—ANAKIN, ¿PUEDES ESCUCHARME?
La cabeza le punzaba y sentía la garganta como si hubiera tragado una tormenta de arena. Al abrir los ojos vio el rostro de Obi-Wan.
—El Ma… Maestro Yoda. Él fue…
—Atacado. Sí. Lo sabemos. ¿Por qué no hiciste nada?
—Yoda me dijo que me mantuviera apartado.
—Y ¿le hiciste caso?
Anakin empujó débilmente a Obi-Wan.
—Siempre me dice que haga lo que se me ordena.
—Lo pudiste haber salvado, Anakin.
—¡Y usted pudo haber venido conmigo! —le espetó Anakin, usando el suelo para darse impulso—. Siempre piensa que sabe lo que es mejor. No es justo.
—Oh, vamos, Anakin, ¡madura! —dijo Obi-Wan antes de ser interrumpido por una voz detrás de él.
—Los dos necesitan madurar. —Ambos voltearon y se encontraron con un holograma de Mace Windu que los observaba—. ¡Mírense: maestro y aprendiz riñendo como chiquillos!
Anakin apenas podía sostenerse en pie.
—Es culpa de Obi-Wan, no mía.
—Oh, ¡qué maduro! —repuso Obi-Wan y volteó a ver el holograma— ¿Ves con lo que tengo que lidiar?
—Lo que veo —dijo Mace Windu fríamente— es que el Maestro Yoda ha sido secuestrado.
Anakin inclinó la cabeza.
—Lo siento.
—Y yo también, Skywalker —replicó el Maestro Jedi—. Lamento que ninguno de ustedes esté listo para una investigación de esta magnitud. Tal vez no estaríamos metidos en este lío si ustedes hubieran actuado en conjunto.
Obi-Wan dio un paso adelante.
—Pero…
—Pero nada. Pueden irse. Ambos.
Anakin no sabía qué era peor: poder caminar apenas, tambaleándose, mientras salían del salón, o la mirada desolada en el rostro de Obi-Wan, que se dirigía hacia el turboascensor.
FIN
¿PUEDES AYUDAR A ANAKIN Y A OBI-WAN A TOMAR MEJORES DECISIONES?