lo pasas a algún contacto de recursos humanos, consultor o conocido que se preste para que te lo revise y te dé algún consejo de mejora. Una vez hecho esto, se lo pasas a todo bicho viviente que sepa leer.

Olvídate de todo lo demás. No fue mi caso, pero en la gran mayoría de los despidos tienes quince días para ponerte en marcha. No es mucho, pero menos es nada. No te distraigas con eso de que quieres dejar las cosas al siguiente bien atadas, que no quieres dejar marrones, ni te empecines en averiguar por qué a ti y no al payaso de al lado, ahora no es momento de lamerse las heridas... ¡qué les den por el culo! Tú ya no estas para perder el tiempo. ¡Ponte ya a buscar trabajo! ¡Ahora!

Si como a mí, te ha pillado el toro y comienzas este nuevo trabajo desde tu casa, es decir, que te han dado el tiempo justo para meter de mala manera tus cosas en una caja mientras te fiscalizaba el Director de Recursos Humanos, don’t worry, será más difícil pero bueno, más se perdió en Cuba.

Mi consejo es que si hoy estas trabajando y crees que esto que estoy contando, puff... a ti no te va a pasar nunca, mantengas actualizada tu currículum, y como en Navidad se envían los Christmas, tú, una vez al año, sin ninguna excusa aparente, le envías tu CV a todos los head hunters que conozcas. Más vale que sobre.

Más vale tener que decir que no estas interesado a una oferta que te propongan, que arrancar el camino de cero. Que es mi caso.

Algunas empresas multinacionales, con eso de los valores éticos y morales, les puedes rascar más tiempo en la negociación de salida. Es lo mejor. Pactar la salida en dos o tres meses desde el triste anuncio en vez de los quince días reglamentarios, te dará más tiempo para encontrar un nuevo trabajo.

Miente. Di que sigues trabajando en tu empresa y ponte a enviar CV’s por mail como si fueras una metralleta.

Un dato importante. Si todo va bien vas a tardar entre seis meses y un año en encontrar un nuevo trabajete. Pero con esta mierda de la crisis, igual son dos años o más... Los hay con suerte y están currando a los tres meses y los hay sin suerte y todavía están esperando. ¡Ánimo!

El día que pisas la calle te "giñas". Ya no eres nadie. Un parado más. Es que algunos ni te cogen el teléfono. (Eviten la carcajada mis amigos latinoamericanos por favor.) Los que tú creías que eran tus amigos o tus colegas de trabajo, vas a ver. Aquellas conversaciones de apoyo, "lo que necesites, llámame" es que no te da señal ni de comunicando. Tu valor se reduce a la mitad. Olvídate de que vas a encontrar un trabajo igual o mejor. Eso, estando en el INEM es una falacia. Se aprovecharán de ti y te humillarán. Tienes que estar preparado.

Y si eres mujer, en edad de parir, o perteneces a alguna de las minorías de alto potencial de discriminación, agárrate los machos.

El hecho de que haya mucha gente en el paro tampoco ayuda, pues están dispuestos a trabajar por menos dinero que tú y los seleccionadores lo saben. Y cuanto más tiempo lleven inactivos peor, más desesperados.

Ayer vi un puesto en internet que parecía interesante, y en menos de dos horas había 485 candidatos, muy fuerte! No lo quiero poner muy negro, pero es para concienciarte que ahora, más que nunca, el tiempo es oro.

Si tuviste la suerte de que te echaran indebidamente, y cuentas con “el maletín”, no te confíes. No te lo gastes.

Haz una simple suma de todos los gastos que tienes. La hipoteca, los colegios de los niños, la luz, el gas, el agua, el teléfono, el coche, el canal plus, la chica (la de servicio, se entiende)... ¡verás qué susto! Y divídelo por el importe total del maletín. A "grosso" modo eso te dará el número de meses que podrías subsistir si no tuvieras paro. El paro, que será el siguiente susto, no da para mucho, pero es importante que seas consciente de lo que puedes “aguantar”.

Es importante que revises muy bien esa lista (te sugiero que la hagas en una hoja de cálculo) y que empieces ya a cancelar gastos innecesarios. Sí, el canal plus es un gasto innecesario y vete observando cómo plancha la chica por si tuviéramos que llegar a prescindir del valioso servicio doméstico. Ah, y si tienes otra chica, tú me entiendes,  no te preocupes. En el momento que sepa que te has quedado parado. Te dejará ella.

No sé qué consejo dar a la que acabas de despedir. No sé si hay head hunters para chicas del hogar. Si era buena pásasela a alguien de tu familia o amigos, que hoy en día es un bien escaso. Y siempre está la opción de recuperar tu status y hacer una opa hostil al que se la dejaste.

Bueno, la verdad es que nunca te pudiste quitar la americana porque sólo planchaba bien la parte de delante de las camisas y además te hacía la raya en el vaquero, es tu ocasión de oro, líbrate de ella. Lo entenderá. Lamentablemente estás contribuyendo a que el problema sea mayor pero ahora no estás para gastos.

El componente emocional es lo peor y lo que te puede arruinar. No le dejes que te gane la partida. Yo no lo hice, pero asumir rápidamente el hecho de que te han despedido te va a ayudar. Que tu entorno más próximo lo sepa es bueno. También es bueno que no se compadezcan de ti, ni te acusen de que ya te lo avisaron. La familia está para ayudar no para hundirte más de lo que ya estas. Ya hablaremos de esto más adelante.

Hay que asumir esto como algo normal. El que monta en bici alguna vez se cae. Pues eso, el que trabaja alguna vez, por el motivo que sea, deja de trabajar.

No te olvides de pedir el subsidio de desempleo. Es poco pero será tu único ingreso los próximos meses.

En fin, y si no has trincado maletín, tenías un contrato basura o te han despedido en el periodo de prueba, pues átate los machos. Tampoco pasa nada. Pero es más engorroso. Hay que deshacer todo y llamar a tu madre para decirle que la echas mucho de menos.

Qué le vamos a hacer. Cuanto más tardes en adecuarte a la nueva situación peor será. Ponte las pilas y si tienes que vender la casa, pues chico, qué le vamos a hacer, no es el mejor momento. Todo tiene remedio menos la muerte. Ya sé que suena duro pero es que es lo que hay. Mantener el mismo nivel de gasto que tenías cuando trabajabas, estando en el paro, se llama problema. Cuanto mayor sea la deuda más peligro tienes de acabar mal.

No sé si es que estoy muy sensible al tema, pero me viene a la memoria una noticia antigua, de marzo del 2006,  "un profesor francés que lleva dos años en paro secuestra a veinte alumnos a punta de pistola". Es la forma que encontró de comer caliente. Entre rejas. Creo que no hay que llegar a ese extremo, ya verás que se te ocurren muchas “barrabasadas” pero hay que centrarse. Hay que buscar trabajo.

En este periodo, que ojalá sea lo más corto posible, se aprende mucho. Y después ya verás cómo valoras mucho más lo que tienes. El maletín podría ser una bonoloto o unos euromillones si vuelves a trabajar en seis meses. No te lo gastes todavía.

Acuérdate que es mucho más fácil encontrar un trabajo trabajando que desde el paro. Esto tendrá dos aplicaciones. Una, busca ahora aunque pienses que no lo necesitas y dos, si no encuentras el trabajo de tu vida métete donde te dejen y sigue buscando, pero desde un puesto de trabajo.

Me he encontrado con profesionales del tema que dicen que hace diez años ni se les pasaba por la cabeza presentar un candidato en la terna que no estuviera trabajando. Hoy en día, uno o dos de los tres que presentan está en su casa. Y son los candidatos que más les cuesta vender porque el que elige hoy por hoy, no le gusta. (¡ya le tocará, ya!) Y ya sabes, eres más barato.