—¡SON DEMASIADOS! —GRITÓ Obi-Wan cuando un droide volador apareció en el ventanal y descargó sus blásteres contra el transpariacero—. Debemos rendirnos.
—No, maestro, podemos escapar.
Obi-Wan negó con la cabeza.
—No esta vez.
Anakin apagó el sistema de armas.
—Fue su idea venir aquí.
—No hace falta que me lo recuerdes —dijo Obi-Wan, mientras los droides los guiaban hacia la ciudad flotante.
Fueron conducidos a punta de bláster para enfrentarse a un furioso administrador skakoano. Sus arrugados labios se retrajeron para mostrar una mueca desdentada y un aliento sulfuroso.
—¿Qué significa esto? ¿Espiar en nuestra atmósfera? ¿Destruir a nuestros droides?
—¡Ellos nos dispararon! —rebatió Anakin.
—Vinimos por esto —dijo Obi-Wan y reveló la cabeza del droide que había traído del templo.
El skakoano tomó el cráneo metálico.
—¿Un droide de batalla?
—Uno de sus droides. Atacó el Templo Jedi.
—Esa es una acusación muy seria. —El administrador le pasó la cabeza a su asistente—. Revisa el código de serie.
El asistente informó que el droide pertenecía a un lote robado por los contrabandistas chagrianos dos años atrás.
—Un lote que después fue recuperado por los Jedi —recordó el administrador—. Le pedimos al Consejo Jedi que nos lo regresaran, pero nos dijeron que ahora eran propiedad de la República. No sé a qué juegan, Jedi, pero no vamos a secundarlos.
Los droides sujetaron a Anakin, que tensó los brazos. Le arrebataron su sable de luz.
—¿Qué harás con nosotros? —preguntó Obi-Wan.
—Serán transportados a una prisión de la superficie —les dijo el administrador—. Mientras tanto, enviaré una misiva a nuestro representante en el Senado. El canciller mismo sabrá de esto.
Anakin se inclinó para hablar, con tono de conspiración, mientras se los llevaban.
—No se preocupe, maestro. El canciller no nos abandonará en manos de la Tecno Unión.
—Oh, confío en el Canciller Palpatine. Tan sólo desearía no haber perdido el tiempo. Tal vez debimos examinar esos droides más de cerca, después de todo…
FIN
¿PUEDES AYUDAR A OBI-WAN Y A ANAKIN A TOMAR MEJORES DECISIONES?