—¿SUPERSTICIOSOS DICES?
Anakin tenía una idea.
Cerró los ojos y se concentró. El piso bajo sus pies comenzó a temblar. Sintió la Fuerza fluir por él.
De las paredes del foso cayó tierra y Anakin se elevó, flotando majestuoso por encima de los anselmi, quienes cayeron de rodillas, aterrorizados.
—Sus ancestros están irritados —bramó Anakin, luchando por mantener su actuación mientras permanecía en el aire—. Deberían huir lo antes posible.
Los anselmi no se movieron.
Anakin tuvo que sacudir unos cuantos árboles antes de que salieran huyendo, pero el esfuerzo hizo que casi se estrellara de nuevo en el foso.
Obi-Wan saltó desde el foso y se apartó cuando Anakin descendió de nuevo a tierra firme.
—Nada mal. Aunque me preocupa que desarrolles un complejo de dios —dijo Obi-Wan.
—No soy tan aterrador —repuso sonriendo—. No si permanecen en mi lado amable.
Obi-Wan se asomó al foso.
—Tal vez aterrizar aquí no fue la mejor idea —dijo—. Volvamos al espacio.
—Pensé que nunca lo diría —repuso Anakin y se apresuró a la nave.
Muy pronto sobrevolaban de nuevo el océano.