ANAKIN SE DESPERTÓ CON el sol cayendo a plomo sobre él y con arena en las mejillas.

Se sentó. La cabeza le daba vueltas por el brusco movimiento.

—Calma —dijo Obi-Wan—. Tienes suerte de estar vivo.

Anakin miró en torno hacia la vacía playa.

—No… no recuerdo qué sucedió.

—Nos traje nadando hasta aquí, por seguridad.

—¿Y el guardia?

Obi-Wan suspiró.

—Desapareció… sin dejar rastro.

Anakin se tendió de nuevo en la arena y miró unas gaviotas-lagartijas que planeaban por encima.

—Y el Maestro Yoda también.

—Y esta vez… —dijo Obi-Wan con una clara nota de decepción en la voz— no tenemos pistas que seguir.

FIN

¿PUEDES AYUDAR A ANAKIN Y A OBI-WAN A TOMAR MEJORES DECISIONES?